Weekend

Puesta a punto y primeras millas

Familia embarcada (II) Comienza la primera travesía oficial de los Meder con destino a Brasil. En la etapa inicial, dejaron el velero en condicione­s de navegabili­dad y partieron hacia puertos uruguayos.

- Textos: HERMANN MEDER Julio 2020

tenimiento, cruzamos varias veces hasta Uruguay para unas pertinente­s pruebas de navegación e ir descubrien­do aquellos detalles que no habíamos notado antes. Navegamos en situacione­s de mal tiempo forzando el aparejo, barco y tripulació­n, a fin de evitar inconvenie­ntes más adelante. Y apareciero­n los problemas, desde algún cable de acero hasta configurac­iones del piloto automático, que de a poco los fuimos resolviend­o.

¡Hacia Colonia!

La fecha de zarpar se aproximaba y decidimos salir en coincidenc­ia con las vacaciones de invierno. Solo quedaban resolver algunos detalles y el aprovision­amiento, porque teníamos la intención de cargar la mayor cantidad posible de víveres sin afectar la estabilida­d del barco pero con intención de mantener al máximo la autonomía, por lo que también cargamos agua potable y gasoil extra al tanque del barco lleno. Todo esto afectó el desplazami­ento del velero, pero la intención del viaje era realizarlo sin apuro, aprovechan­do las navegacion­es por el Río de la Plata.

Nuestro primer puerto de destino fue la ciudad de Colonia del Sacramento, adonde arribamos luego de seis horas de una apacible navegación. ¡Ya estábamos en marcha! Ubicada a casi 40 millas náuticas de donde nos encontrába­mos, perma

cómodos, por lo que zarpar de Sauce nos llevó bastante tiempo. También resultó ser un buen lugar para poner al día a los chicos con su estudio en el Servicio de Educación a Distancia (SEAD), debido a que el puerto cuenta con internet en la amarra y no es bueno que se atrasen.

Pero como el clima es quien dispone en este tipo de aventuras, no hay que desperdici­ar nunca la oportunida­d de navegar hacia el próximo destino.

Dieta balanceada

Sentíamos que estábamos lis listos, que debíamos adelantar mi millas y, progresiva­mente, aume mentar la distancia recorrida ye y el tiempo de navegación en ag aguas abiertas, por lo que ir aM a Montevideo era una buena op oportunida­d. La distancia hasta el puerto de Buceo era de 80 millas y ahí nos encontramo­s con situacione­s de navegación diferentes a las que veníamos viviendo, desde rocas y ayudas a la navegación, hasta sortear el canal de acceso al puerto comercial y el tráfico de buques: todo era nuevo para nosotros.

Surgían además cuestiones de la vida doméstica en las que ha había que reparar, como la con

la calidad de las comidas y teníamos que disponer de carne, frutas, verduras y otros alimentos frescos. Teníamos heladera a bordo y todos los consumos deben equilibrar­se a fin de no exigir al sistema, que alimenta también a los instrument­os de navegación. Para sostener el consumo eléctrico se debe tener en buen estado las baterías y sus fuentes de carga. Nosotros usamos cargadores solar y eólico, su sumados a la energía extra que proporcion­a p el alternador acopl acoplado al motor.

En mar abierto también es muy útil recurrir a la pesca en trolli trolling: proveerse de pescado fresc fresco en viaje es una gran ayuda, por lo que hay que tener a bordo un buen equipo, señuelos apropiados y estar atentos a la oportunida­d sin perjudicar la navegación, pues detener la marcha de un velero en ciertas condicione­s, no siempre es una buena opción.

Buscando nuevas amarras

Como siempre, antes de emprender un nuevo tramo, hay que verificar las condicione­s del clima y así nos fuimos familiariz­ando con los diferentes programas meteorológ­icos, para no cometer ningún error. Al atravesar el canal de acceso al Puerto de Montevideo, pasar la Punta Brava dejando una distancia de respeto y evitar algunos bajos, llegamos al puerto de Buceo, donde además de ser muy hospitalar­ios y contar con un Yacht Club muy lindo, nos ofrecieron una amarra de cortesía, agua potable y electricid­ad.

Sin embargo, la posibilida­d de aprovechar el clima y navegar hacia Piriápolis resultaba muy tentadora, así que solo permanecim­os allí unas horas descansand­o y, al amanecer, zarpamos con renovadas energías y mucho entusiasmo al enc uent ro de la t a n soñada agua de mar.

 ??  ?? A medida que avanzábamo­s de puerto en puerto, fuimos ganando experienci­a en navegación y en la vida a bordo. Los puertos de Uruguay ofrecen amarras seguras donde dejar el barco y así poder recorrer sus pueblos y ciudades.
A medida que avanzábamo­s de puerto en puerto, fuimos ganando experienci­a en navegación y en la vida a bordo. Los puertos de Uruguay ofrecen amarras seguras donde dejar el barco y así poder recorrer sus pueblos y ciudades.
 ??  ??
 ??  ??
 ??  ??
 ??  ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Argentina