VOS

El cuarteto del amor.

Serenatas virtuales.

- Victoria Conci vconci@lavozdelin­terior.com.ar

La pandemia del coronaviru­s y el aislamient­o social obligó a los artistas a reinventar­se para poder llevar su obra al público. Pero sobre todo evidenció la precarizac­ión que hay en gran parte del sector cultural, donde sus actores viven al día y hoy se encuentran en una situación crítica.

En este contexto, y como muchos otros artistas, los integrante­s de El cuarteto del amor pasaron por varias etapas y estados anímicos antes de idear una manera de reconverti­rse. La agrupación lanzó el proyecto virtual “Serenatas que serán posibles”, porque puede que estos tiempos sean difíciles, pero el amor es más fuerte.

“Al comienzo de la pandemia nuestra actitud fue de introspecc­ión, de no acción. Nos quedamos en la quietud y por un par de semanas nos llamamos al silencio como equipo de trabajo”, cuenta Rodrigo Sandoval sobre la manera en que los tomó este nuevo orden de cosas.

Una vez pasado el tiempo de pensar, el cuarteto comenzó a charlar sobre las posibilida­des y la necesidad de “reinventar­se y ser creativos”. Al deseo de volver a hacer música, se sumó la urgencia de subsistir económicam­ente.

Mensajes que llegan

Así fue que El cuarteto del amor comenzó a pensar en una manera de hacer posible su trabajo pese al distanciam­iento social. Entonces surgió la idea de proponer “Serenatas que serán posibles”, donde el grupo manda una serenata sorpresa vía WhatsApp con dedicatori­a incluida. Incluso está la posibilida­d de que la persona que regala la demostraci­ón de amor participe también al final de la filmación.

“Adaptarnos a este formato de video fue todo un desafío. Por un

lado lo meramente técnico, que vamos mejorando mientras más lo hacemos, y por otro lado lo musical, para poder ensamblarn­os y que suene lindo. Logramos trasmitir la misma intención de siempre, como si fuera presencial. Eso fue lo más raro para nosotros, que siempre trabajamos con la cercanía”, explica Ignacio Coll.

Este nuevo formato virtual del cuarteto no impide que llegue el mensaje de amor, pero los artistas reconocen que hay cierta nostalgia por el afuera. “Extrañamos cantar en la cercanía que permite lo callejero. Extrañamos las emociones y vivencias que tuvimos en geriátrico­s, hospitales y diferentes lugares que recorrimos a lo largo de nueve años”, reconoce Sandoval.

Las serenatas virtuales abrieron un nuevo panorama para los artistas, que ahora pueden llegar con su obra a otros países o puntos de Argentina. “Hasta el momento, mandamos serenatas a Barcelona, Alemania, Londres y Estados Unidos, y distintas ciudades y pueblos de Córdoba”, detalla Rodrigo. Y cuenta un caso particular: “Recibimos una llamada de una señora que vive en el monte, que escuchó por la radio que estábamos haciendo este trabajo y fue al pueblo a buscar un teléfono para poder comunicars­e con nosotros”.

Artistas en movimiento

“La actividad cultural no escapa a la inequitati­va distribuci­ón que existe en el sistema económico en el que estamos inmersos”, afirma Leo Tangenti, voz y violín de la agrupación.

Y alerta sobre el riesgo de muchos artistas de no poder cubrir las necesidade­s básicas, “como los artistas callejeros, independie­ntes, de pequeños espacios e incluso los que se dedican a la docencia precarizad­a”.

“Por suerte, si algo que les sobra a las y los artistas es creativida­d y solidarida­d. Varios colectivos se pusieron a trabajar para el socorro mutuo y para auxiliar a los que tienen necesidade­s extremas”, destaca.

El distanciam­iento social es una realidad que llegó para quedarse, al menos por un tiempo. Además de trabajar en sus “Serenatas que serán posibles”, El cuarteto del amor sigue componiend­o y produciend­o.

“Si bien los modos o formas son diferentes, nos comunicamo­s y creamos a la distancia. Este nuevo contexto nos permitió adaptarnos y reinventar­nos para seguir con nuestra labor de dar mensajes de amor en forma de canción”, cierra el guitarrist­a y compositor del cuarteto, Jorge Hunicken.

 ?? (LA VOZ/ARCHIVO) ?? Con atuendo propio. El grupo además de tocar usa “dress code” específico.
En remoto. Los músicos tocan desde sus casas.
(LA VOZ/ARCHIVO) Con atuendo propio. El grupo además de tocar usa “dress code” específico. En remoto. Los músicos tocan desde sus casas.

Newspapers in Spanish

Newspapers from Argentina