Nuevo tratamiento de efluentes
El Parque Nacional Iguazú, junto al Dr. Alejandro Mariñelarena, biólogo de la Comisión de Investigaciones Científicas de Buenos Aires, ideó un sistema de "humedales construidos" de 12 celdas para el tratamiento del descarte de lodos, aprovechando el piso filtrante y los drenajes de las celdas de secado existentes. Los sólidos excedentes de estas plantas poseen una gran carga bacteriológica y, por ende, su manipulación y retiro requiere de empresas especializadas para llevar a cabo la deposición final. Una vez implementado este sistema de celdas vegetadas, el residuo se transforma en, prácticamente, suelo común. Es por esto que los biólogos de la Administración de Parques Nacionales aprueban que se viertan en capas dentro del mismo espacio verde. Cuando se colme la capacidad de las celdas (5–10 años), el conteni- do acumulado se retirará, se recompondrá la superficie filtrante, se volverá a plantar y la celda estará operable nuevamente. Si el lodo tratado cumple con ciertas normas de calidad, puede ser utilizado como abono. Con esta tecnología se redujo notablemente el riesgo sanitario de manipuleo y, casi sin costo de energía, esos lodos de descarte se estabilizaron y se convirtieron en 221 toneladas (144 m3), de un producto inocuo, que permite una disposición segura y su reutilización en enmienda de suelos. Esta novedad ambiental es un orgullo para todos los actores involucrados en el trabajo en pos de la preservación del medio ambiente y de las Cataratas del Iguazú, marcando un camino de trabajo conjunto entre el Estado y privados para la preservación del ambiente y la biodiversidad de la selva paranaense.