Al compás de las zorras
Travesía por Buchanán, al sur del conurbano bonaerense, junto a un grupo de ferroadictos que mantienen estaciones de trenes y proponen circuitos turísticos por las vías.
Era cuestión de tiempo. Siempre mencionamos el feeling que tenemos los ciclistas con los “amantes de los rieles”. Y en repetidas ocasiones los hemos encontrado sacando fotos, restaurando estaciones o circulando con sus zorras artesanales. Así fue como de una charla casual con los Amigos del Ferrocarril Provincial Buenos Aires surgió la idea de hacer una juntada con asado de por medio, obvio.
Ellos se encuentran trabajando en la preservación y puesta en valor de los predios de las estaciones Gobernador Monteverde y Pasco, ambos en el partido de Florencio Varela, y en la revalorizacion de la cultura ferroviaria. Pero, para darle un toque más de campo, propusimos a nuestra querida estación Buchanán. Digo querida porque esta bella edificación estilo francés del ex ferrocarril Compañía General Buenos Aires se ubica en pleno campo y es visitada por muchos bikers de zona Sur del GBA y también de La Plata.
Asado sobre ruedas
En varias ocasiones ya habíamos ido con las bicis hasta allí, con lo básico que podíamos transportar para realizar bike asados. Pero con el aporte de dos zorras el tema se solucionaba y sólo nos restó poner se fecha. Hasta el clima nos acompañó el día elegido: a pesar de las lluvias en jornadas anteriores, amaneció soleado y con viento, algo que nos ayudó mucho por el estado barroso de los caminos.
Fue así que nos juntamos en Adrogué y salimos cortando camino por detrás de Ministro Rivadavia, un lugar cercano en el que aún subsisten granjas y muchos emprendimientos rurales pequeños.
El barro estaba más bravo de lo que esperábamos, así que fuimos buscando tracción por las banquinas pastosas, zambulléndonos de puro gusto en cada charco que se nos cruzó pero eludiendo cobardemente los barriales bravos a lo largo de los 30 km del trayecto. Recién en el último tramo, donde la tierra estaba bien asentada, pudimos subir al plato grande y darle velocidad a la bici.
En La Capilla, ya partido de Florencio Varela, paramos a comprar unas facturas para no caer con las manos vacías y, después de un breve tramo de asfalto, alcanza- mos el trazado ferroviario abandonado. Subimos a él y llegamos a ver más adelante una zorra que se alejaba velozmente con rumbo a Buchanán. Nuestros amigos trasladan a La Mamo (por mamotreto) y a la Chingo 01 en trailers que dejan en un campo cercano. Ambas zorras son de construcción artesanal, con estructura de caños y están equipadas con motores de moto, de cuatro tiempos y 125 cc. Desde sus comienzos –hace dos años– los han acompañado en sus