Larga vida a la obra “N/ Narco”.
“N/ Narco”, la obra dirigida por Rodrigo Cuesta, lleva seis años en escena y tuvo varios cambios dramatúrgicos y de elenco.
N/Narco estrenó el 4 de noviembre de 2013 en El Cuenco Teatro y se mantuvo en cartel de manera ininterrumpida hasta la fecha. El boca en boca fue imprescindible para la supervivencia de la obra, pero también lo fue el espíritu inquieto del director Rodrigo Cuesta y los múltiples cambios que tuvo el proyecto a lo largo del tiempo, tanto en el elenco como a nivel dramatúrgico.
“Los primeros cambios que aparecen en la obra claramente son los de reemplazo del elenco original. La idea desde un principio fue intentar sostener N/Narco el mayor tiempo posible, y para eso necesitaba reemplazos. Y así empezamos con millones de cambios, siempre en pos de que la obra se mantenga, no se corte y sigamos haciendo funciones”, cuenta Rodrigo Cuesta.
Y agrega: “Los cambios en el elenco siempre fueron para mantener la obra en pie e ir mejorando, y los cambios de la obra en sí nunca fueron porque no funcionara para el público, sino porque se fueron ajustados escenas o fuimos entendiendo mejor el mecanismos del juego”.
N/Narco es una “comedia policial, queer, musical, de enredos, drogas y dramas familiares” con una lógica tan cinematográfica como teatral. Los personajes, la música, las luces y el texto forman un todo perfectamente sincronizado que se vale del talento y la precisión de los artistas, tanto arriba como abajo del escenario.
Narciso y Nicolás acaban de ser
abandonados por su madre y mantienen encerrado en una habitación a su más flamante padrastro, un DJ de los ‘90. A la historia se suma Nacho, un amigo de los hermanos que llega con un portafolio lleno de cocaína y la intención de conocer al nuevo huésped de la casa.
Pero más allá de la trama y de lo que ocurre sobre el escenario, la obra es además una fiesta para el público. La experiencia comienza con una particular previa y termina con unas ganas irrefrenables de saltar de las butacas para bailar cada uno de los hits noventosos que se suceden como videoclips.
“Entendí que N/Narco no tiene que ser una fiesta para mí solo, sino que el espectador también se tiene que enganchar en esa fiesta. Por eso la previa, por eso la música en la antesala, por eso las Mamitas convidándote unos tragos en la entrada y luego invitándote a su casa, a su fiesta. El espectador agradece y nosotros también”, reconoce Cuesta.
La Mamita que menciona Cuesta es otro de los cambios que tuvo la obra a lo largo del tiempo. “En un principio ese personaje lo realizaba el actor que no salía más a escena. Luego me pareció bueno que estuviera presente y que fuera alguien sólo dedicado a ese personaje. Así apareció Mamita en escena, que a la larga necesitó un lugar particular dentro de la estructura de la obra. Entonces ya no salía sólo al final, sino que tenía un pequeño desarrollo. Y luego vino otra, y después otra, y en algunas funciones llegó a haber tres en simultáneo, aunque sigo soñando con que haya seis o siete”, imagina Rodrigo.
Por último, reconoce que el público siempre acompañó: “Es raro en Córdoba poder sostener en cartel tantos años una obra y encontrarte con gente que ya la vio cinco o seis veces”.