El secreto mejor guardado
Santander se eleva como ese destino español que enamora a sus visitantes con su gastronomía, playas e imperdible historia. Con la fotografía y las palabras de LUCRECIA FIERRO BOTIN.
Con las altas temperaturas de este verano, es difícil encontrar un sitio que ofrezca un itinerario veraniego completo. Es decir, un sitio en el que no te tengas que refugiar en tu casa a partir de las 12 del mediodía por el insoportable calor y puedas hacer actividades con toda la familia. En los últimos años, la ciudad de Santander se ha vuelto un lugar de preferencia para pasar las vacaciones, ya que ofrece una gran variedad de opciones de ocio inigualables. Entre pasar el día en la playa o en barco, jugar al golf, hacer una caminata por las montañas o ir a ver las zonas culturales de la ciudad, no quedará espacio para el aburrimiento.
DÓNDE COMER:
Para empezar, Santander es una ciudad con una cultura culinaria impresionante. Siendo un puerto pesquero, la materia prima de esta ciudad del norte de España es una de las mejores del mundo. Algunos de los restaurantes más reconocidos de la zona son El bar del Puerto, La Bombi, Cañadío, y Asador el Tronky, ¡todos imperdibles!
Cada uno está situado en el centro de la ciudad, a excepción de Asador el Tronky que está al otro lado de la bahía en un pueblo llamado Pedreña, a veinte minutos de Santander. En este pueblo también está el famoso campo de golf en el que pasaba sus días el golfista profesional Seve Ballesteros. Este restaurante es popular por ser de los mejores asadores de carne y pescado de la zona, ya que disponen de una gran parrilla de carbón vegetal en el exterior para preparar todo tipo de carnes y pescados a la brasa. En El Tronky la conservación de los sabores de la materia prima es muy importante, por lo que si buscas una cena Cántabra auténtica al borde del mar, este es el sitio ideal para ello.
También tenemos El bar del puerto (BDP), un restaurante especializado en mariscos y pescado fresco; fue fundado hace más de medio siglo y sigue perteneciendo a la familia de los fundadores originales. Es un restaurante elegante que se puede disfrutar más por la noche gracias al estilo acogedor que posee.
Por otro lado, subiendo la calle, se puede encontrar La Bombi, otro restaurante emblemático de Santander que también ofrece la oportunidad de disfrutar de la gastronomía pura de Cantabria. Este restaurante se fundó en 1935 y ha conseguido mantener el éxito hasta hoy gracias a la diaria presencia de los
dueños y su trato cercano de los clientes. Al igual que El Bar del Puerto, La Bombi también tiene un diseño cómodo y acogedor que siempre deja a sus clientes con las ganas de repetir.
Adicionalmente, está el restaurante Cañadio. Este sitio está en el centro de la ciudad de Santander en la plaza de Cañadío. Esta es una plaza reconocida por los locales y los turistas como el sitio para salir por las noches a tomarse algo con amigos. Se fundó en 1981 aquí en Santander, más tarde también abrió en Madrid, y con los años ha crecido para formar parte de Grupo Cañadío. El grupo nace de la alianza entre dos hombres santanderinos, Paco Quirós (Cañadio) y Carlos Crespo Viadero (dueño de otros restaurantes muy reconocidos en santander como Bodega del Riojano, Pan de cuco…), que se unieron en 2013. Todos sus restaurantes siguen la misma filosofía de trabajo que consiste en ofrecer simplicidad, calidad y consistencia, que ganó el premio a la mejor tarta de queso de España.
QUÉ VISITAR:
Santander es una ciudad con mucha cultura y sitios históricos para visitar. Para empezar, está la Península de la Magdalena: conectada a la ciudad de Santander, contiene en ella el Palacio de la Magdalena y sus caballerizas, las cuales son unos de los edificios más emblemáticos por su gran historia. El palacio fue construido entre 1908 y 1912 por el ayuntamiento de Santander como regalo para el rey Alfonso XIII y su esposa, Victoria Eugenia, para ofrecerles una casa de verano. Adicionalmente, dentro de la península de 25 hectáreas, también se pueden encontrar parques, vistas impresionantes y un zoológico imperdible.
Además de la Península de la Magdalena, para los amantes del arte, está el Centro Botin. Este gran edificio moderno está situado en el centro de la ciudad, al borde del mar con unas vistas impresionantes de la bahía, y es un centro de arte dependiente de la Fundación Botin, una fundación que se enfoca en el desarrollo social de la ciudad de Santander. El edificio fue creado por el arquitecto italiano Renzo Piano e inaugurado en 2017. La arquitectura moderna de este edificio lo hace muy especial ya que el arquitecto se inspiró en el mar al crearlo y esto se ve reflejado en los colores, en los materiales y en la forma del centro. Además, las exhibiciones de arte van cambiando constantemente, mostrando normalmente arte contemporáneo y ocasionalmente exposiciones clásicas, con una zona reservada a los artistas jóvenes becados por la misma fundación.
En las montañas a las afueras de la ciudad también se pueden visitar las cuevas de Altamira y el parque de Cabarceno. Dentro de la cueva se descubrieron unas pinturas impresionantes que habían pintado los hombres primitivos que la habitaron hace más de 10 mil años. Las cuevas son ahora reconocidas en el mundo entero por su increíble belleza y se las ha denominado la Capilla Sixtina del Paleolítico. Aunque la cueva original no se puede visitar ya que está protegida, se puede visitar la réplica, la Neocueva, que está ubicada en el museo de Altamira. Luego, el parque de Cabárceno es una actividad divertida para hacer en familia.
Hablando de las cuevas de Altamira, una zona imprescindible de visitar es Santillana del mar. Es uno de los lugares con más valor artístico-histórico de España ya que todo lo que se ve puede ser considerado un monumento y en el cual se sitúan las cuevas de Altamira. Santillana del mar es la capital de un municipio de solo 4,000 habitantes que está formado por calles medievales, palacios y casonas antiguas del siglo IX. En este siglo existía en la villa el Monasterio de Santa Juliana que luego se convirtió en la colegiata de Santa Juliana en el siglo XII, el primer exponente, y el más importante, del arte románico en Cantabria. También se pueden encontrar talleres de artesanos, degustar los famosos sobaos, unos bizcochos con leche que son populares en la zona, y churros con chocolate. Por su historia y riqueza cultural, este lugar es uno de los puntos más atractivos de Cantabria. Finalmente, para los amantes de la playa, Santander está repleto de sitios preciosos para pasar el día en el mar. Una de las playas más conocidas es la playa de Somo. Esta playa se extiende a lo largo de cuatro kilómetros y se junta con otras dos playas, el Puntal y Loredo. Está situada al otro lado de la bahía de Santander y se puede llegar tomando las pedreñeras mencionadas anteriormente. Si se quiere disfrutar una tarde de surf o dar un paseo por la playa y relajarse, la Playa de Somo es el sitio perfecto para las dos cosas. Además, en el Puntal se pueden encontrar varios chiringuitos con música y cocktails para los amantes de la fiesta, que también podrán disfrutar de un amanecer espectacular.
Para concluir, si se ha sentido mucho el calor este verano y se busca un nuevo lugar de vacaciones con buenas temperaturas, muchas actividades para todos los integrantes de la familia y la mejor calidad gastronómica posible, Santander es la ciudad perfecta. Entre paisajes increíbles y teniendo las montañas y el mar enfrente para elegir, será lo mejor de los dos mundos, pues no habrá sitio para el aburrimiento.