Rosalía, pero siendo como todos
Rosalía Vila Tobella entró en nuestras vidas como una bocanada de aire fresco, una brisa que venía a cambiarlo todo. Todos querían ser como Rosalía, sonar como ella, hacer lo que ella.
El mal querer revolucionó la música en español y les abrió la puerta a todos los hispanohablantes dentro de la industria de la música estadounidense, como también lo supo hacer, en su momento, Luis Fonsi con Despacito.
Con El mal querer, Rosalía presentó el paquete completo, la experiencia flamenca llevada al mundo de hoy, a los jóvenes, a las masas. La música, las letras, el imaginario, la gráfica, el vestuario, los bailes, las palmas, los peinados, todo en conjunto fue una obra maestra.
Sin embargo, algo pasó: pasamos de todos queriendo ser como Rosalía, a Rosalía siendo como todos los demás.
Después del lanzamiento de su segundo disco de estudio, la catalana dejó a todo el mundo expectante: ¿Qué va a hacer Rosalía ahora? era la pregunta reinante, y la vara estaba muy alta.
Si bien experimentó con sencillos independientes como Con altura con J Balvin, y un EP con 2 canciones, Fucking Money Man, el tercer disco de estudio llegará cuatro años después, bajo el nombre Motomami.
Hasta ahora, del disco solo escuchamos La Fama, junto a The Weeknd, y SAOKO. El primero, una bachata; y el segundo, un reggaetón que se mezcla con el neoperreo.
Nada nuevo sobre la mesa, nada tan sorprendente como Malamente, Pienso en tu mirá ,o Bagdad .Si bien evoca a la sororidad motorizada de su segundo disco, parece que la búsqueda pasa más por incrementar la audiencia que por saciar la sed artística, apostando más por los géneros latinos que al flamenco de su tierra natal.
“Parece que la búsqueda de Rosalía pasa más por incrementar la audiencia que por saciar la sed artística”.