NOVEDADES
Espiral de ilusão, Criolo (Oloko Discos)
El prestigioso rapero brasileño Criolo lanza su “espiral de ilusión”, un disco auténtico de samba clásica. A través de 10 canciones, el paulista retoma la más pura tradición musical del género en un disco que, paradójicamente, innova al respetar a rajatabla la receta musical que elevó al ritmo como la cara más visible del Brasil en el mundo. Más allá de que el hip hop aparece sólo en alguna lírica urbana, la vida musical gira en espiral para el artista que siempre manifestó (a través de su obra) la influencia de la MPB. Con una orquestación clásica, las canciones autorales por momentos retratan el amor y el desamor (Lá vem você y Dilúvio de solidão), el paisaje urbano (Cria da
favela y Hora de decisão), el legado afro (Nas águas) y los asuntos familiares
(Filha do Maneco). Espiral de ilusão es un disco de samba antiguo, pero creado por uno de los artistas más prolíficos e interesantes de la nueva escena musical del Brasil. **** (Rodrigo Rojas)
El poder del rock’n’roll, Diceros (Independiente)
El Diceros bicornis es el nombre científico que recibe un mamífero emblemático: el rinoceronte. Que una banda utilice esa denominación ofrece una pista de su música, pero en caso de que no fuera suficiente, ahí tenemos el título del disco debut para dejar las cosas en claro. El poder del rock’n’roll es un spoiler preciso de lo que ofrece este grupo cordobés: un rock clásico, con yeites deudores de los mejores momentos del hard yel heavy. Como tal, propone una música atemporal, que funcionó en los 70 y todavía sacude melenas en pleno siglo 21. Es la banda sonora ideal para cualquier noche que tenga motores calientes, pantalones de cuero y tablas bien regadas: guitarras con armónicos plenos, un registro de voz amplio, percusiones variadas y líneas de bajo que suenan, sí, como pasos firmes de rinoceronte. Diceros pisa fuerte en el rock local. *** (José Heinz)
Know no better, Major Lazer (Mad Decent)
Además de desempeñarse como productor de varias estrellas, Diplo despunta el vicio con Major Lazer, una banda que reúne varios estilos musicales, aunque siempre barnizados con una electrónica ganchera y cosmopolita. No es casual que una de las canciones de este sorpresivo EP tenga como colaborador al colombiano J Balvin, que aporta su voz en la adhesiva Buscando huellas, un hit que seguramente no tardará en ocupar un lugar destacado en las playlists de los DJs fiesteros del mundo. La cuota afro-dancehall está presente en
Jump (con el jamaiquino Busy Signal), otro bombazo para las pistas de baile. Diplo es amo y señor del moombahton y en este trabajo nos lo recuerda a cada rato.
Know no better suena increíble y nos transporta a un clima ideal, pero incluso en las mejores fiestas nos dan ganas de descansar un rato. *** (José Heinz)
Is this the life we really want?, Roger Waters (Sony Music)
Una idea extendida respecto al legado de Pink Floyd indica que Waters era el cerebral, el que dotó de concepto a la banda, mientras que David Gilmour sería el melódico, el encargado de musicalizar las ideas del bajista. Es una reducción, por supuesto, pero los álbumes solistas de cada uno no hicieron mucho mérito para plantear otra cosa. Este nuevo disco de Waters, el primero de canciones inéditas en ¡25 años!, tal vez sirva para modificar esa impresión: grandilocuente pero sin sobrecargas, con un controlado pesimismo, Is this the life we really
want muestra a un artista maduro, en sintonía con los planteos existenciales del clásico The Wall (1979) pero con letras que hablan del mundo de hoy. El aliado clave para este resurgimiento es el productor Nigel Godrich, el hombre detrás de los mejores discos de Radiohead, grupo alguna vez llamado “los Pink Floyd de los 90”. **** (José Heinz)