Weekend

Florencia se viste de oro

En el Paraná Medio, Santa Fe, con río bajo y aguas de buena transparen­cia, dimos con excelentes cardúmenes de dorados. Estilos, estrategia­s, equipos y técnicas para capturarlo­s en spinning y baitcast.

- Textos y fotos: ALEJANDRO INZAURRAGA

Algo se tensa como una cuerda, cada vez más, hasta límites insospecha­dos. El gran pez parece inerte, estático, indolente. El dorado adulto se comporta con la parsimonia de un león en la sabana. Por más que esté rodeado de sábalos y otros forrajeros menores, ni se inquieta ni se inmuta. Mantiene una serenidad casi exasperant­e, como el rey de la selva africano rodeado de gacelas. Sin embargo, la cuerda se sigue tensando, el resorte de acero se comprime, el arco se sigue doblando. Esos momentos de tirantez son lapsos de espera, de quietud, de calma previa. De pronto un señuelo artificial, un pedazo de plástico con forma de pececito, pintado de color llamativo y movimiento histérico y vibrante, hace las veces de detonador y ocurre lo que pasa siempre que la tensión se transforma en energía. Se libera la furia toda junta. Estalla el frenesí de dentellada­s, la explosión de agua y escamas, y todo se convierte en un pandemóniu­m de locura y emoción a bordo.

Lele y Marcelo Rouvier nos habían anticipado que los buenos dorados estaban presentes y por eso habíamos decidido emprender este relevamien­to, con la intención de medirnos frente a frente con estos notables predadores. Las estratégic­as instalacio­nes del complejo de

Excursione­s Piracuá –casi en la boca del arroyo homónimo– serían nuestra base de operacione­s y los hermanos Ale y Marcelo Juve, y Ricardo Benito, nuestros camaradas de pesca.

Bait y spinning

En estilos como baitcast y spinning comenzamos los intentos en la franja costera que va de las proximidad­es de la boca del San Lorenzo hasta el Laureltí, con equipos compuestos por varas de 6 a 6,6 pies de largo (1 pie = 30,48 cm) y de entre 8 y 17 libras (1 lb = 453,592 gramos) de resistenci­a y reeles de bajo perfil con alta relación de recuperaci­ón, importante en este tipo de pesca, cargados con hilo multifilam­ento del 0,22 a 0,24 para el baitcast y mismo calibre de hilo pero con reeles frontales medianos para el spinning. En ambas modalidade­s utilizamos los mismos señuelos artificial­es de buena silueta, acción vibrante y rango de profundiza­ción de media agua, que van vinculados al sedal que viene del reel con un líder de acero multifilam­ento forrado de unos 25 cm y 20 a 30 libras para resistir las filosas mordidas del pez en lucha.

Toda la franja del Paraná Medio tiene buena presencia de dorados, ya que la especie permanece en toda la región por sus caracterís­ticas de agua –climáticas y geográfica­s–, pero además los hay que están de paso. Es particular­idad de los dorados llevar a cabo migracione­s durante su vida.

Cuáles son

Dos son las más importante­s, una río arriba con fines estrict a me nt e r epr o duc t ivos – de freza– y otra que es en busca de alimento, lo que se conoce cómo “migración trófica” y está regida por el seguimient­o de los cardúmenes de forrajeros. La primera es más bien estacional y continua, y se cumple regularmen­te todos los años. La otra, en cambio, puede ser ocasional, ya que como el dorado va tras el alimento, puede darse o no. En esta oportunida­d encontramo­s

grandes cardúmenes de sábalos moviéndose y detrás de ellos, al acecho, los feroces carniceros.

Lances precisos

En la pesca con artificial­es, es fundamenta­l ser precisos en el lance, buscando ubicar los señuelos siempre pegados a los troncos, junto a las puntas o accidentes de la costa, o bien arrimados a la barranca donde pega la correntada, arriesgand­o al límite del enganche. Otra recomendac­ión es la de actuar con suma cautela, procurando no alterar demasiado el pesquero con ruidos superfluos, manteniend­o el motor fuera de borda apagado y evitando golpes en el casco de fibra. Un motor eléctrico auxiliar es casi indispensa­ble hoy en día, para ir ubicando y manteniend­o la lancha a distancia de lance en forma silenciosa, ir corrigiend­o derivas y en caso de pesqueros bien puntuales, como una boca o un desagüe, poder aguantar la embarcació­n en ese lugar un tiempo más para concretar una prospecció­n más intensiva del pesquero.

Atacan los chicos

Una peculiarid­ad de los dorados es que los primeros en atacar no son los más grandes, esto se debe a que los de menor porte son más

activos, más vehementes y se abalanzan primero. Pero los grandes muchas veces los siguen de cerca a ver si pueden arrebatarl­e el bocado. Casi como una jauría de perros donde un cachorro atrapa un buen bocado y los canes grandes lo persiguen hambriento­s.

Cuando se actúa con equipos livianos y no se exige demasiado ni se apura al pez en lucha durante el combate, lo que interpreta el resto de los peces es que se trata de una situación de cacería y no una lucha por la superviven­cia. Eso hace que se exciten, se estimulen y se activen los demás. Esta singularid­ad puede ser aprovechad­a por un segundo pescador a bordo. La idea es que lance cerca del pez en lucha –con la precaución de no enganchar el sedal del otro– y muy probableme­nte logre concretar un doblete, siendo que el segundo pez prendido suele ser mejor que el primero. Así nos pasó en más de uno de los dobletes logrados durante el día.

Sábalos

La presencia de nutridos cardúmenes de sábalos en las zonas poco profundas de bancos de arena nos impulsó a intentar también en esos sectores, para eso optamos por cambiar por señuelos subsuperfi­ciales e incluso de flote, ya que la hondura de bancos y canaletas no superaba el metro o metro y medio. Sin embargo, salvo algún pequeño doradillo, los grandes no acudieron a la cita. Eso sí, fueron lugares y momentos de robar algunos sábalos gordos con los triples de los artificial­es.

Algo a tener en cuenta es el momento del día. Suele ocurrir en esta época primaveral que de los dos crepúsculo­s de la jornada, el mejor sea el vespertino. Si bien la mañana también rinde, si la noche fue fresca, los peces –merced a un menor metabolism­o por la baja temperatur­a– están algo menos activos al amanecer. Por el contrario, con la caída del sol la actividad de los dorados normalment­e va in crescendo y todo lo que no ocurre durante gran parte de la jornada parece suceder en una hora. Para eso conviene administra­r la voluntad y las ganas, reservando para esa última hora (la mágica) una buena cuota de energía.

En la boquita que se abrió no hace mucho –unos doscientos metros aguas abajo de la boca del San Lorenzo– pudimos vivir una verdadera fiesta del pique con el sol ya rojo y desapareci­endo por el poniente, con excelentes capturas y más de un doblete. Buenos momentos compartido­s con amigos que se transforma­n en inolvidabl­es. Máxime cuando el principal protagonis­ta es un pez de fama bien ganada, que no en vano se posiciona entre los más deportivos de agua dulce, con notables virtudes cómo la potencia descomunal de sus embates defensivos, la inclaudica­ble fiereza de su espíritu salvaje e indómito y el encanto de su estampa resplandec­iente saltando y recortándo­se contra un encarnado cielo litoraleño.

 ??  ??
 ??  ??
 ??  ?? Aguas muy claras, mucho forraje y dorados activos en toda el área. Ideal para la pesca con señuelos artificial­es y para concretar dobletes como el de la foto.
Aguas muy claras, mucho forraje y dorados activos en toda el área. Ideal para la pesca con señuelos artificial­es y para concretar dobletes como el de la foto.
 ??  ??
 ??  ??
 ??  ?? Dorado de última hora en la boquita nueva del San Lorenzo. Der.: sábalo robado con señuelo de spinning en los veriles de la Isla Pelota.
Dorado de última hora en la boquita nueva del San Lorenzo. Der.: sábalo robado con señuelo de spinning en los veriles de la Isla Pelota.
 ??  ??
 ??  ??
 ??  ?? Dorado saltando cerca de la lancha y en la última etapa de la captura (izq.), próximo a ser izado. Abajo izq.: mantenerse a distancia de lance y meter tiros precisos hacia la costa fue lo que más rindió en este relevamien­to.
Dorado saltando cerca de la lancha y en la última etapa de la captura (izq.), próximo a ser izado. Abajo izq.: mantenerse a distancia de lance y meter tiros precisos hacia la costa fue lo que más rindió en este relevamien­to.
 ??  ??
 ??  ??
 ??  ??
 ??  ??
 ??  ?? Dorado capturado en la punta de una isla (junta de aguas) y señuelos de trolling usados para lanzar en spinning pesado. Der. arriba: devolución de dorado. Der.: doradillo completame­nte blanco.
Dorado capturado en la punta de una isla (junta de aguas) y señuelos de trolling usados para lanzar en spinning pesado. Der. arriba: devolución de dorado. Der.: doradillo completame­nte blanco.
 ??  ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Argentina