Neuquén agreste.
Desde el río Barrancas hasta la laguna Varvarco Campos, una travesía por lugares inhóspitos que incluyó rotura de cubiertas y vadeo de espejos de agua.
Desde el río Barrancas hasta la laguna Varvarco Campos, una travesía por el circuito Cochicó: lugares inhóspitos que incluyeron rotura de cubiertas y vadeo de espejos de agua.
La Ruta 40 atraviesa el río Barrancas e ingresa a la prov incia del Neuquén. Atrás dejábamos Mendoza y Malargüe, que nos dieron cobijo durante la noche.noche Deba-Debajo del puente, las aguas corren presurosas. La comunidad de Barrancas está en paz. Pasamos bordeándola, intentando no despertarla de su letargo matinal. Tras una gran curva en subida hacia la derecha, a pocos centenarescentenares de metros, una señal indica el desvío para tomar la RP 53. Dejamos el asfalto: es el turno del camino consolidado. Un gran cartel nos certifica que comienza el Circuito CochicóCochicó, que llevaría nuestra caravana por huellas muy poco concurridas hasta las lagunas Varvarco.
K ilómetros más adelante, y todavía sobre un buen piso, una pequeña laguna de aguas mansas y espejadas se perfila a nuestra izquierda: es la Vatra Lauquen (del mapudungún: laguna de las totoras). Al fondo se advierte el típico casco de una estancia sureña: un verdadero paisaje bucólicobucólico, cuyo detalle de belleza es sólo un adelanto de lo que este recorrido nos depararía. Avanzamos pasando por delante de distintos puestos, nos acercamos a una quebrada y descendimos en zig-zag hasta su fondo: el cauce del río Huara
Có, para volver a subir por la pared opuesta. Una vez arriba, el camino sigue por la cresta de los cerros, otro zig-zag en largo descenso y un viejo puente de hierro que nos permite superar el cau-cauce del río Chadileu. Una cuesta más, su bajada y alcanzamos el cauce de del río Barrancas, que iremos acompañando en su derrotero por varias decenas de kilómetros, sumergidos entre las altas paredes que lo enmarcan.
Una delgadelgada cascada sorprendede al caer comoc una fina lluvia desde lo altoalt del farallón, es uno de sus afafluentes.lue Los colores que se suceden en los murallones de rocas van mutandom el paisaje metro a metro. El cauce repentinamente se estrecha, el susurro de una caída de agua se escucha al bajar las ventanillas y, un poco más adelante, la panorámica vista se abre. A la izquierda, el alto farallón y un filo por el que discurre la huella. A la derecha, un lago y, al fondo, sus curvas que brillan bajo el sol semejando gigantescas serpientes metálicas que fluyen lentamente para hundirse bajo las aguas más profundas. Es la laguna Cari Lauquen (del mapudungún: laguna negra), de 5 km de longitud. Hace poco más de 100 años, su profundidad era de al menos 90 m por encima de la actual. La fina marca de su nivel original