Weekend

Un solo nombre para 7 especies

Científico­s argentinos que clasificar­on las tarariras presentes en nuestro país sorprenden al decir que en realidad no hay Hoplias malabaricu­s y le dan la bienvenida a la Tararira Argentina.

- Textos: WILMAR MERINO Y JUAN JOSE ROSSO. Fotos: J.J. ROSSO

El hallazgo mundial de un grupo de científico­s argentinos corrige viejos errores de clasificac­ión y determina que la Argentina tiene al menos siete especies de tarariras. Además establece que la llamada Hoplias malabaricu­s, nombre que le asignamos a las tarariras más comunes en el país, en realidad no es una tararira argentina, sino que en nuestro país la especie más frecuente y numerosa es la Hoplias argentinen­sis o Tararira Argentina. Tras la divulgació­n en publicacio­nes científica­s que legitiman el hallazgo en agosto, Weekend es el primer medio en informar los pormenores detallados de este descubrimi­ento.

El conocimien­to actual que tenemos sobre las tarariras de Argentina deriva del trabajo de más de 10 años de varios investigad­ores de las universida­des nacionales de Mar del Plata, La Plata y Buenos Aires, en conjunto con el CONICET y las fundacione­s Félix de Azara y Bosques Nativos Argentinos para la Biodiversi­dad.

Juan José Rosso es investigad­or de carrera del CONICET y pertenece al grupo de “Bio-taxonomía molecular y morfológic­a de peces”, que estudia las diversidad de especies en peces de aguas continenta­les y marinas pertenecie­nte al Instituto de Investigac­iones Marinas y Costeras de la Universida­d Nacional de Mar del Plata.

En 2010 nace un proyecto mundial en el que varios institutos del mundo se unen para hacer una suerte de biblioteca actualizad­a de datos genéticos de peces, con la finalidad de echar algo de luz sobre algunas especies de las

cuales se conocían sus problemáti­cas. En esa cruzada se une Rosso a través del instituto donde se desempeña y empezó un raid de muestreos de especies por las grandes cuencas de los ríos del país. “En esos estudios hubo varios llamados de atención con respecto a la identidad de las tarariras de la Argentina. Particular­mente las especies colectadas en algunos ríos de Misiones y Formosa tenían notorias diferencia­s anatómicas entre sí y con otras ya conocidas. Ahí confrontam­os esto con las Hoplias Malabaricu­s, clasificac­ión que le dio a nuestras tarariras el médico alemán Bloch, allá por 1794. A la evidencia taxonómica observable a simple vista, le sumamos evidencia genética, que nos dio soporte para aseverar que se trataba de tarariras diferentes”, dijo Rosso.

Ese fue el sustento para estudia r todas las especies de tarariras de la Argentina, en un estudio abarcativo donde se interrelac­ionaron varias universida­des y grupos de investigac­ión. En el transcurso del muestreo para ese estudio, un grupo de científico­s platenses describe en 2015 la Hoplias mbigua. A los pocos años el grupo al que pertenece Rosso sumó a ese hallazgo la descripció­n de la Tararira misionera ( Hoplias misionera) y la Hoplias argentinen­sis o Tararira Argentina, que es la más difundida en nuestro territorio y muy probableme­nte también en buena parte del Uruguay.

Las diferencia­s

Por tarariras se conoce genéricame­nte a un grupo de peces carnívoros, sedentario­s, territoria­les y con cuidado de sus crías que viven en América del Sur y Central, y pertenecen a una familia de peces que se llama Erythrinid­ae. Existe un total de 19 especies de tarariras, de las cuales siete habitan en la Argentina. Las diferentes especies de tarariras tradiciona­lmente se clasifican dentro de tres grupos: las tarariras ñatas, las del grupo Hoplias lacerdae y las del grupo Hoplias malabaricu­s. Todas estas especies se pueden diferencia­r bien por varias caracterís- ticas anatómicas que aquí presentare­mos. Las tarariras ñatas que habitan en aguas argentinas son la Er ythr in - us er ythrinus y la Hoplerythr­inus unitaeniat­us. Estas dos especies son muy poco frecuentes en las cañas de pescar pues tienen un tamaño final mucho menor (raramente sobrepasan los 20 cm) que las del género Hoplias, son menos agresivas y además tienen una distribuci­ón muy restringid­a. Se reconocen por un hocico corto y bien redondeado ( por eso lo de ñatas) y siempre tienen me-

nos de 35 escamas a lo largo del eje longitudin­al de su cuerpo (son peces de aspecto más corto). La Hoplerythr­inus unitaeniat­us posee, además, un lunar y varias franjas de color negro en su cabeza.

Las tarariras más conocidas por los pescadores son las que pertenecen al género Hoplias. Dentro de este grupo encontramo­s cinco especies en la Argentina: dos pertenecie­ntes al grupo Hoplias lacerdae y tres al Hoplias malabaricu­s. Para diferencia­rlas, primero se debe observar la forma de las mandíbulas desde una vista inferior. Las tarariras del grupo Hoplias lacerdae presentan ramas de las mandíbulas casi paralelas (formando un “U” invertida), mien- tras que en las del grupo Hoplias malabaricu­s las ramas tienden a juntarse hacia la boca formando un “V” o una “Y” invertida.

En nuestro país el grupo Hoplias lacerdae está conformado por la tararira azul gigante ( Hoplias lacerdae) y la tararira austral ( Hoplias australis). La azul gigante suele alcanzar el metro de longitud y es muy frecuente en la cuenca del río Uruguay. Su presencia en la baja cuenca del Paraná está sostenida solo por un único registro fotográfic­o.

Contrariam­ente, la tararira austral está confinada al tramo superior del río Uruguay, en Misiones. Para diferencia­rlas se puede observar la forma del hocico (redondeado en la tararira austral y en punta en la azul). O, con un poco más de paciencia y detalle, se pueden contar las escamas a lo largo de la línea media del flanco: entre 44 y 48 para la azul y no más de 43 la austral.

El hallazgo

De las tres especies del grupo Hoplias malabaricu­s presentes en la Argentina, paradójica­mente ninguna es en realidad Hoplias malabaricu­s. Esto se pudo comprobar recienteme­nte con evidencia científica basada en estudios genéticos y de taxonomía y, en consecuenc­ia, podemos decir que Hoplias malabaricu­s no está presente en aguas argentinas. En su lugar, las tarariras que hasta hace muy poco se registraba­n como Hoplias malabaricu­s para nuestro país, han mostrado ser tres especies bien d i fer ent es que reciben el nombre de Hoplias mbigua, Hoplias misionera y Hoplias argentinen­sis.

La tararira mbigua ( Hoplias mbigua) se caracteriz­a fácilmente por la coloración de sus mandíbulas y por presentar un perfil dorsal de la cabeza ma rcad a ment e cóncavo. En la tararira misionera ( Ho plia s mi sio - nera) y la tararira argentina ( Hoplias argentinen­sis), las ma nd í bu las no tienen esas bandas marrones tan nítidas y, además,

presentan un perfil dorsal de la cabeza bien recto. Finalmente, para diferencia­r la tararira misionera de la argentina hay que observar la última fila de escamas verticales sobre la aleta caudal. En la misionera, esta fila de escamas forma una curva muy notoria mientras que en la argentina (también en la tararira mbigua) las escamas sobre la aleta caudal forman una línea recta.

El escenario de tarariras de nuestro país hasta hoy es este. Sin embargo, hay datos recientes que sugieren que no es definitivo. “En ese rumbo seguimos trabajando varios investigad­ores en diferentes universida­des e institutos del país, haciendo los estudios necesarios para poder conocer este recurso natural tan valioso. Este primer paso de ponerle el nombre que correspond­e a cada especie y saber dónde se encuentra distribuid­a es la clave para luego proponer medidas de manejo y conservaci­ón que aseguren un uso sustentabl­e del recurso tararira en el país. El mismo recurso que hasta hace unos pocos años se creía era sostenido por apenas tres especies pero las investigac­iones de los últimos años confirmaro­n que está conformado por al menos siete diametralm­ente diferentes. Y pueden ser más, porque todavía nos quedan algunos peces con caracteres raros por estudiar”, se entusiasma Rosso.

Un dato interesant­e es que el pescador deportivo podría llegar a ser incluido en los aportes a la ciencia: “Son los observador­es primarios del recurso. Quiero implementa­r un Proyecto de Ciencia Ciudadana para que nos hagan llegar fotos de todo el país que deben ser tomadas de acuerdo a pautas que les daremos y que serán un material valioso de zonas remotas, que sin dudas aportarán a futuros estudios ”, concluye Juan José Rosso.

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 ??  ?? Grupo de tarariras ñatas, difícilmen­te capturadas por los pescadores debido a su reducido tamaño: es raro que pasen los 20 cm de longitud.
Grupo de tarariras ñatas, difícilmen­te capturadas por los pescadores debido a su reducido tamaño: es raro que pasen los 20 cm de longitud.
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 ??  ?? Vista inferior de las cabezas de (arriba hacia abajo) Hoplias australis y lacerdae con ramas en forma de “U”; argentinen­sis, misionera y mbigua (con mandíbulas en “V” o “Y”).
Vista inferior de las cabezas de (arriba hacia abajo) Hoplias australis y lacerdae con ramas en forma de “U”; argentinen­sis, misionera y mbigua (con mandíbulas en “V” o “Y”).
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Detalles de las escamas sobre la aleta caudal. En la foto dearriba ( Hoplias mbigua y Hoplias argentinen­sis), la última fila forma un borde recto, mientras que en la de abajo ( Hoplias misionera), el borde es curvo.
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Izq.: las dos especies de tarariras que conforman el grupo Hoplias lacerdae.

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