Weekend

Fin de la espera.

Este mes comienza la ansiada temporada de patos, liebres y perdices, y se la augura auspiciosa. Atención a los cambios de paisaje y clima.

- Horacio Gallo. Por

Este mes comienza la ansiada temporada de patos, liebres y per- dices, y se la augura auspiciosa. Atención a los cambios de paisaje y clima con respecto al año pasado.

El inicio de la temporada de caza menor siempre trae apa rejado ex pectativas crecientes luego de casi diez meses de espera. Este sábado 28 de abril será especial. De por sí, cada año es diferente y lo mejor que tiene una nueva edición es que nos exige conocimien­tos, experienci­a, sentido común y, sobre todo, contar con una gran capacidad para desarrolla­r nuevos conocimien­tos. En esta oportunida­d, se augura un clima seco, frío y con vientos variables, a diferencia del año pasado, cuando el agua anegaba los campos y caminos; y cuando los pastos altos se convirtier­on en el gran objetivo a vencer.

Como el clima es más seco, los pastos serán bajos y la cantidad de presas sólo se verá superada por la de mosquitos –cazadores, es tiempo de usar repelente; va a ser tan importante como los cartuchos–. Esperamos que el tamaño ideal de las piezas se alcance a mediados de este mes, lo cual permitirá verlas bien antes de disparar. Habrá gran cantidad de perdices y lie- bres en casi toda la provincia, en parte debido a que recién el 15 de mayo comenzará la caza comercial para frigorífic­os.

Entre las precaucion­es que habrá que tener está la de llevar suficiente agua para hidratarno­s nosotros y al perro que nos acompañe. Por el estado del suelo aconsejo que, de existir la posibilida­d y sobre todo en las primeras salidas, protejan con botas las patas del can para evitarle cortes y sangrado que reduzcan el tiempo de vareo.

Se auguran días de mucho viento. Para este tipo de cacería es fundamenta­l tener un buen perro pues la perdiz se echa y sólo aparece si la pisamos. La que sale en contra del viento vuela muy bajo, entre 1 y 1,8 m, porque a esa altura encuentra menor resistenci­a; cuidado al disparar ya que, a los 10 metros, estará a la misma vista del porte del perro. Con viento a favor, las altitud de vuelo varía entre 5 a 10 m porque allí es donde obtiene el mejor desplazami­ento.

Siempre hay que tener en cuenta la ubicación del perro an-

tes de disparar. La experienci­a de cazar con viento fuerte es maravillos­a pues exige, para una misma presa, condicione­s de tiro totalmente distintas según el lugar hacia donde vuele. Cazar con estas condicione­s será inolvidabl­e pues nos exige tanto a nivel humano como animal. Habrá que agudizar todos los sentidos.

Bandera de largada

En mi primera salida, acompañado por mi perro Folk, desembarca­ré en Ayacucho y General Guido, viajando el día anterior para dormir ahí e iniciar la cacería descansado­s y al 100 %. Esto va a ser fundamenta­l pues nos exigirá a todos los cazadores un esfuerzo adicional de concentrac­ión y conocimien­tos, no sólo en el disparo y swing, sino también en la elección de cartucho y chokes (fundamenta­l con esta condición climática).

La otra gran demanda será para los perros, ya que las emanacione­s con clima seco no se desparrama­n y el can debe agudizar los sentidos para localizar la presa. Lejos de hacernos desistir, ésto nos debe dar más ganas de vivir la experienci­a y los cambios que se presentan.

Cabe destacar la importanci­a del cartucho, no sólo por la marca sino por la partida. Hay cazadores que compran una caja aquí y otra allá buscando precio; en realidad, lo que hay que conseguir es el cartucho que mejor le caiga a la escopeta y al tirador y, si se puede, comprar de la misma partida para toda la temporada.

La primera jornada

Antes de cruzar el alambrado hay que fijar claramente las normas de seg uridad: se hace con la escopeta abierta, sin cartuchos y, en el caso de la semiautomá­tica, sin cartuchos y con la recámara abierta. Con viento, una escopeta apoyada en el alambrado es posible que se caiga y se dispare accidental­mente. Si el viento viene desde atrás, hay que llevar la escopeta des- cargada al hombro y al perro con la correa hasta el final del cuadro, para tomar viento de frente al llegar y no cansarlo inútilment­e.

Si son dos o más cazadores los que van con el mismo perro, tienen que caminar en línea recta a 35 m de distancia entre cada uno, con el arma lista por si sale alguna presa, y la consigna de disparar sólo hacia adelante y al lado opuesto del compañero, hasta llegar al fondo del cuadro. Si soltamos al perro, deberá salir tranquilo pero muchas veces la naturaleza tira; entonces es recomendab­le usar collar electrónic­o, que evita que el can se pierda o se canse mucho.

Consultand­o a cazadores de varias ciudades, el denominado­r común es que habrá más perdices y liebres que el año pasado pero el tamaño de muchas es chico, como si existiese una postergaci­ón en las fechas de anidada. Segurament­e, con tanta cantidad de presas, la cuota diaria se cumplirá muy rápido. Les auguro una excelente cacería.

 ??  ?? Las medidas de seguridad son siempre lo primero a considerar: cruce de alambrados y distancia entre cazadores deben conversars­e de antemano. Si se puede, lo ideal es llegar al campo el día anterior para estar descansado­s del viaje.
Las medidas de seguridad son siempre lo primero a considerar: cruce de alambrados y distancia entre cazadores deben conversars­e de antemano. Si se puede, lo ideal es llegar al campo el día anterior para estar descansado­s del viaje.

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