El Cordón de Ansilta y un trekking extremo para montañistas expertos.
La elevada geografía del Cordón de Ansilta, en San Juan, presenta múltiples atractivos para las expediciones de montaña. Paso a paso, dos posibilidades de ascensos organizados.
Pa ra enc a ra r el “desa f ío de altura” del sanjuanino Cordón de Ansilta, el primer paso es llegar hasta la loca l idad de Ba r rea l, emplazada en el bellísimo valle de Calingasta, al margen del río Los Patos, y a unos 210 km de San Juan capital. El portal de ingreso forma parte de la extensa cordillera frontal. La elevada geografía lleva su nombre por las antiguas culturas que habitaron los faldeos orientales y occidentales. Según el historiador Horacio Videla, el significado de Ansilta es “atajo de agua”. Los registros históricos indican que hacia el año 8.000 A.C. ocuparon la región los cazadores morrillos. Más tarde apareció la cultura de Ansilta (desde los 2.000 A.C. hasta 500 años D.C., aproximadamente),
que formó uno de los más importantes asentamientos en los alrededores de la zona hoy llamada Reserva de la Fundación Vida Silvestre Los Morrillos, donde se mantienen hasta el momento pinturas rupestres de increíbles características y perfecto estado de conservación.
Las grutas halladas en exploraciones hacen suponer que este grupo humano llegó a la zona desde el norte, probablemente desde Perú. Los ansilta eran cazadores (guanacos y animales menores) y recolectores (huevos y frutos de la algarroba y el chañar). La agricultura era escasa debido a las condiciones climáticas aunque hacia el año 500 D.C. comenzaron a recibir influencias de otras culturas agrícolas vecinas, y comenzaron a sembrar maíz, quinoa, zapallo y
porotos. La momia encontrada en la Gruta de Los Morrillos, en San Juan, permite ver que el color de su piel era oscura, el cabello, lacio y la talla baja, de no más de 1,60 m de altura en los varones. Se supone que habitaban en cavernas naturales o en chozas cónicas y enterraban a sus muertos en grutas o en túmulos cubiertos de grandes piedras.
Un desafío, varias posibilidades
Enumerados de norte a sur (de derecha a izquierda, vistos desde Barreal) el Cordón de Ansilta cuenta con siete cumbres bien definidas de entre 5.100 y 5.900 m, de las cuales planteamos dos para desafiar: la 3 (de 5.560 msnm) y la 4 (5.130 msnm), a las que se ingresa por la Quebrada del arroyo Fiero, y para las cuales el campamento base se establece en el imponente anfiteatro de dichos picos. Con sus 40 km de extensión, es uno de los lugares más hermosos y menos transitados para la práctica del montañismo dentro de los Andes Centrales. Se puede subir a todos los picos por rutas de variada exigencia física y dificultad técnica (desde roca a hielo). Incluso existen algunas paredes nunca ascendidas.
Un dato a tener en cuenta es que los picos Nº 2, 4 y 7 son los únicos que poseen grandes glaciares; los demás presentan neveros más o menos extensos. El agua abunda en todas partes, es siempre cristalina y de agradable sabor, pero los arroyos se insumen antes de llegar al río Los Patos, donde el agua se pone turbia. Por consiguiente, la
amplia altipampa entre este río y la cordillera –de unos 20 a 30 km de ancho– es desértica.
El Pico N° 2 o cerro Ansilta es el más alto, con 5.885 metros. Pero el más interesante andinísticamente es, sin duda, el pico Nº 7 –llamado también Domingo Faustino Sarmiento–, debido a la coraza de hielo que cubre sus tres cumbres y que, bajando en anchos ríos blancos, conforma tres glaciares principales: La Fría, el Schiller y el de Los Italianos. Los campos de acceso a la zona de la Cordillera de Ansilta son mayormente privados, por lo que para aproximar en vehículo es necesario solicitar el permiso a los dueños y, en algunos casos, la llave de las tranqueras. A lomo de mula, con una o dos jornadas se alcanza cualquiera de los cuatro campamentos base conocidos. En general el clima es bueno, con raras tormentas de nieve que nunca duran en verano más de dos o tres días. Pero las tormentas de viento son bastante comunes y pueden soplar hasta diez días seguidos, resultando muy molestas.
Itinerario
En esta ocasión conversamos con el guía Yemil Sarmiento, quien nos detalló el desarrollo de una expedición realizada en diciembre del 2016, la que puede servir de guía a quien proyecte enfrentar estas cumbres.
Día 0: punto de encuentro del grupo en Barreal. Chequeo de equipo individual y charlas técnicas con los guías.
Día 1: salida hacia Sorocayense (a 13 km). Buscar el puente sobre el río Los Patos y cruzarlo para ingresar desde la ruta por la calle principal (no asfaltada) hacia el oeste. Luego de pasar un sector agrícola, tras un kilómetro la huella hace un codo a la izquierda. Continuar hacia la izquierda siguiendo la huella principal hasta llegar a una tranquera. Inmediatamente el camino dobla a la derecha (oeste) y luego toma a la izquierda (sur). Luego de andar un rato encontraremos otra bifurcación con un cartel. Desde aquí (a la derecha) queda el tramo final hasta el refugio Los Morrillos (2.630 msnm), una travesía que en 4x4 lleva unas dos horas para recorrer los 41 km desde Barreal. Al llegar, los arrieros ya están esperando para cargar el equipo pesado en las mulas. Después llega el momento de “mochilas arriba” para empezar a caminar hasta la primera meta: las pictografías en el cerro Morrillos, a 3.000 m (donde se realizaron hallazgos de 8.000 años de antigüedad). Son aproximadamente tres kilómetros que llevan una hora de marcha en grupo. Desde la pictografías hasta el campamento 1 –denominado El Pircado, a 3.250 m–, son unos ocho kilómetros, que conllevan todo un ascenso hasta el filo de la quebrada y descender hasta a la vera del arroyo Fiero. En total son unas ocho horas de marcha hasta montar el campamento junto a su margen.
Día 2: luego de desarmar el campamento 1, remontar la quebrada por unos nueve kilómetros, hasta los 4.100 m, donde se monta el campamento de altura, ubicado entre las morenas que descienden del anfiteatro que conforman los
picos 3, 4 y 5 del Cordón Ansilta. En caso de tormenta, se puede realizar un campamento intermedio avanzado a 3.850 m en una planicie que es la intersección de varios arroyitos. Se encuentra 1,5 km antes del campamento alto, y a 300 metros de desnivel. Al momento de salir con un grupo hacia la cumbre suma mucho poder estar más arriba.
Durante la caminata iremos descubriendo un paisaje bellísimo, después de la curva que da ingreso al anfiteatro dejamos atrás la vegetación y empezamos a caminar sobre las morenas de este circo glaciar. Cruzaremos varios arroyos para llegar al fondo del anfiteatro.
Día 3: está dedicado a descansar y lograr una buena aclimatación para enfrentar los desafíos. Realizar caminatas hasta la laguna del anfiteatro, debajo del Pico 4, que se encuentra a 500 m del campamento. Tendremos una vista increíble de la pared norte del Pico 5 y del cerro Yamaco a la izquierda, con sus 4.600 m de altura. Organizar el equipo para el intento de cumbre al Pico 4 (5.100 msnm). Cenar temprano e intentar descansar hasta la partida.
Día 4: con la salida del sol empezar a recorrer los cinco kilómetros que nos separan del Pico 4 (llamado Fidel Díaz), con sus 5.130 m. Ganamos altura hasta el col (paso de montaña) que une el pico 4 con el 3, y de ahí por el filo nos queda caminar un kilómetro hasta la cima. Son unas seis horas de marcha por la ruta Normal por el este del filo norte para evitar el viento. Luego retornaremos al campamento por los acarreos del oeste, para descansar medio día y prepararnos para el segundo desafío.
Día 5: es el día de ataque al Pico 3, de 5.560 m (denominado Teniente Francisco Ibáñez). Ascendemos cuatro kilómetros en ocho a nueve horas de marcha para ganar los 1.400 metros de desnivel que nos separan del campamento alto por la ruta Normal (los acarreos del norte y al este del glaciar del campamento). Veremos el cerro Tridente, de 4.700 m, a la derecha. Una vez en la cima encontraremos una vista increíble de todos los picos del Cordón de Ansilta, el valle de Calingasta, el Parque Nacional El Leoncito y de uno de los colosos de América: El Mercedario, con sus 6.770 metros de altura sobre el nivel del mar.
Día 6: temprano desarmarmamos el campamento para desandar en un solo tirón el camino recorrido. Son unos 17 km de hermosos paisajes de montaña para llegar hasta el refugio Los Morrillos con dos desafíos cumplidos. Solo queda subirnos al transfer y emprender el regreso a Barreal.