Weekend

Taruchas en aguas cristalina­s.

Un ámbito mágnífico –cerrado por varias temporadas– ha recuperado la presencia de hoplias que devoraron carnadas y artificial­es.

- Por Gustavo Frontoni.

Un ámbito mágnífico, La Combe –cerrado por varias temporadas– ha recuperado la presencia de hoplias que devoraron los artificial­es de látex.

Siempre estamos en la búsqueda de nuevos ámbitos para despuntar el vicio de la pesca, así que volvimos a visitar la laguna La Combe, ubicada a solo 155 km de la Capital Federal. El acceso está en muy buen estado, semiasfalt­ado gracias a los buenos oficios de su encargado, Juan Lejona. Y con el plus de brindar un espejo de 250 hectáreas que, en su mayoría, permite ser recorrido en la búsqueda de tarariras para tener una jornada excelente de pesca y devolución.

Junto a Sebastián Sallar, Alberto Frontoni, Maximilian­o Supo y Diego Sauna, nos acercamos a este paraíso de la pesca y nos fuimos con la satisfacci­ón de haber atrapado ejemplares que oscilaron de los 900 g hasta los 2,5 kg de peso, y que sabemos que pueden llegar a superar los 3,5 kg.

La laguna está ubicada en un campo privado, a solo 4 km del pueblo de Lezama, y se accede exclusivam­ente con cita. También es convenient­e reservar la estadía de pesca debido a que permite ingresar solo un máximo de seis autos para preservar las bondades de la zona.

▪ Con señuelos de látex

Llegamos a la estancia a las 9 de la mañana, armamos los equipos y la primera parada fue una franja de juncos a solo 300 m del casco. Allí había vegetación emergente (cola de zorro), por lo que nos separamos en dos grupos, tanto para pescar con la modalidad de spinning como para los que se dedicaron al bait con artificial­es de látex, que había funcionado muy bien en los últimos días, según nos comentó Diego, conocedor del lugar.

Llevamos cañas 6 pies de 15 a 20 lb (1 lb = 453,59 g) para bait y, para carnada, de 2,10 a 2,40 (15 a 25 lb) pensando en lances largos y certe

ros. Los reeles fueron de bajo perfil y rotativos chicos (del modelo 200). Multifilam­entos de 15 a 30 lb y anzuelos modelos Worm de 4/0 y 5/0 con boyas plop con sonajero y ping pong de 40 y 50 mm. Los señuelos recomendad­os son los de látex con forma de ranas, ratones y escorpione­s, acompañado­s por cucharas giratorias y lastrados con anzuelos offsett del tamaño 4/0.

La primera tararira no se hizo desear, ya que Maxi la obtuvo luego de dos piques errados en la misma pasada. Consiguió un robusto ejemplar que rondó el kilo y tomó una rana de látex negra en superficie. Para las 10:30 Alberto logró dar con un ejemplar magnífico que superó los 2,5 kg con una boya plop, utilizando de carnada filet de carpa coloreado de rojo (lo más rendidor para este ámbito). Con la intención de no ser menos, Sebastián, con una boya sonajero ping-pong de 40 mm de color amarillo tuvo varios piques fallidos y capturas de portes medianos a grandes. Todo en una franja de 500 m que pudimos vadear.

La mañana iba transcurri­endo y los piques se iban afirmando con las altas temperatur­as, con una frecuencia de 15 minutos entre cada uno. Esta laguna siempre estuvo muy bien poblada debido a que en sus costas de aguas semitransp­arentes se ven grandes cardúmenes de mojarras, alimento predilecto de esta y otras especies que la habitan. Sabemos que también hay pejerreyes de muy buen tamaño, lomo

negro, que andan en cardúmenes en temporada invernal pero, al haber también muchos dientudos en superficie durante todo el año, se dificulta dar con esos ejemplares.

Cabe destacar que solamente se permite la pesca de costa y no se pueden usar embarcacio­nes ni motores náuticos de ningún tipo. En temporada invernal, por ser una laguna de dimensione­s limitadas, se dificulta el ingreso para realizar lances largos de flote, ya que el pejerrey está cerca de la costa de enfrente, generalmen­te entre los juncos: todo un desafío para dar con ellos aunque iremos a buscarlos cuando lleguen los primeros fríos.

▪ Desde la costa

Pasado el mediodía, la temperatur­a estaba tan alta que debimos hacer un alto para hidratarno­s y comer un rico asado. Por la tarde decidimos cambiar de lugar y pasarnos a la costa contraria de la estancia. Diego nos llevó a unos limpiones rodeados de abanicos de juncos y con entradas de agua más transparen­te. Allí tuvimos viento del sector sudeste, de espalda. Entre los claros, Sebastián pudo clavar varios ejemplares con su boya sonajero, utilizando postas de dientudo. Por su parte, Maxi y Alberto, también desde la costa, obtuvieron buenas presas en las dos modalidade­s, mientras que Diego y quien escribe pudimos acercarnos al centro de la laguna –que promedia una profundida­d de 1,50 m en aguas claras– para realizar lances certeros, activando boyas y señuelos para dar con ejemplares de mejor calidad. Así sacamos piezas de más de 1,5 kg, todas devueltas al ámbito para conservar una especie que se encuentra en extinción. Recorde

mos que es territoria­l y hace el nido para su reproducci­ón en un lugar determinad­o.

▪ El dato de la jornada

Para tener resultados óptimos hay que pasar varias veces la carnada, activando el lugar de pesca, al igual que con los artificial­es. No es una laguna fácil para la pesca, así que hay que dar con los cebos indicados. En cuanto a los artificial­es, hay que probar variantes y colores de señuelos. Si fallamos o no tenemos respuesta, hay que caminar el ámbito y dar con los lugares más rendidores.

En La Combe solo se permite extraer un ejemplar por caña que supere los 40 cm y con el cor respondien­te permiso de pesca provincial. Recomendam­os devolver la presa para una óptima reproducci­ón. En cuanto a las instalacio­nes, hay seguridad para el pescador, tiene la opción de hacer safaris fotográfic­os y de pasar una jornada en familia. No se permite acampar, la jornada es solo diurna, tanto para la pesca deportiva como para el resto de las actividade­s.

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 ??  ?? Maxi y Diego haciendo los primeros lances de la mañana, pescando en un bajo. Ab. izq.: Alberto Frontoni exhibe uno de los ejemplares de tararira más grandes de la jornada, que tomó filet de carpa coloreado.
Maxi y Diego haciendo los primeros lances de la mañana, pescando en un bajo. Ab. izq.: Alberto Frontoni exhibe uno de los ejemplares de tararira más grandes de la jornada, que tomó filet de carpa coloreado.
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 ??  ?? Los artificial­es que más rindieron en la jornada. Der.: Maxi con uno de los ejemplares que tomó una rana de látex e izando un ejemplar que dio una buena batalla. Al lado, el autor de esta nota muestra un juvenil de la especie que tomó la carnada más efectiva de la jornada.
Los artificial­es que más rindieron en la jornada. Der.: Maxi con uno de los ejemplares que tomó una rana de látex e izando un ejemplar que dio una buena batalla. Al lado, el autor de esta nota muestra un juvenil de la especie que tomó la carnada más efectiva de la jornada.
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 ??  ?? Aparejo con boya sonajero para tarariras
Aparejo con boya sonajero para tarariras
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 ??  ?? Los dientudos vivos fueron fundamenta­les para poder pescar hoplias. Arriba derecha: el lugar de descanso con las parrillas equipadas del predio.
Los dientudos vivos fueron fundamenta­les para poder pescar hoplias. Arriba derecha: el lugar de descanso con las parrillas equipadas del predio.
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