VOS

Delirio en cuarentena

- Lucas Asmar Moreno Especial

La premisa es simple: ocho personas quedan encerradas en un bar ante lo que parece ser una epidemia en el centro de Madrid. Estos seres tienen personalid­ades disímiles, lo que propicia una dinámica psicológic­a turbulenta a medida que la situación llega al límite.

La primera dificultad que sortea Álex de la Iglesia en este filme es la de caer en el teatro filmado. La compartime­ntación del espacio es estrictame­nte cinematogr­áfica y el fuera de campo está más trabajado desde la puesta que desde el guion. La cámara no realiza juegos innecesari­os ni se excede en sobriedad: las coreografí­as fluyen, se entienden, y el director manifiesta confianza en la herramient­a más noble del cine para inyectar tensión: el primer plano. No estamos ante la maestría de Tarantino en Los

ocho más odiados, pero se nota una soltura aceitada por la experienci­a.

La intriga del encierro se resuelve en un tono justo: no cae en la pedantería racional del

thriller pero tampoco opta por la cabriola delirante. En esta tibieza se extraña el desenfado de

La comunidad (2000), Crimen ferpecto (2004) o Mi gran noche (2015), pero al mismo tiempo uno se pregunta qué pasaría si de la Iglesia decidiera imprimirle un tono enterament­e dramático a la acción. En cierto momento, el filme asoma una amargura que podría abrirle una nueva veta a un director que corre el riesgo de repetir fórmula.

Están presentes los elementos clásicos que estructura­n su poética: personajes grotescos, humor sórdido, violencia física y una banda sonora enviciada con el cuarteto de cuerdas. A diferencia de Las brujas de Zugarramur­di (2013), que era un cúmulo de desproliji­dad y mal gusto, aquí los ingredient­es están en dosis calculadas, prácticame­nte haciendo de El bar una muestra gratis del cine de Álex de la Iglesia.

Una elección llamativa en el casting es Alejandro Awada. El actor no hace de argentino como se ha visto tantas veces a Darín en coproducci­ones, sino que imita la tonada española con audacia y carisma. Sus rasgos de sátiro oscuro lo hacían ideal para una comedia de estas caracterís­ticas.

 ??  ?? Atrapados sin salida. La nueva película del director de “La comunidad” vuelve a situar a sus personajes en un ámbito de encierro.
Atrapados sin salida. La nueva película del director de “La comunidad” vuelve a situar a sus personajes en un ámbito de encierro.

Newspapers in Spanish

Newspapers from Argentina