“Me puse mucho más creativo que antes”
Esta noche , Leo García ofrecerá un concierto en streaming con entrada paga. Dice que la cuarentena lo puso tan creativo como reflexivo, y que terminó por aceptarse.
Además de ponerlo terriblemente creativo, la cuarentena le permitió a Leo García repensar su mundo privado. O si se prefiere, su lugar en el mundo de todos.
Precisamente, uno de los resultados de ese debate interno es la convocatoria a un show en streaming con entrada paga, a realizarse esta noche a las 21.
Las entradas se venden por Ticket Hoy y se transmitirá por la plataforma de esa empresa creada para tal fin (ar.tickethoy.live).
“Cantar en Instagram y por necesidad personal, es algo que puede hacer todo el mundo. Pero yo soy un profesional. Me formé en esos términos, sabiendo que no podés gustarle a todo el mundo. Me hago cargo (y vivo) de lo que hago... Entonces, me pareció muy buena la propuesta de hacer show con venta virtual, teniendo en cuenta que todo está hecho un desastre todo y la incertidumbre manda”, dice Leo García a VOS desde su departamento del barrio porteño de Belgrano.
Volver a “Mar”
Para la ocasión, el trovador electro y mutante propuso revisar Mar, aquel disco de 2001 que lo catapultó a la consideración masiva, con Morrissey como tema promocional y la producción artística de Gustavo Cerati.
“Siempre tenía pensado presentar Mar porque, si lo hacía, me iba a ir bien. Fue un disco que se vendió mucho y presentarlo como ‘retro’ era algo que me debía. El año que viene cumple 20 años, por lo que tenía pensado hace una Trastienda, un Niceto o un Ópera. Pero como al futuro se lo llevaron preso, ante la invitación dije ‘Hagamos Mar’. Ya estoy nervioso por lo del sábado porque, insisto, el vivo de Instagram no tiene presión ni compromiso”, añade Leo, quien acondicionó una de sus habitaciones para un espectáculo de alto impacto visual y tecnológico.
“Haré algo bien pop... Me quiero divertir. Haré todas las canciones de Mar con los sonidos originales que Gustavo me dejó. Es hermoso recordar aquel momento. A ese éxito lo disfrute con una consciencia diferente de la que tengo ahora. Fue un momento muy importante en mi vida”, dice.
Y completa: “Si viviera lo que yo viví entonces, cualquier artista vería ese momento como algo sagrado. Lo tenía a Cerati como mi ángel de la guarda. Hemos pasado momentos divertidos y de locura, no locura de droga ni de joda sino de estar obsesivos con el disco. Tengo a Cerati, a la compañía y a mi mánager, una monstrua... Tengo a todos dando opiniones sobre mis canciones”.
Y sigue: “En un momento estábamos en Los Ángeles en un descapotable, con Gustavo al volante y escuchando el disco a todo lo que da. Y Moby y mucho hip hop. Y a los pocos meses me encontraba en un teatro de calle Corrientes actuando con Moris, con Litto Nebbia, con Romina Cohn... Todo era ‘se viene algo grande’. Y sucedió. Después cambiaron las cosas en la industria, y no pude mantener ese nivel de éxito. Pero ahora lo importante es que seguimos vivos y con salud”.
Leo García cerró la consideración anterior con una referencia a la situación de pandemia, la que sentó las bases de este autoanálisis furibundo.
Abonados por el encierro y el distanciamiento social, no sólo afloraron los pensamientos de Leo García sino también su música.
Creativo
“Llevo bien la cuarentena, aunque ya estoy un poco harto, a decir verdad. Porque esta es una batalla mental y física. A mí me invade mucho el físico porque antes de esta situación había hecho un cambio de vida que me puso a correr y a ejercitarme. Al no tener esa posibilidad, empiezo a acusar la falta del movimiento”, diagnostica.
“En reacción, me puse 100 por ciento más creativo que antes – revela–. Me puse todo el tiempo a grabarme yo mismo, a producirme yo mismo. Eso siempre quedaba medio a medias, porque yo era de programar todo en la máquina y después ir a un productor. Ahora no, lo hago yo solo desde mi propia computadora. Aprendí a hacer mis propios videos para subir en los y en las historias de Instagram como modo de práctica, pero estoy 24/ 7 frente a la computadora y grabo tres canciones durante el día y hago sus respectivos videos a la noche. Es realmente impresionante cómo me activó creativamente esta situación”.
–¿Sentís temor ante lo incierto?
–El miedo nos invade a todos, pero mi situación es que soy un tipo solo. Soy solo, no es que me quedé solo en la vida. Al no tener el compromiso de una familia con hijos, tengo la sensación de que la vida me propone otro guion. Estaba viviendo una vida bastante trastornada. Estaba viviendo de un éxito que había sido sin saber que sólo por haberlo vivido ya era exitoso. Pero no lo podía entender. Sentía que estaba arrastrando algo que había sucedido en el 2001, 2001, 2003, 2004. Me costaba mucho enfrentar la realidad y me trastornaba. Pensando siempre en tácticas y en hacer “esa” nueva canción, terminaba en un bar tomando alcohol, cayendo, volviendo a empezar, yendo al psiquiatra. Cuando pasa lo de pandemia, no quedó otra que quedarse en casa y pensar muy bien para qué nací y qué es lo que más me gusta hacer. El resultado es que quiero ser Leo García y quiero ser mejor que nunca. Y caí en la cuenta de que me encanta ser Leo García.
–Vuelvo a “Mar” y a su máximo hit. ¿Qué sentiste cuando Morrissey cantó “Morrissey” en el Luna Park?
–Me largué a llorar. Fue muy emocionante. Me mandó a llamar y fui a verlo a su hotel, pero terminé hablando con el guitarrista (“Boz” Boorer). Me dijo que Morrissey me quería muchísimo, que tenía todos mi discos pero que estaba deprimido y que o podía salir del cuarto. Nada es más Morrissey que eso. Después supe que abrió una disquería y que allí vendía un vinilo que compila sus temas favoritos... ¡¡¡Morrissey está ahí!!! No olvidemos a (el crítico) Pablo Schanton, quien tuvo la genialidad de hacer las letras de Mar. Sin él, no existiría esa canción. Volviendo a Morrissey, en todo este encierro y todo, estuve armando Todos los días son como el domingo (Everyday Is Like Sunday), así, en castellano. Una versión muy hermosísima con la letra muy cuidada porque Morrissey es un jodido.
Abrazo de León
Otra muestra de la productividad de Leo García en cuarentena es la canción Pasará, pasará, que “busca contagiar un sentimiento de comunión entre quienes tenemos que transcurrir este momento de aislamiento”.
“Como cantaba Litto Nebbia, ‘toda canción será plegaria’… Este tema, bajo el influjo del rock argentino más clásico, pide y busca esa ‘luz al final del túnel’. Se aferra a una plegaria en este momento difícil del mundo, cuando el miedo y la distancia nos hacen sentir más niños que nunca”, fundamenta Leo sobre una composición que interpretó junto a León Gieco en el reciente Quilmes Rock virtual y que en los próximos días será himno distintivo de una movida solidaria pensada por Lito Vitale y Juan Carr.
Leo, finalmente, cierra: “Me ha emocionado muchísimo hacer la canción con León Gieco, he llorado a mares... Porque León sí supo dar un abrazo a la lejanía... Otra vez más tengo un gran exponente a mi lado. Primero con Melero, luego con Cerati y Litto Nebbia y ahora con León. Él está cantando la canción porque realmente la siente de corazón... Y lo hizo en un momento en el que necesitaba que me elevaran el autoestima. ¿De qué me puedo quejar? Estoy acá, solo y triste en este mundo abandonado... No tendré la balsa, pero sí, a León Gieco”.