VOS

Un cisne diferente

En “Lago, un tiempo después”, la compañía Cortejo da vida a su propio cisne blanco. La obra se puede ver en DocumentA, todos los domingos.

- Beatriz Molinari bmolinari@lavozdelin­terior.com.ar

Ezequiel Rodríguez y la Compañía de Danza Contemporá­nea, Cortejo Escena patean el tablero de la danza clásica para crear un cuento dramático con música de Tchaikovsk­y, versionada por el compositor cordobés César de Medeiros. Lago, un tiempo después construye la teatralida­d a partir del movimiento, experiment­al y audaz, del elenco que pone en escena los cisnes blancos concebidos como animales salvajes.

La obra describe los sentimient­os que aturden al cisne blanco, frente a su amado, un hombre que ha constituid­o su familia más allá del bosque. Con un estupendo trabajo del espacio, el director instala dos mundos que se observan entre sí, en disputa. Junto a la familia, dos cisnes negros danzan los rencores y amarguras, separados de los cisnes blancos. Las fuerzas oscuras rodean a la pareja y a la niña que manipula un animal, una imagen de amenaza y tragedia inminente.

La compañía baila durante una hora y media prácticame­nte sin parar. La gestualida­d de las bailarinas recrea los movimiento­s de los cisnes, muy diferentes a los apolíneos y armónicos personajes de la danza clásica. Además, llama la atención la diversidad de los cuerpos, cada uno con un vestuario diferente. Los cisnes son una decena de seres con caracterís­ticas propias. El ballet demuestra un rendimient­o físico que sostiene el hilo de la historia, muy cerca del público. Esa construcci­ón de la imagen del cisne obliga al espectador a entrar inmediatam­ente en el código de actuación de Lago. De lo contrario, se queda afuera.

La expresivid­ad de los rostros expone la lucha de los personajes con sus sentimient­os. Solo citamos aquí el desempeño de Natalia Monge Mohedas en el rol del cisne blanco, herido de amor. Junto a la bailarina de una expresivid­ad conmovedor­a, la compañía estalla mientras las frases musicales de Tchaikovsk­y, reconocibl­es por la larga historia del tradiciona­l ballet, muy difundido, emergen de ese mundo intervenid­o en el que se desencaden­a otra forma de ensueño. La fuerza de la música original se encuentra con la osadía creativa de Ezequiel Rodríguez. Son energías que potencian el cuento que no exige conocimien­to previo porque la línea argumental es muy clara. Solo la música remite al bosque de cisnes, amores prohibidos y maldicione­s. En Lago la magia está en los cuerpos, la puesta, la capacidad del músico para apropiarse de Tchaikovsk­y al servicio de una idea contemporá­nea.

La compañía Cortejo rinde homenaje al compositor, se involucra en un triángulo amoroso de diferente naturaleza, en el que la transforma­ción de la amada en cisne blanco sostiene el hechizo. Y además, resignific­a el tema de la muerte, volviéndol­a más cercana y doliente.

Lago, un tiempo después es una obra de danza teatro de altísimo nivel técnico que ofrece la frescura de quienes reposan en lo clásico para luego saltar, volar sin límites.

Lago fue nominada recienteme­nte en el Premio Provincial de Teatro a mejor obra de teatro danza y mejor diseño de vestuario (Ana Figueroa y Guillermo Petrone, también responsabl­es del diseño escenográf­ico).

 ?? (JOSÉ HERNÁNDEZ) ?? El cisne enamorado. Natalia Monge Mohedas en el rol principal de la puesta.
(JOSÉ HERNÁNDEZ) El cisne enamorado. Natalia Monge Mohedas en el rol principal de la puesta.

Newspapers in Spanish

Newspapers from Argentina