Con mosca en la llanura pampeana
Relevamos varios arroyos que derivan de los ríos Arrecifes y Pergamino con la intención de magnificar las capturas de doradillos, tarariras y chanchas. Una experiencia increíble.
Pampa es una voz quéchua que puede traducirse como “llanura”, por momentos tan extensa y plana que el horizonte parece una recta casi perfecta. Poseer los suelos más fértiles de la Argentina, llevó a que el bioma original de los pastizales se encuentre completamente transformado por la actividad agropecuaria.
Hidrográfica mente es una región muy inestable, que alterna períodos de seca y crecientes en forma cíclica, a través de fenómenos climáticos como El Niño y la Niña. Aquí la lluvia tiene un gran impacto en la pesca, complicándola o imposibilitándola por enturbiar los ríos por encima de lo admisible para la mosca. Pero esas mismas precipitaciones también renuevan poblaciones e incitan el ingreso de los peces migratorios paranaenses.
Hacía largos años que quería conocer Arrecifes, motivado por comentarios y fotos de dos pioneros de la zona: Joni Alba y Marcelo Trelles. Joni llevó su fanatismo al punto de crear el único Fly Shop de su ciudad, y que se transformó en el sitio de reunión muchos mosqueros del NE bonaerense.
Trelles es otro gran formador de nuevos mosqueros, a quien sus alumnos llaman “Maestro Shifu”, en alusión al conocido sensei de la película Kung Fu Panda. En la movida también nos acompañaban el Doc Gabriel Dinatale, otro fanático y fino conocedor de la región, junto a Leonardo Nalda y David Chuche Liuzzo que, en su fanatismo por la pesca de chanchitas, se tatuó una en un antebrazo. Les agradecemos a todos por la colaboración que pusieron para este relevamiento.
Pesqueros de la Pampa Ondulada
La zona relevada se encuentra en una subunidad llamada Pam- pa Ondulada, cuyo nombre deriva de las ondulaciones orográficas producto de la erosión de los ríos y una leve elevación del basamento cristalino. Salvo el Carcarañá, que se nutre de las sierras cordobesas, el resto posee caudales permanentes debido a las precipitaciones y múltiples afloramientos del acuífero Puelche.
Resultan los ríos con la mayor biodiversidad íctica de la llanura pampeana, por subsidio del sistema Paraná/Plata. Comparados con los ríos de la pampa deprimida (cuenca del Salado), poseen un mayor ritmo y pendiente, con innumerables afloramientos de tosca que generan pintorescos saltos y correderas. Estos últimos, son los sitios preferidos de los doradillos. A los cuales se los busca de vadeo, con ropas de secado rápido y abordajes livianos, como si fuera un curso patagónico del estilo Quillén o Malleo.
El r ío A r recifes es el más caudaloso, con una longitud de 255 km y una amplia cuenca que abarca unos 11.500 km2. Sus nacientes se localizan en la laguna de Moreno, en el partido de Colón, y tras captar los ríos Rojas, Dulce, Salto y Pergamino, desemboca en el río Paraná.
Para los muchachos de la zona es como el “patio de su casa”, el sitio donde se formaron como pescadores, pasando por todas las técnicas, desde la vara tomatera hasta lo más fino del fly fishing. Hoy son días de luto para los que aman este río, ya que sufrió una