Canciones, en la madera de una década
Mery Murúa, cantora, y Horacio Burgos, guitarrista, presentan esta noche en Cocina de Culturas el disco “Roble”.
El trabajo rescata la intimidad de su encuentro artístico.
Es la reunión esencial de la música popular nuestra, su fórmula elemental: voz y guitarra, canto y cuerdas. El canto las necesita para encontrar un continente donde entregar su contenido: ellas a él, para seguir un rumbo definido.
Mery Murúa, cantora, y Horacio Burgos, guitarrista, son dos sobresalientes artistas.
Hace 10 años ya que se encontraron, y el rastro común ha quedado plasmado en tres discos de distintos ánimos estéticos, subrayados por otros instrumentos que acudieron a los arreglos planteados por él.
Pero desde aquella primera vez, cada intento de atrapar el alma (el sentido, la belleza) de una canción ha brotado en la intimidad del encuentro entre la voz de ella, la guitarra de él y la sensibilidad de ambos.
Esa despojada molécula es que la ha sido celebrado con la edición del disco Roble, algo así como el registro de un sabor asentado en la madera de una década.
Será presentada esta noche las 22 en Cocina de Culturas, con el clima de la misma reunión esencial que la dio a luz: los dos, mano a mano y a la par.
“Es un disco de los dos, sí; de alguna manera en los otros siempre quedé al frente. Siento una liber- tad muy grande cuando toco con Horacio: él me ha hecho ver a mí otro modo de respirar las canciones”, dice ella.
Horacio lo siente de un modo parecido: “La Mery canta con una respiración rítmica que es la que yo siento; es como si fuera una prolongación de la manera en que a mi me gustaría cantar. Zanjando las distancias, Paco de Lucía y Camarón de Isla decían que la clave de su encuentro es que para uno el otro cantaba como a él le hubiera gustado cantar, y al otro, tocar la guitarra como su compañero. Y era así: uno toca como si cantara y el otro canta como si tocara”.
Historia de un encuentro
Todo comenzó en un lugar llamado Ruido de Fondo, aquel bar de música de Alta Córdoba en el que pasaban cosas buenas. Fueron presentados por Pepe Novo, con la intención consciente de que fecundara una relación musical.
“Entonces, Horacio me invitó al escenario y cantamos Zamba azul (Tejada Gómez y Tito Francia), la canción que, precisamente, abre este disco. Es que hay aquí cosas que tienen que ver con lo añejo. Nosotros siempre hemos elegido el repertorio juntos porque tenemos un gusto muy parecido, y en el camino juntos nos han acompañado muchas canciones que han estado siempre en nuestro repertorio, que siempre nos ha dado un enorme placer interpretarlas, pero que por una razón u otra no han quedado en un disco”.
Es decir, la historia compartida tiene pequeños hitos. Una de esas señaladas y que hasta aquí sólo atesoran los que han asistido a algunas presentaciones, es la Zamba de Argamonte (Cuchi Leguizamón y Manuel Castilla). Hay más zambas, como Del Cercador, en un homenaje a Ramón Navarro, inspirador de ambos. Pero también algún bolero y hasta un tango, en la voz de la nueva vocalista de la Orquesta Provincial de Música Ciudadana.
Mientras tanto, Horacio ha dejado varios testimonios con su instrumento en discos con su quinteto, su trío, junto al bandoneonista Damián Torres, o al contrabajista Tero Buschini y algunos más.
Su fascinación inicial por la guitarra estaba unida a una voz, pues es la que le despertó su abue- lo albañil cuando al atardecer de cada día de trabajo.
Su tarea con la guitarra no se agota en la palabra acompañar a la voz, sino en integrarse con ella. Y dice del acto de cantar: “El cantante canta bien; el cantor, dice bien. Siento que la música popular es poder y saber contar una historia, que ese es el corazón del canto”.
Para ambos, el alma del disco y del momento contenido en él, es un regreso a la alquimia primera.
“Es bueno volver a la fuente para no equivocar el camino, para no olvidarte qué era lo que te conmovía, lo que te convocaba”, dice Mery.
“Es como regresar al origen después de haber hecho caminado y viajado. Es como cerrar el círculo: se aleja y vuelve siempre al círculo”, refrenda Horacio.
La cita es esta noche en Cocina de Culturas.