VOS

“Las series me gustan desde que soy chico”

El periodista y escritor Sergio Olguín es el autor de la novela “La fragilidad de los cuerpos”. Asegura que el cine y la televisión son fundamenta­les en su escritura y que le interesa hacer “una literatura de estos tiempos”.

- José Heinz jheinz@lavozdelin­terior.com.ar

El cine y la televisión nunca fueron ajenos para Sergio Olguín (1967, Buenos Aires), no sólo por ser un ávido consumidor de estos formatos narrativos, sino porque su escritura presenta muchos momentos visuales al momento de las descripcio­nes.

La fragilidad de los cuerpos

(2012) es la primera parte de una saga que Olguín continuó con Las extranjera­s (2014) y No hay amores felices (2016), las tres novelas protagoniz­adas por la intrépida periodista Verónica Rosenthal. La adaptación al formato de miniserie lo tiene entusiasma­do.

–¿Pudiste ver algo ya?

–Vi el primer capítulo y algunas partes de los siguientes, cosas sueltas. Lo que vi me gustó mucho, como la estética que le dio el director, Miguel Cohan, y cómo se trabajó el ritmo del relato, que es muy importante en un policial. También el trabajo que hizo Marcos Osorio Vidal, el guionista. Me sorprendió gratamente ver que habían conseguido, en esos primeros 50 minutos, concentrar el comienzo de la novela, y hacerlo con una dinámica típica de una serie de televisión.

–Algo que llama la atención del tráiler de la serie, si lo comparamos con tu novela, es la belleza de la protagonis­ta. No sé si algún lector la imaginó así a Verónica Rosenthal.

–Claro, todos tenemos una imagen de Verónica como una chica más común y corriente, y Eva (De Dominici) es una actriz muy bella. Más allá de eso, Eva compone una Verónica muy cercana a lo que es en la novela, en el sentido de que mantiene un tono serio, casi te diría de protagonis­ta masculino de novela policial negra. Es una especie de Humphrey Bogart en versión femenina. Y ella es así, sobre todo en La fragilidad de los cuerpos. Después eso cambia un poco, se va aflojando en las novelas siguientes. Pero allí es una persona bastante oscura, parca, casi molesta para su entorno o para el lector o el televident­e, y Eva compone un personaje muy cercano a esas caracterís­ticas. Tiene el gravísimo defecto de que es muy linda (risas). Es un oxímoron, claro, obviamente que no es un defecto. Pero llama la atención porque, en comparació­n a una figura imaginada de Verónica, el personaje de Eva no sólo es interesant­e desde lo intelectua­l o la acción, sino también por su aspecto.

–¿Sos de ver series?

–Sí, veo muchas series. Soy de los que entró en esa onda en los últimos 15 años, por decir una fecha cercana. Pero en realidad me gustan desde chico: QB VII, Raíces, Holocausto, Yo, Claudio… Recuerdo que fueron experienci­as muy fuertes, que me marcaron mucho. Ahora, la abundancia de series de esas caracterís­ticas me encanta.

–Es evidente que tu escritura tiene mucho de cinematogr­áfico. Eso ayuda a esta clase de adaptacion­es. ¿Con qué otros autores argentinos sentís afinidad en ese aspecto?

–Tengo una literatura influida por el cine, pero siento que eso es una marca de época. No hay escritor argentino que no esté, en mayor o menor medida, marcado por el cine. Habría que ver también por qué clase de cine, ¿no? En principio, el cine cambió la manera de narrar de la literatura: ya no se puede describir como se lo hacía en el siglo 19, porque eso nos resulta aburrido. Incluso la forma de narrar que tenemos hoy se acerca a la idea de montaje que aprendimos viendo películas o programas de televisión. En ese sentido, formo parte de una generación que tiene interés por contar cierto tipo de historias, o una literatura cercana a la narración más clásica, tradiciona­l, más allá del género. Me gustan autores como Mariana Enríquez, Claudia Piñeiro, Hernán Casciari, Eduardo Sacheri, Marcelo Figueras, Pedro Mairal, Claudio Zeiger, Pablo Ramos, Juan Diego Incardona... Autores que entre ellos tienen bastantes diferencia­s de ejes temáticos, pero que comparten esa intención narrativa, de trabajar con materiales de nuestra época: un relato que te suena escrito ahora, más allá de que probableme­nte perdure en el tiempo. Yo me siento parte de eso, de hacer una literatura de estos tiempos, con marcas que implican esta década.

 ??  ?? Influencia. “No hay escritor argentino que no esté, en mayor o menor medida, marcado por el cine”, dice Olguín.
Influencia. “No hay escritor argentino que no esté, en mayor o menor medida, marcado por el cine”, dice Olguín.

Newspapers in Spanish

Newspapers from Argentina