Festival de Cosquín. Con la emoción del reencuentro
EN VIVO. En la vuelta del evento, la plaza se mostró conmovida, con un marco discreto por las bajas de Jorge Rojas y Jairo y la amenaza de lluvia.
Volvió a cantar Cosquín, con el espíritu intacto a pesar de los protocolos, los barbijos, los miedos, el clima, la falta de agua, las adversidades. Abrió un 62a edición del Festival Nacional de Folklore que sin dudas estará atravesada por todo este ineludible contexto, aunque con la satisfacción de que el milagro se puso en marcha una vez más, como dice el histórico himno del festival.
El estruendoso “vengan a ver el milagro, Cosquín empieza a cantar”, pareció escucharse con más fuerza que nunca después de la ausencia de 2021.
Ese mismo himno fue el que hizo palpitar los corazones de una plaza que mostraba un marco discreto apenas pasadas las 22. Las bajas por Covid de Jorge Rojas (reprogramado para el miércoles) y Jairo, más la amenaza de lluvia, sin dudas hicieron mella en la convocatoria de un primer sábado con una verdadera multitud en las calles aledañas. El ingreso a la Próspero Molina, con pase sanitario en mano y sin demasiados inconvenientes.
Y también volvió a bailar Cosquín, con una colorida apertura a cargo del Ballet Camin dirigido por Rodolfo Uez, quien comenzó a despedirse de su cargo tras dejar una profunda huella en el legendario cuerpo de danza. “Abrazos” se titula el espectáculo presentado, que logró conmover por su concepto nacido en ese gesto irreemplazable y en cuyo epílogo contó con un merecido homenaje a los trabajadores esenciales de la pandemia.
Antes, la arenga de Claudio “Pipulo” Juárez sonó clamorosa (no así los fuegos artificiales, que hace un tiempo ya salen sin fuertes estruendos para no perturbar a personas con sensibilidad auditiva y animales) y marcó el rumbo de una primera luna musical que prometía grandes emociones, como la que provocó al interpretar el Himno Nacional Argentino el Cuartet Karé, el grupo rosarino que estuvo a la altura para reemplazar a los ausentes Rojas y Jairo en ese tarea.
Chamamé en la voz
Conmovedora como se preveía fue la presencia de Ofelia Leiva, encargada de abrir la grilla con grandes clásicos del chamamé y su inclaudicable espíritu de artistas, desde su silla de ruedas y a pesar de las múltiples enfermedades que padeció en los últimos años.
Una merecida ovación recibió tras dos décadas de ausencia en el festival, que durante años le demostró su afecto mientras integró el dúo Rosendo y Ofelia junto a su compañero de vida fallecido en 2007. Sin dudas, el aura del cantor cordobés nacido en General Deheza sobrevoló la Próspero Molina.
A continuación se esperaba por Opus Cuatro en su despedida de los escenarios, los mencionados Karé, Sofía Assis (ganadora del Pre Cosquín como solista vocal), Postales de Provincia con Santa Cruz (que incluiría un homenaje a Rubén Patagonia, quien atraviesa hace un tiempo un complicado momento de salud), Baglietto-Vitale, Martín Paz y el cierre a cargo de Juan Fuentes, convocado a último momento por las citadas bajas. Sin dudas, un gran desafío para el cantor salteño.