Pone tercera

Entre los autores invitados están el guionista uruguayo Rodolfo Santullo y el historietista cordobés emigrado Fernando Calvi. Entre jueves y sábado próximos se realizará en el Centro Cultural España-Córdoba la edición número 3 del festival Docta Cómics.

El festival Docta Cómics llega a su tercera edición. Un sostenimiento difícil de lograr en el campo historietístico cordobés, el que no alcanzaron los eventos que desde 2010 allanaron el camino –Historietazo, Comicazo y Festival Impresentable–; al que aspiran otros ciclos comiqueros vigentes generados desde la Municipalidad: Espacio Subte de la Feria del Libro y el más reciente Material.

Docta es el evento que proyectó Diego Cortés; el que sus amigos y copilotos Nicolás Brondo y Hernán González y el Centro Cultural España–Córdoba –especialmente a través de la gestora Carolina Chávez y el periodista Diego Galván Pedernera– se encargaron de concretar cuando el poderoso motor del guionista y editor del sello Llanto de Mudo se apagó, 60 días antes de la primera edición, en 2015.

Aquel lanzamiento tuvo eje precisamente en homenajear a Cortés y a los 20 años que cumplía su señera editorial, y combinó visitas autorales nacionales de peso internacional con lo más exportado del talento dibujante local. En el siguiente octubre, la segunda edición sumó la presencia de autor español en la cresta de la ola junto a selectas firmas argentinas y otra primera línea de historietistas cordobeses.

Esta vez la cita se adelanta cuatro meses en el almanaque y la lista de artistas locales que protagonizarán charlas, talleres y dedicatorias dibujadas incluye a Juan Ferreyra –uno de los cordobeses más instalados en la industria internacional del cómic– la ilustradora e historietista Pupi Herrera, el animador y humorista gráfico Martín Eschoyez y el dibujante todoterreno Luis Paredes. También participarán oficialmente el guionista y editor uruguayo Rodolfo Santullo y, provenientes de Buenos Aires, los historietistas integrales Capitán Manu y Fernando Calvi.

Como en las ocasiones anteriores, un periodista especializado visitante estará a cargo de presentar y moderar la mayoría de las charlas. Esta vez, será el rosa- rino Mariano Abrach, corresponsal sobre cómic latinoamericano en el sitio español Zona Negativa. Y como siempre, pero cada vez más, publicaciones de gran parte del país cubrirán numerosas mesas de feria, exhibiendo la bullente actualidad editorial de la historieta nacional, profesionalmente gestionada por autores.

Altos cuentos

“¿Qué te queda de cordobés?”, le preguntamos a Fernando Calvi, nacido aquí y tempranamente migrado a Buenos Aires. “Una carrada de recuerdos, una afición por los asados buenos y largos, y la tendencia a adornar cualquier anécdota hasta volverla un pequeño cuento”, responde.

Y vaya si “adorna”, Calvi, sus relatos gráficos, con una plástica refinada nunca exenta de cierta búsqueda experimental y con una prosa de elaborada síntesis tramada con ricas referencias culturales. Altavista y otras obras dosificadas en la revista Fierro y recopiladas en libros son ejemplos, y parte de un vasto trabajo que abarca historietas infantiles, superheroicas, humorísticas y periodísticas publicadas en Argentina y España, labor en dibujos animados de Hanna-Barbera, ilustración editorial y publicitaria.

Esa hiperactividad de laburante apasionado vinculó a Fernando con editoriales independientes de su ciudad natal. En el Docta aparecerá entre tapas Rigor Mortis Remix, vieja historieta reversionada para Buen Gusto, mientras trabaja en “una idea enorme y demente” con destino al mismo sello. También interactúa con el guionista Damián Connelly –bonaerense que creó en Córdoba la editorial Atmósfera– en Flash Card Mistery Man, un título de la colección Ojo Eléctrico, inspirada por el universo Bowie.

“Damián es un autor muy atento del otro, que entiende las coautorías –valora Calvi–, sabe que soy un tipo hincha y obsesivo con mi obra y viene funcionando todo muy bien”.

Antes, Fernando hizo integralmente el comic-book El enorme pequeño Juan para el bizarro universo mutante Birdman, creado por Nicolás Viglietti y Ziul en sus editoriales Contamusa y Mitomante. Y antes aún, había participado en antologías de Llanto de Mudo. “Colaboro con gente que se copa como yo con los proyectos, que se banca que entregue en el minuto final y que cambie de estilo y registro todo el tiempo, y que me paga, porque vivo de esto”, explica. “Eso puede pasar en Rosario, Buenos Aires o Madrid –aclara–. Pero me gusta que pase también donde nací”.

Desde Oriente

Rodolfo Santullo –gestor del sello uruguayo Belerofonte además de prolífico guionista, escritor de cuentos y novelas y periodista cultural– también está creando con cordobeses. Con Pupi Herrera está haciendo “un policial con alta carga erótica”. Y con Nicolás Brondo “una aventura de ciencia ficción posapocalíptica con mucha acción y mala leche llamada Macklemore”.

“Con Nico somos amigos hace años, nunca habíamos laburado juntos y decidimos que ya era hora. Es un artista tremendamente versátil y dueño de una impronta reconocible, algo que no es tan común”, subraya este montevideano nacido en México, que ya estuvo en Córdoba para la Feria del Libro 2016, invitado al ciclo de literatura policial Córdoba Mata y al de historieta.

Escritor de numerosos cómics repartidos entre varias editoriales uruguayas, argentinas, norteamericanas y europeas, Santullo mereció varias distinciones que desbordan el cuadrilátero de las viñetas, como el reciente premio Onetti de la Intendencia de Montevideo por Regreso a las Montañas de la Locura. La amplia gama temática y estilística de su obra historietística –del western a la comedia de parejas– incluye destacados títulos de corte histórico con foco en hechos políticos contemporáneos, como relatos sobre los tupamaros, el movimiento nacionalista o los días previos al derrocamiento de Perón.

“Haciendo Los últimos días del Graf Spee descubrí que la Historia opera como esqueleto del relato, que a partir de eso me toca poner carne, músculos y órganos a ese Frankenstein que mezcla ficción y realidad –repasa Rodolfo–, y atender en cada caso y tema hasta dónde funciona inventar y cuándo hay que tratar de ser lo más fiel posible al hecho histórico”. “Pero nunca olvidar, como decía el guionista de Ásterix, que el objetivo siempre tiene que ser contar un cómic que funcione como tal –remata–, que antes que serle fiel a la Historia, hay que serle fiel a la historieta”.

Fieles a la historieta volverán en peregrinación, entre el jueves y el sábado, al Centro Cultural España-Córdoba. Lectores ocasionales y degustadores culturales amplios tendrán una excelente oportunidad de introducirse al culto comiquero.