Lerner y Montaner, un toque emotivo para los nostálgicos
Después del paso de Fabricio Rodríguez y de una encantadora Soledad, la primera noche del Festival de Villa María fue un combinado de grandes clásicos, tanto del rock nacional como de la canción latinoamericana.
Momentos de emoción y suspiros al por mayor fueron los que generaron los hitos de Alejandro Lerner y de Ricardo Montaner, ya en las primeras horas del domingo.
Lo de Lerner fue un golpe al corazón de los nostálgicos: en su gira por los 35 años de Todo a pulmón, que presentó en varios festivales cordobeses, repasó otros clásicos populares, muchos de los cuales se amplificaron por efecto de la televisión. Vale recordar Juntos para siempre, Volver a empezar o Campeones de la vida, canción que le dedicó a todos los que buscan trabajo.
Capítulo aparte mereció Algo de mí en tu corazón, un tema que la gente no esperaba encontrar en el repertorio pero que agradeció entre las canciones guardadas en ese baúl de recuerdos.
Uno de los temas más ovacionados fue Amarte así, una balada con más de 15 años de historia que todo el anfiteatro coreó. Después de la entrega de un reconocimiento a la trayectoria por parte de la Municipalidad, llegó el bis final con Todo a pulmón cantada en conjunto desde las pantallas con Abel Pintos, Axel y Lali Espósito. El romance con Montaner
Y luego llegaría Ricardo Montaner, poquito antes de las 2 de la madrugada. Las pantallas se desplegaron por completo con imágenes enormes y salió Ricardo Montaner junto a su también gigantesca banda de más de 10 músicos en escena.
Su set arrancó con La chica del ascensor, un tema de 1989 que se hiciera luego popular gracias a la versión del “Potro” Rodrigo, y siguió Será, megahit de 1991 en una exquisita interpretación, y El poder de tu amor de 1999. El show para el recuerdo también contó con el tema Castillo azul y el más nuevo Qué vas a hacer ahora.
Luego pasó a temas más movidos como Vamos pa’ la conga y Soy feliz, donde todos se levantaron de sus asientos para bailar, hasta que volvieron los lentos como Bésame. Allí Montaner hizo el experimento de juntar a una chica y a un chico que no se conocían y los hizo pasar todo el tema mirándose hasta que finalmente se besaron y el público estalló en un aplauso. Me va a extrañar fue el momento cúlmine sobre el final, junto a los infaltables Tan enamorado, Déjame llorar y Llevarte a la cima del cielo.
Con todos esos clásicos en sus bolsillos, los espectadores se fueron contentos a sus casas, pasadas las 3.30 de la madrugada.