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Festival Bum Bum. Un arranque de máxima temperatur­a popular

La primera edición del evento organizado por Carlos “La Mona” Jiménez tuvo anoche su señal de largada en el Hipódromo, a puro baile y agite. Sigue hoy.

- Brenda Petrone Veliz

Ayer fue la primera edición del Festival Bum Bum en el Hipódromo de Córdoba, el primero organizado desde el entorno de Carlos “La Mona” Jiménez. El evento contó con una diversidad de géneros musicales que marcaron diferencia con los clásicos bailes de “La Mona”.

Una de las figuras que marcó la escena fue sin dudas L-Gante, que subió al escenario a las 20.30.

Con un audio en el que hablaba de su vida mientras decía “nosotros no somos trap, somos cumbieros”, el artista dio inicio a su show con LGante RKT –el mismo tema con el que cerró– y la gente se bailó todo.

Muchos celulares filmaban a la figura que se movía entre bailarinas y cañones de fuego. Agachado a medias, con un flow que trepaba los géneros urbanos, L-Gante resaltaba su cumbia 420 entre las estrofas. Un “Bienvenida familia” dio paso a un show en el que, de vez en cuando, el artista cortaba, cambiaba de vestuario y mostraba imágenes de su carrera sobre la pantalla Led del fondo.

Después, el cumbiero invitó al público a deletrear el abecedario y a cantar sus recientes colaboraci­ones con Tini (Bar), Pablito Lescano (Perrito Malvado), entre otras.

Antes de L- Gante, bajo el sol de una tarde de verano calurosa, Slim Dee y Chadia Rodriguez abrieron el festival. El artista le puso bases mixtas al escenario principal y animó a los valientes que llegaron temprano. La italiana mantuvo una relación más lejana con e público y generó más agite con su DJ. Ambos, raperos de la nueva era, fueron las primeras figuras que resaltaron el concepto de diversidad musical del evento.

Al inicio del festival, en una recorrida por el predio, se veía cómo en los puestos de venta del “ticket Bum Bum” se empezaban a armar filas. Para comprar comida, bebida o merchandis­ing, el público debía cambiar su dinero por estos vales de 200 pesos cada uno. Para darse una idea, un vaso de cerveza valía cinco tickets.

Pero ninguna cola era tan larga como la que se formaba al ingreso del Museo de La Mona. La línea del tiempo de la historia del cuartetero crujía entre las paredes de la carpa negra y cada atuendo lucía la belleza del grande de Córdoba. La gente se sacaba fotos con su figura a escala vestida de un rojo brilloso, diseño de su paso por el Lollapaloo­za.

Las caras de alegría asadas de calor dejaban ver la ansiedad de volver a un baile, pero en la comodidad de un Hipódromo. Entre esas sonrisas amigables, los chicos de la Fundación Empate pasaban por el punto de hidratació­n, armado con unas duchas de ingenio para el calor.

Los Caligaris

Cuando faltaban 20 minutos para las 22, Los Caligaris subieron al segundo escenario del predio. La fiesta se encendió en minutos con Todos locos. Con sus típicos atuendos, los músicos se reunieron cerca de un árbol de globos, ante un público que saltaba sin parar.

Unos paneles largos y altos ponían color a la escena. Luego trajeron Nadie es perfecto a la pista. Solo faltaba una pareja a punto de casarse para que arrancara el baile típico de las bodas que trae a la mente ese famoso tema.

Con Quiero cumbia, la banda invitó a la Fundación Empate al escenario para un trencito. Luego, una pelota de fútbol gigante pasó al público, que la devolvió, y uno de los trompetist­as hizo un gol. “Córdoba, campeón del mundo” gritó el baterista.

Con la noche aún joven, la gente impaciente agitaba para que saliera “La Mona” al escenario. “Lo esperamos dos años, mirá si no lo vamos a esperar ahora”, dijo el cantante de Los Caligaris, y cantó una canción del Mandamás para calmar las aguas.

Los músicos invitaron a Pablo Lescano de Damas Gratis a cantar Asado y Fernet. Seguido de eso, prendieron una parrilla, armaron una espirituos­a bebida sobre el escenario y el cumbiero pidió “50/50”.

Casi con teletransp­ortación, Pablito Lescano se movió del segundo al primer escenario y arrancó con toda energía. Si bien su lista comenzó con un clásico viejo, Me vas a extrañar, fue el que más coreó la gente. La cortina de humo que levantaron los pies del público por la tierra del predio subió al cielo y dejó que Lescano y la banda corrieran con cumbia villera por toda la velada.

Al cierre de esta edición aún, no había subido “La Mona” al escenario y se desconocía cual era el cierre sorpresa.

 ?? NICOLÁS BRAVO ?? MUSEO DE CARLOS “LA MONA” JIMÉNEZ. Fue una de las propuestas que había en el predio que más visitas tuvo del público en la primera jornada del festival.
NICOLÁS BRAVO MUSEO DE CARLOS “LA MONA” JIMÉNEZ. Fue una de las propuestas que había en el predio que más visitas tuvo del público en la primera jornada del festival.
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La banda cordobesa puso el agite necesario para el baile.
NICOLÁS BRAVO CALIGARIS. La banda cordobesa puso el agite necesario para el baile.

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