Weekend

Naturaleza en acción.

Multiplici­dad de imágenes que se suceden a la par de la cantidad de fauna y flora autóctonas en una provincia que tiene mucho para dar.

- Por Patricia Mogni.

En Formosa, multiplici­dad de imágenes se suceden a la par de la variada fauna y flora autóctonas de una provincia que tiene mucho para dar.

En Formosa el visitante encuentra sorpresas constantem­ente. Estar ahí, en medio de la naturaleza, del verde, del agua, es ser uno más dentro del paisaje, que envuelve con su cálido clima y los sonidos que acompañan. De a poco, se comienzan a escuchar y a descubrir las aves y los animales, que se mimetizan con el entorno. Toda una enseñanza que hace bajar varios cambios para poder observar. Una tendencia slow que ahora está tomando importanci­a en la manera de viajar, más amigable con la naturaleza y la observació­n de la fauna sin resignar los paseos y el ritmo amable de una ciudad de provincia.

La capital de la provincia posee una extensa costanera para disfrutar caminando o haciendo running.

También la visitan los observador­es de aves. En la ciudad hay hoteles para todos los presupuest­os, museos, galerías de compras, mercados, espacios culturales y una oferta gastronómi­ca variada y con exquisitec­es locales. Sus amplias avenidas con boulevard se tornan coloridas en luces por las noches, concurrida­s por familias y grupos de amigos.

Muy cerca de la ciudad se encuentra la reserva de la biosfera Laguna Oca. Formada por el río Paraguay, tiene una gran diversidad de flora y fauna: allí se pueden observar más de 150 especies de aves. Cuenta con un amplio sector recreativo, ideal para disfrutr de la playa o hacer paseos en kayak. En temporada de verano suele haber espectácul­os musicales.

A poco más de 20 kilómetros de la ciu-

dad, con dirección Norte por la RN 11, se encuentra la Reserva Natural Guaycolec. Se trata de un refugio de animales silvestres, donde se busca proteger y criar a aquellos que estén en vías de extinción en la zona. Algunos son rescatados de cazadores furtivos, contraband­istas y venta ilegal. Y conviven con otros que fueron atropellad­os en las rutas, para su recuperaci­ón y posterior liberación.

La reserva tiene 150 hectáreas junto al río Pilagá, que conserva la vegetación del Chaco húmedo. Hay senderos y caminos para observar el monte. Cuenta con un guardaparq­ue y personal especializ­ado. En el predio se puede observar la flora nativa junto con animales menores en libertad. También hay un sector para las especies más grandes, que necesitan estar en cautiverio para su recuperaci­ón o reproducci­ón.

Salvaje por naturaleza

Un sombrero, camisa de mangas largas y pantalón son la vestimenta más adecuada para disfrutar de la aventura. Prismático­s, cámara de fotos con zoom o el teléfono serán necesarios para registrar la variedad de flora y fauna que vamos a ver. Tomando por la RN 86, a unos 170 kilómetros de la capital, llegamos al Parque Nacional Río Pilcomayo. En sus 52.000 hectáreas con las caracterís­ticas del Chaco húmedo, contiene a la Laguna Blanca. Hay pasarelas, quinchos y miradores que permiten transitar entre las plantas acuáticas. El lugar es un festín para las aves que se mezclan entre la flora. Uno de sus recorridos nos adentra en la extensa sabana poblada de palmeras caranday. Lo habitan el oso hormiguero, el aguará guazú, el chancho del monte y el ñandú.

Caminando lentamente entre los senderos, tuvimos la sensación de ser observados. Y era así. El guía nos hizo detener y mirar hacia lo más alto de las ramas, allí había un pequeño grupo de monos miriquiná. Son tímidos y se esconden muy pegados a las ramas, para mimetizars­e mejor.

Luego de la hermosa experienci­a vivida, en la localidad de Laguna Blanca pudimos visitar el Museo Regional del Nordeste Formoseño. Atendido amablement­e por sus responsabl­es, resulta muy interesant­e ya que, además de costumbres e historia, tiene un sector dedicado a los mitos y leyendas, como el kurupí, el yashy yateré, el pombero y el karai octubre.

Seg uimos r umbo a l oeste por la RN 81, que atraviesa de Este a Oeste toda la provincia. A medida que avanzábamo­s, el paisaje se tornaba más árido y el horizonte era inconmensu­rable. Las palmeras seguían acompa-

a los desbordes del río Pilcomayo o río de los pájaros, como lo llamaban los antiguos en su lengua ancestral. Es un paraíso para los observador­es de aves, ya que allí se encuentran más de 500 especies, entre las que se destacan el jabirú, pato picazo, espátula rosada, chajá y bandurria real.

Aquí los champales caracteriz­an al entorno. Son enredadera­s que envuelven a los árboles secos, producto de la inundación. El significad­o de champal es imagen fantasmal; así lo denominaro­n los aborígenes y son el refugio de las aves y de otros animales que habitan el bañado. Sus aguas son muy transparen­tes y dejan ver los peces que nadan entre las plantas acuáticas. Los yacarés observan con sus prominente­s ojos, camuflándo­se entre las lentejas repollito de agua. Tranquilos, se pasean indiferent­es ante nuestras cámaras y miradas. Navegar en el bañado nos permite ver bien de cerca cada detalle. De enero a marzo, el bañado recibe la mayor cantidad de agua y, a partir de marzo, comienza a bajar paulatinam­ente, concentran­do en menor espacio, mayor cantidad de especies. Entre abril y septiembre es el momento para la navegación y, de octubre a diciembre, la época seca, en la que se puede acceder a pie.

Los champales se derraman sobre las aguas como verdes fantasmas en un paisaje tan intrigante como sorprenden­te. Esto ocurre cuando aún están las enredadera­s pues, cuando se van secando, los árboles, en lugar de hojas, tienen pájaros. Son tantos los que se posan sobre sus ramas que pueden confundirs­e con follaje.

Calidez y orgullo

Llegamos al paraje Fortín Soledad, por la Ruta Provincial 32. Nos esperan en la casa de Antonio junto a Porqui, un pequeño pecarí de collar que actúa como un perro. Hasta se tira panza arriba para que lo acaricien. Marité con entusiasmo nos cuenta los proyectos que tienen en la comunidad relacionad­os con el turismo. La casa es fresca, su techo tiene troncos de palmera como tejas, buenos aislantes. Compartimo­s un exquisito almuerzo bien típico del lugar: empanadas de charqui, chivito, chanfaina y mazamorra de postre. Exquisitec­es que fueron superadas por la calidez con la que los lugareños reciben a los turistas. Antonio contó que a su hija le dio el nombre de Estrella Soledad en honor al bañado y al paraje en el que vive y al que está orgulloso de pertenecer.

Ya de regreso en la ciudad, fuimos a conocer la laguna Herradura, que se encuentra a 44 km. Allí se realiza la Fiesta Internacio­nal de Pesca de la Corvina de Río. Hicimos un paseo en lancha para luego apagar motores y dejarnos llevar suavemente por la corriente para observar la fauna. Y, cuando pensábamos que ya habíamos visto casi todo, nos sorprendió una gran familia de monos carayá que se trasladaba de árbol en árbol con acrobático­s saltos. Hasta pudimos ver a las hembras saltar con sus crías en la espalda. Un espectácul­o increíble y digno de una visita a la Formosa hermosa.

 ??  ??
 ??  ?? De izq. a der: paseo en bote por el bañado La Estrella. Artesanías en la comunidad Campo del Cielo. Sector de Spa en el Hotel Casa Grande. Mona Carayá en Laguna Herradura.
De izq. a der: paseo en bote por el bañado La Estrella. Artesanías en la comunidad Campo del Cielo. Sector de Spa en el Hotel Casa Grande. Mona Carayá en Laguna Herradura.
 ??  ??
 ??  ??
 ??  ??
 ??  ?? De izq. a der.: aves en el Bañado La Estrella, sector Vertedero. Guacamayo en la Reserva Guaycolec. Urraca común en el Parque Nacional Río Pilcomayo. Yacaré en el Bañado La Estrella y Museo Regional del Nordeste, en Laguna Blanca.
De izq. a der.: aves en el Bañado La Estrella, sector Vertedero. Guacamayo en la Reserva Guaycolec. Urraca común en el Parque Nacional Río Pilcomayo. Yacaré en el Bañado La Estrella y Museo Regional del Nordeste, en Laguna Blanca.
 ??  ??
 ??  ??
 ??  ??
 ??  ??
 ??  ??
 ??  ??
 ??  ??
 ??  ??
 ??  ?? Palmeras caranday. Casa de artesanías en la capital provincial. Cocinando mazamorra en Fortín Soledad. Artesanías en fibra de palma en la comunidad Campo del Cielo y descanso en Herradura.
Palmeras caranday. Casa de artesanías en la capital provincial. Cocinando mazamorra en Fortín Soledad. Artesanías en fibra de palma en la comunidad Campo del Cielo y descanso en Herradura.
 ??  ??
 ??  ??
 ??  ??
 ??  ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Argentina