Juntos por la música
El Ballet Oficial y el Coro de Cámara de la Provincia estrenan espectáculo conjunto.
Con la batuta del maestro Gustavo Maldino y con dirección coreográfica de Cristina Gómez.
El Ballet Oficial, bajo la dirección de la coreógrafa Cristina Gómez Comini y el Coro de Cámara de la Provincia, con dirección de Gustavo Maldino, presentan Dos
Dimensiones. El espectáculo conjuga el canto coral en vivo y la danza contemporánea de la mano de los cuerpos artísticos oficiales y la participación de los solistas en piano Humberto Catania y Marina Acuña.
El programa incluye: Lux Aeterna y Èszaka - Reggel (Noche - Mañana) del húngaro György Ligeti; Trois chansons de Charles D’Orleans (Tres canciones de Charles D’Orleans) de Claude Debussy; y Canciones de amor, Op. 52, para coro mixto y piano a cuatro manos de Johannes Brahms.
El maestro Gustavo Maldino señala: “Hay muy pocos antecedentes en juntar ballet y coro en vivo. Generalmente el ballet actúa con orquesta. En nuestro teatro (del Libertador) nunca antes había trabajado el Coro de Cámara con el Ballet Oficial. Empezamos con Ligeti, uno de los músicos más significativos del siglo XX. Lux Aeterna está compuesta para 16 partes. Cada registro vocal se divide en cuatro. Muy complejo de leer e interpretar. La utilizó Stanley Kubrick en la película 2001: Una odisea del espacio. El texto forma parte de la misa de difuntos de la iglesia católica. Generalmente, los compositores escriben una música amable, esperanzadora, para el momento en que el alma se escinde del cuerpo y va hacia el Creador. Ligeti, agnóstico, deja estas almas en una especie de tránsito. No lo resuelve”.
Noche y Mañana son expresionistas, con texto minimalista. La primera, como una pesadilla, en tanto la segunda no alude a un despertar plácido.
Después, el Coro interpreta (sin ballet), las tres canciones de Debussy sobre poesía de Charles D’Orleans. “En la segunda parte, los valses de Brahms. De manera que se va a escuchar música del siglo XX, contemporánea, impresionismo y romanticismo. Es un viaje al pasado en esos valses que, en las manos de los compositores del romanticismo, son livianos y amables”, señala Maldino.
El director convocó a Gómez Comini, pensando en que la coreógrafa se formó con Maurice Béjart. “Siempre me pareció que, aparte de lo sonoro, en Lux Aeterna había mucho de atmósfera y de cuerpos sensibles que pudieran ser atravesados por esta obra tan expresiva, respondiendo a la atmósfera sonora. Además, conozco el trabajo de Cristina”.
Reencuentro feliz
La coreógrafa y directora Cristina Gómez Comini se reencuentra con el Ballet y con exalumnos del Seminario de Danza que se ponen a prueba frente a la dificultad de la música de Ligeti. “Lux Aeterna es un clima que puede desorientar y que necesita de un estado del bailarín. Ocho mujeres y ocho varones materializan la atmósfera. Es un trabajo grupal que apela a texturas coreográficas. No son pasos de baile. La música tiene carácter espiritual: no estamos sobre la tierra. El denominador común de estas obras es la luz. Noche y Mañana son muy descriptivas”, comenta Cristina.
Sobre los valses de Brahms, la dificultad radica en la brevedad “Duran menos de un minuto. Son 18 canciones de amor, de jóvenes, como en un cuadro de Manet”.
Las canciones de Brahms cuentan con traducción simultánea en la pantalla, además de una columna con sonidos de la naturaleza, una pista grabada para unir las canciones. Las imágenes abstractas son del artista Julio Gambero.
“Es un programa lindo y arriesgado. Estamos todos entusiasmados y yo, muy contenta con los bailarines”, concluye Cristina.