Claves para no quedar varado
Las tablas de marea son la primera fuente de información, pero no alcanzan para navegar sin problemas. Cuáles son los otros datos a considerar.
Todos aquellos que han realizado el curso de timonel han estudiado las mareas, tablas de mareas, tablas de inter polación, reglas de los duodécimos, etc. Al ver las tablas de marea observamos que la amplitud en el Río de la Plata es de apenas un metro como má x imo, sin embargo, muchas veces supera los dos o tres metros de diferencia. Eso nos ind ica que las t ablas no nos resuelven todo el problema cuando navegamos en el río.
Pero, ¿por qué no? Porque los vientos inf luyen significativamente en las alturas de las aguas de nuestro estuario. Es lo que se conoce como marea meteorológica, que incrementa o disminuye las alturas de las aguas de las mareas astronómicas, que son las que nos dan las tablas y que dependen en mayor medida de la luna y, en menor, del sol.
Primer error
Entonces, si estas tablas no resuelven este problema qué hacemos. Veremos a continuación algunas formas prácticas para determinar por dónde podemos navegar. Lo primero que debemos saber es adónde queremos ir y ver qué información tenemos. Cuando le preguntamos a algún navegante cómo hace para ir a pescar en zonas donde hay poca profundidad, lo común es escuchar: “No hay problema, miro las profundidades en la carta o en mi GPS y listo, de esa forma navego sin inconvenientes”.
Eso es un error. ¿Por qué? Porque el relevamiento batimétrico –determinación de profundidades– de las cartas es muy antiguo y no refleja la realidad en nuestra zona de navegación. Y en los GPS muchas veces se copia lo que dicen las cartas, ya que realizar un relevamiento batimétrico es muy oneroso y los particulares no están en condiciones de llevarlo a cabo.
Pero, ¿todo es un problema? No, porque normalmente cuando salimos a navegar llevamos un GPS cargado con una ruta sobre la cual nos moveremos. Estas rutas deberían estar confeccionadas por zonas donde en general es factible navegar sin