Puesta a punto y primeras millas
Familia embarcada (II) Comienza la primera travesía oficial de los Meder con destino a Brasil. En la etapa inicial, dejaron el velero en condiciones de navegabilidad y partieron hacia puertos uruguayos.
tenimiento, cruzamos varias veces hasta Uruguay para unas pertinentes pruebas de navegación e ir descubriendo aquellos detalles que no habíamos notado antes. Navegamos en situaciones de mal tiempo forzando el aparejo, barco y tripulación, a fin de evitar inconvenientes más adelante. Y aparecieron los problemas, desde algún cable de acero hasta configuraciones del piloto automático, que de a poco los fuimos resolviendo.
¡Hacia Colonia!
La fecha de zarpar se aproximaba y decidimos salir en coincidencia con las vacaciones de invierno. Solo quedaban resolver algunos detalles y el aprovisionamiento, porque teníamos la intención de cargar la mayor cantidad posible de víveres sin afectar la estabilidad del barco pero con intención de mantener al máximo la autonomía, por lo que también cargamos agua potable y gasoil extra al tanque del barco lleno. Todo esto afectó el desplazamiento del velero, pero la intención del viaje era realizarlo sin apuro, aprovechando las navegaciones por el Río de la Plata.
Nuestro primer puerto de destino fue la ciudad de Colonia del Sacramento, adonde arribamos luego de seis horas de una apacible navegación. ¡Ya estábamos en marcha! Ubicada a casi 40 millas náuticas de donde nos encontrábamos, perma
cómodos, por lo que zarpar de Sauce nos llevó bastante tiempo. También resultó ser un buen lugar para poner al día a los chicos con su estudio en el Servicio de Educación a Distancia (SEAD), debido a que el puerto cuenta con internet en la amarra y no es bueno que se atrasen.
Pero como el clima es quien dispone en este tipo de aventuras, no hay que desperdiciar nunca la oportunidad de navegar hacia el próximo destino.
Dieta balanceada
Sentíamos que estábamos lis listos, que debíamos adelantar mi millas y, progresivamente, aume mentar la distancia recorrida ye y el tiempo de navegación en ag aguas abiertas, por lo que ir aM a Montevideo era una buena op oportunidad. La distancia hasta el puerto de Buceo era de 80 millas y ahí nos encontramos con situaciones de navegación diferentes a las que veníamos viviendo, desde rocas y ayudas a la navegación, hasta sortear el canal de acceso al puerto comercial y el tráfico de buques: todo era nuevo para nosotros.
Surgían además cuestiones de la vida doméstica en las que ha había que reparar, como la con
la calidad de las comidas y teníamos que disponer de carne, frutas, verduras y otros alimentos frescos. Teníamos heladera a bordo y todos los consumos deben equilibrarse a fin de no exigir al sistema, que alimenta también a los instrumentos de navegación. Para sostener el consumo eléctrico se debe tener en buen estado las baterías y sus fuentes de carga. Nosotros usamos cargadores solar y eólico, su sumados a la energía extra que proporciona p el alternador acopl acoplado al motor.
En mar abierto también es muy útil recurrir a la pesca en trolli trolling: proveerse de pescado fresc fresco en viaje es una gran ayuda, por lo que hay que tener a bordo un buen equipo, señuelos apropiados y estar atentos a la oportunidad sin perjudicar la navegación, pues detener la marcha de un velero en ciertas condiciones, no siempre es una buena opción.
Buscando nuevas amarras
Como siempre, antes de emprender un nuevo tramo, hay que verificar las condiciones del clima y así nos fuimos familiarizando con los diferentes programas meteorológicos, para no cometer ningún error. Al atravesar el canal de acceso al Puerto de Montevideo, pasar la Punta Brava dejando una distancia de respeto y evitar algunos bajos, llegamos al puerto de Buceo, donde además de ser muy hospitalarios y contar con un Yacht Club muy lindo, nos ofrecieron una amarra de cortesía, agua potable y electricidad.
Sin embargo, la posibilidad de aprovechar el clima y navegar hacia Piriápolis resultaba muy tentadora, así que solo permanecimos allí unas horas descansando y, al amanecer, zarpamos con renovadas energías y mucho entusiasmo al enc uent ro de la t a n soñada agua de mar.