Argentina low cost.
Grandes destinos a bajo costo con todas las aerolíneas que operan en el país. La oferta terrestre que también compite. Y una selección de trucos, consejos y webs para sacarle provecho a cada peso.
Destinos con todas las aerolíneas que operan en el país. La oferta terrestre también compite. Trucos, consejos y webs para sacarle provecho a cada peso.
Revolución aérea o degradación del servicio? En la Argentina de los extremos, nada escapa a la lógica de que las cosas deben ser necesariamente fantásticas, o pésimas. Con la extensión territorial y tras la destrucción de los ramales ferroviarios –apenas revitalizados años atrás (ver todos los servicios vigentes en Weekend Nº 553: www.bit.ly/trenesweekend)–, resulta coherente la suma de empresas
y rutas aéreas que unan y dinamicen en sentido federal, ampliando la brecha a quienes habitualmente no volaban. Eso no implica desconocer el impacto ambiental de nuevos aeropuertos en zonas urbanas, las regulaciones de seguridad y algunas trampas para acceder a vuelos baratos. Aquí un informe con los beneficios del universo low cost (bajo costo) que crece en cada provincia y propone una renovada experiencia viajera, con trucos para obtener los descuentos sin pagar extras.
Cambio de lógica
“Argentina, símbolo de turismo en cada rincón, se debía tarifas bajas y accesibles a todos”, enarbolan en una de las principales líneas aéreas de bajo costo desde que el gobierno autorizó la eliminación de las bandas tarifarias.
Efectivamente, nuestro país llega un par de décadas más tarde a lo ocurrido en Estados Unidos y Europa, o en Oceanía y parte de Asia hace 15 años, o en países latinoamericanos como Chile o México hace unos 10, donde un 67 % del mercado aéreo está dominado por las low cost. Algo similar ocurre en el Viejo Continente, donde varias firmas, en especial el gigante Ryanair, extiende sus conexiones. Pero ojo: allí no faltan casos como los de la islandesa WOW, que a fines de marzo colapsó financieramente dejando pasajeros varados en dos continentes.
Aquí la cosa recién empieza. “Al comienzo, sobre todo con la primera low que se instaló, hubo un par de desprolijidades, pero ya se ha normalizado y se está en condiciones de ofrecer un buen servicio”, dicen desde la cartera de Transporte. Enfocadas esencialmente al segmento que en lo habitual no consumía aéreos, los números en materia de conectividad y de turismo las consolidan: “En total, entre nacional e internacional, Córdoba cuenta hoy con 301 frecuencias, contra las 161 que había en marzo del 2015 y la cantidad de pasajeros mensuales supera los 300.000, mientras que para ese entonces apenas pasaban los 150.000”, remarcó hace días Guillermo Dietrich en una recorrida por las obras que mejoran la terminal aérea de la Docta, clave por
estos días para conectar las provincias del norte y el sur sin pasar por Buenos Aires. “Algo que no sólo se puede hacer con Aerolíneas Argentinas, sino con otras compañías que antes no existían”, puntualizó el ministro de Transporte de la Nación haciendo referencia a las low cost.
Nuevos jugadores
“Viajar a precios ultrabajos, en un avión nuevo, es posible para los argentinos. Hoy todos pueden comprar sus boletos para cualquiera de nuestras 12 primeras rutas. Y de esos 24 tramos, 10 son vuelos directos entre distintas regiones del Interior, que le ahorran al pasajero tiempo y dinero respecto de otras propuestas que incluyen conexiones. Esto es lo que llamamos rutas smart”, promocionó Estuardo Ortiz, CEO de JetSmart Airlines. Es apenas un botón de muestra de lo que hoy vive el sector. Hacia finales de 2017 sólo Aerolíneas ArgentinasAustral ( www.aerolineas.com.ar), Latam ( www.latam.com) y Andes Líneas Aéreas ( www.andesonline.com) cubrían nuestro territorio. Hoy son siete las empresas: en noviembre de 2017 se incorporó Avianca Argentina ( www.avianca.com.ar); en enero de 2018 Flybondi ( www.flybondi.com); en octubre de ese mismo año Norwegian Argentina ( www.norwegian.com); y el mes pasado oficializó sus despegues internos JetSmart Airlines ( www.jetsmart.com), que volaba ya desde El Palomar a Santiago de Chile.
De este modo, unos 400 vuelos diarios han transformado el tráfico aéreo argentino, instalando el negocio y desatando una competencia con tarifas promocionales surrealistas como $ 1 + tasas (¡y hasta $ 1 sin tasas!), sin tener que viajar en Navidad con el gorro de Papá Noel, o sufrir varias escalas (ver a la izquierda el mapa de conexiones posibles).
Primera y no última
“Mucha gente que no conocía ni se animaba, con la difusión de las low cost y sus tarifas accesibles, vuelan por primera vez”, cuentan desde una de las empresas sobre la experiencia chilena, afirmando que no hubo tanto cambio de pasajeros entre compañías sino un crecimiento general del mercado. En la Argentina está ocurriendo lo mismo, por varios aspectos: vuelan más personas, los aviones van más llenos y las terminales crecen comparativamente. Esto se debe en parte a las tarifas ultra low cost que como al cierre de esta edición ofrecía JetSmart ($ 299 finales por tramo de Buenos Aires a Iguazú, de Córdoba a Tucumán o de Mendoza a Neuquén), pero también a los
perfiles de usuario, estrategias de venta de las compañías tradicionales para competir y de las nuevas para segmentar, y de los servicios complementarios disponibles con y sin cargo.
TantoFlybondicomoNorwegiandestacaron la cantidad de pasajeros debutantes. Y según cifras de la Administración Nacional de Aviación Civil (A.N.A.C.) en todo 2015 hubo 118.956 vuelos comerciales –regulares y no regulares–, promediando 325 por día. Mientras que en 2018 fueron 143.327, con promedio diario de 390, lo que refleja más del 20 % de crecimiento. A ello se sumó la ocupación de cada avión, que no siempre estaba completa: en dos años pasó del 75 % al 81 % de asientos vendidos.
Otro dato relevante es el aumento de pasajeros en ciudades por fuera de Buenos Aires. Donde confluyen los partidos de Morón y Tres de Febrero, la base aérea militar de El Palomar (a 26 km del Obelisco) se renovó para que desde allí operen varias low cost. Incluyendo Aeroparque y Ezeiza (a 32 km del centro porteño), el flujo en terminales de Buenos Aires apenas aumentó un 30 %, frente al crecimiento del 103 % de la terminal de Mendoza en tránsito de pasajeros; el 118 % de Córdoba, el 123 % de Posadas, el 137 % de Mar del Plata, el 155 % de Santa Rosa, el 179 % de Rosario, el 192 % de Iguazú, los 229 % de Catamarca o los 264 % de Santiago del Estero para 2015-2019.
Nuevos perfiles
De fondos norteamericanos expertos en el rubro y recientemente llegada al aeropuerto de El Palomar, JetSmart se envalentona con
sus Airbus A320 NEO “0 km” que ya vienen de fábrica diseñados para una low cost, es decir con asientos de posición fija, sin pantallas ni tomas USB o Wi-Fi, ganando más espacio aún donde otros suelen tener cocina y depósitos. Norwegian, en cambio, quiere distinguirse y dar “un servicio de excelencia”, agregando asimismo que no es una firma de “bajo costo” sino de “bajas tarifas”. La empresa de origen noruego se propone apuntar al sector corporativo, opera desde Aeroparque y da Wi-Fi gratuito en los vuelos. Flybondi, por su parte, compañía argentina de inversionistas y accionistas internacionales del rubro, hoy con 23 rutas operativas, alardea por ser “pionera en abrir y desarrollar este nuevo mercado, al que las demás llegaron casi un año después”.
Cuestión de estrategias
La empresa fue la primera en llegar a El Palomar y, como explicó su directora de Comunicaciones Corporativas, Lucía Ginzo, su éxito se debe a “procesos eficientes, rentables y exitosos, aplicando los cinco principios básicos de una ultra low cost: flota única, alta utilización diaria de cada aeronave, optimización de los tiempos de escalas, máxima capacidad de asientos en cada avión (189) y segmentación de productos y servicios”. La empresa es firme en aclarar que no se cobra nada que no se use: “Cada pasajero decide pagar sólo por lo que quiere y así define su experiencia de viaje”, dicen. Además, y muy propio de la carrera indetenible por diferenciarse, acaba de cerrar un acuerdo con Almundo ( www.almundo.com.ar)
para comercializar vuelos tanto en la web como en las sucursales de la compañía de viajes.
Toda esta semejante irrupción, desde luego, generó un gran revuelo en las dos empresas líderes, Aerolíneas Argentinas y Latam, de algún modo obligadas a salir al ruedo. Por ello han ido flexibilizando sus condiciones, destacando la superioridad de su conectividad, de flotas más completas y con promos como “tarifas a tu medida” que incluyen valores mínimos sin tantos extras, como despacho de equipaje, comida a bordo o selección de asien
to, antes parte del servicio normal y ahora a elección –y cargo– del pasajero.
“Aerolíneas no es ni será una compañía low cost, y no busca equipararse con ellas”, dicen a raja tabla desde la empresa de bandera, que sigue dominando la escena con una flota de 70 y un promedio de 270 vuelos diarios. Su conectividad –127 rutas internas y el hecho de ser la únicacompañíaquellegaatodaslasprovincias del país al menos una vez al día– la distingue claramente de sus competidores. Además, acaba de lanzar un “puente aéreo” con Córdoba, segunda capital del país, por medio del cual el pasajero que abone una determinada tarifa va a poder tomar cualquier vuelo en el momento del día que desee entre La Docta y C.A.B.A.
Latam (fusión de las aerolíneas LAN –chilena– y la brasileña TAM), tal vez hoy la compañía más importante de Latinoamérica, no se quedó atrás: lanzó sus cuatro categorías tarifarias (Promo, Light, Plus y Top), donde abarca todo el rango y da la posibilidad de que cada quien elija cómo quiere volar, pagando si quiere que su ticket contemple devolución, cambio de fecha, acumulación de millas, equipaje de 23 kilos en bodega y selección de asiento.
Precios –y cosas– de locos
En la carrera por ser el primero hay chicanas simpáticas y algunas alertas. Lo primero viene a cuento del desopilante cruce tuitero entre Flybondi y JetSmart meses atrás: el día en el que la aerolínea de logo amarrillo inauguró su primer vuelo internacional (a Punta del Este, Uruguay), envió un saludo a JetSmart,
anunciada para operar en la misma terminal. “Bienvenidos a nuestra casa, ¿cachái?”, publicaron desde Flybondi en referencia al origen chileno de JetSmart. La firma, que en realidad es de capitales norteamericanos, no se quedó atrás: “Gracias Ché! @flybondioficial... Estamos felices de que ahora toda la Argentina podrá volar en nuestros aviones NUEVOS”, en clara provocación a la flota de Flybondi, con más de una década de antigüedad.
En materia de tarifas la cosa no fue más suave. El año pasado, cuando Norwegian lan
zó un black weekend con 30 % de descuento, Flybondi sacó rápidamente pasajes a un $ 1 + tasas por tramo. Jetsmart redobló la apuesta y presentó 5.000 pasajes a $ 1 pero sin tasas, vendiendo más de 50 mil pasajes en un día. Parte del resultado de esta competencia feroz es que Andes Líneas Aéreas, creada en 2005 como solución a las pocas frecuencias que existían entre Salta y Buenos Aires, pese a hacer eje en el “embarque preferente” y a subir “antes al avión para acomodar tu equipaje de mano relajado”, o en la posibilidad de llevar una segunda valija de 23 kg, debió reducir rutas y frecuencias, y devolvió dos aviones Boeing que había alquilado. En analogía, Avianca Argentina –parte del conglomerado Synergy Group– anunció cancelaciones y también tuvo que devolver un Airbus A320.
Pero … ¿qué es ser low cost?
Salvo excepciones y promociones puntuales, lo que hay que tener en cuenta si se vuela por una compañía de bajo costo es que:
Las tarifas ultra baratas son promocio● nales, hay que chequear bien su stock y disponibilidad de fechas y, como en ocurre con casi todas, son anunciadas por tramo (no ida y vuelta). Además, no son permanentes.
En general, no permiten cambios ni devo● luciones. Y, si se hacen, tienen costos elevados. Flybondi y Avianca en la tarifa promocional cobran $ 700 para realizar cambios; Norwegian, $ 600; y Aerolineas Argentinas, $ 750 a partir de la tarifa Flex (no los acepta en Promo ni Base).
La tarifa básica incluye en la mayoría ●
un solo equipaje de mano pequeño, y en muchos casos ni siquiera suma la valija carry-on que se lleva en la cabina. Para despachar hay que pagar extra, y hacerlo en el aeropuerto suele ser aún más caro que si se hace por la web. Ejemplos: valija de 15 kg en clase turista de Aerolíneas Argentinas: $ 549 por tramo vía web, o $ 1.099 si se contrata en el aeropuerto; segunda pieza adicional, $ 749 y $ 1.499, respectivamente. Por Flybondi el precio a pagar por el equipaje varía según los destinos y se cobra como extra inclusive el de cabina: hasta 9 kg de equipaje de mano, $ 429 reservado on line, $ 600 en aeropuerto y $ 800 en la puerta de embarque. Hasta 12 kg en bodega, $ 379 on line. Y hasta 20 en bodega, $ 519 vía web y $ 1.000 en el aeropuerto. Andes, por su parte, cobra $ 250 el de bodega, además de una tarifa básica de check in en el aeropuerto de $ 150. Avianca, $ 750. Norwegian, $ 400 la valija de hasta 20 kg. Y, finalmente, Latam U$S 20 la primera maleta hasta seis horas antes del embarque y U$S 30 previo al vuelo, y U$S 50 y 60 la segunda valija, en el mismo orden.
En las tarifas base los asientos no se eli● gen. Para hacerlo se debe pagar.
Los aviones de las low cost suelen tener ● muchos asientos y el lugar es reducido. Incluso pueden no reclinarse. Tampoco tienen entretenimiento en pantalla.
La comida y refrigerios a bordo no están ● incluidos. Se paga lo que uno consume.
Se debe llevar la tarjeta de embarque ● impresa o bajada al celular. En la mayoría de
los casos se suele cobrar por imprimirlas en los aeropuertos. Para ahorrar tiempo, costos y asegurar el asiento es conveniente realizar el web check in entre 24 y 48 horas antes de volar (varía según la compañía).
En general, no se suman millas o be● neficios de pasajero frecuente (Flybondi y JetSmart), aunque sí permiten a los usuarios registrarse en su página para recibir alertas por mail o notificaciones en el celular. Norwegian es una excepción, ya que ofrece CashPoints para canjear por vuelos, equipaje o reserva de asiento con su programa Norwegian Rewards.
Saber buscar
Algunos consejos para conseguir buenos pasajes, tanto en líneas de bajo costo como en aerolíneas regulares son:
Estar atento: todo buen viajero está pen● diente de las promos –en general los lunes o martes– y le pega una miradita a los portales de las aerolíneas.
Mejor entre semana: si el ida y/o vuelta elu● de fines de semana o feriados es mejor, allí es donde los viajeros solicitan más tickets.
Borrar las cookies del navegador de inter● net de la computadora o el celular (o buscar desde dos computadoras conectadas a direcciones IP diferentes): no es paranoia. Muchos buscadores monitorean los datos de navegación y ¡oh casualidad!, aunque sólo tardemos media hora en decidir la compra del vuelo, es probable que el costo haya incrementado cuando se regrese a la búsqueda (por eso en
ocasiones no es bueno utilizar las apps, sino hacer un rastreo por internet en modo de navegación privado u oculto).
Comprar individuales: mejor adquirir ● boletos como si se viajara solo. Pedir más de un asiento al mismo tiempo puede hacer que el costo de los sucesivos vaya en aumento y el precio final respete la tarifa de sólo un pasajero y no la del grupo. Bastará con simular la compra para darse cuenta.
¿Ida y vuelta?: se suele creer que adquirir ● ambos tramos en una misma reserva será más económico. Con las llegada de las low cost no siempre es así. Lo ideal es hacer la simulación en todas las aerolíneas que tengan la ruta deseada, y comprobar.
Antes de confirmar la compra verificar ● bien qué tipo de tarifa estamos pagando, y ser conscientes de ello para después no amargarnos: ¿Si no puedo viajar pierdo todo el pasaje, solo una parte o puedo postergarlo? ¿Incluye equipaje de mano o bodega? ¿Están las tasas e impuestos incluidos en la tarifa? ¿Qué cambios puedo hacer? ¿Es importante para mí el catering a bordo? ¿Las cuotas tienen interés?... Reyes del clic (y de las apps para iOS y An● droid): entre los paquetes que lideran Despegar ( www.despegar.com.ar) y Almundo ( www. almundo.com.ar), a algunas ventajas de Turismocity ( www.turismocity.com.ar) y Avantrip ( www.avantrip.com), pasando por el rastreo de vuelosbaratos.com, volala.com.ar, viajala.com. ar o el scouting de todas las promos posibles y alertas de buenos precios que hace Promociones Aéreas AR ( www.promociones-aereas.com. ar), la mitad del viaje está allanado. También
entre los compañeros de viaje ideales hay otros dos para destacar: Skyscanner ( www.espanol.
skyscanner.com) y Kayak ( www.kayak.com), con consejos interesantes y la posibilidad de encontrar grandes precios si se tiene disponibilidad de día, horario y destino.
Cuando esté disponible, tildar la opción ● “Aún no decidí la fecha”, “Ver todo el mes” o una alternativa similar. De esta forma aparecerán muchos valores para comparar. La búsqueda se simplifica aún más al aplicar filtros personalizados. Otra posibilidad es crear un alerta con el destino que nos interese y el valor máximo que pretendemos pagar. En caso de que aparezca, seremos notificados.
¿Y en micro?
Las empresas de larga distancia terrestre han tenido que mejorar la oferta de servicios para evitar que se opte por el avión y, pese a cierta reticencia, todas brindan descuentos. “Comprá con 10, 20 y más de 30 días de anticipación y conseguí hasta un 60 % menos que la tarifa regular”, promocionan desde la web de Flechabus, uno de los grupos fuertes. “Hubo, y hay aún, que superar varias barreras operativas, legales, culturales y organizacionales que generaron cierta revolución en el transporte terrestre para implementar el low cost, en especial porque posee significativas diferencias con el aéreo”, explica Marco Plaffenzeller desde Vía Bariloche, otra de las firmas líderes de colectivos de larga distancia.
“Esta se debe –detalla– a que los servicios de transporte terrestre son en parte públicos, con
cierta obligatoriedad de prestarlos, aunque no sean rentables ni muy demandados, frente a rutas aéreas de mayor requerimiento y en las cuales se definen las frecuencias. Los trazados que se cubren por vía terrestre, además, completan el entramado nacional con hasta 20 o 30 paradas intermedias”. La venta de este pasaje, además, sigue siendo fuerte en boleterías de terminales, agencias y hasta kioscos, ya que su pasajero no está acostumbrado a comprar con anticipación, y suele acercarse un rato antes de la salida, salvo en ocasiones especiales. Esto explica, según Plaffenzeller, la dificultad de enfrentar la implementación del Ministerio de Transporte de la Nación a partir de septiembre de 2018, cuando quitó restricciones tarifarias y colocó pisos bajos que propicien la competencia, desde simbólicos $ 23 para Buenos Aires-Rosario, a reales $ 529 para Buenos Aires-Santa Fe (Flecha Bus).
“Algunas modificaciones (que todavía se siguen afinando) nos permiten salir en este momento al mercado con butacas al 50 % del valor publicado, si el pasajero decide comprar con más anticipación. En el sitio www.busplus.com.
ar se puede adquirir un pasaje desde Buenos Aires a Bariloche por la mitad de su valor si se compra más de 30 días antes (N de la R.: desde $ 982), pero en una cantidad limitada de asientos, Y se pueden encontrar algunos descuentos interesantes comprando hasta una semana antes del viaje”, alientan desde Vía Bariloche.
Saliendo un poco de la capital del país se puede encontrar beneficios similares, con descuentos para viajar, por ejemplo, desde Bariloche a Comodoro Rivadavia, o Mar del Plata
a Neuquén, Neu Córdoba a Puerto Madryn o Tandil a Tucumán. Tuc Además, el desarrollo de la red Busplus Bus incorporó la posibilidad de comprar servicios s combinados de manera automática c para las conexiones. “Buscamos que el pasajero p siempre obtenga una respuesta y, por supuesto, pueda combinar promociones low cost”, concluye Plaffenzeller. Resta decir que el mundo de los viajes cambió geométricamente los últimos a años. Tiempo ha no existían las apps ni el scout scouting on line, y comprar pasajes con mucha anticipación casi garantizaba una buena tarifa. Hoy esa modalidad aún existe en determinados casos, pero la tecnología y la alta competencia modificaron el mapa de ofertas con semanas hot sale y tarifas de último minuto para que los transportes viajen llenos, minimizando así sus pérdidas o maximizando las ganancias. Depende del color del cristal con que se mire y que el lector debe aprender a aprovechar para viajar low cost.