Weekend

Seis recorridos para descubrir Buenos Aires.

Una hermosa invitación a la aventura que nos llevará a recorrer, sobre nuestras bicicletas, caminos rurales perdidos y antiguos pueblos de la provincia de Buenos Aires.

- Por Marisol López.

Una hermosa invitación a la aventura que nos llevará a conocer, siempre sobre nuestras bicicletas, caminos rurales perdidos y antiguos pueblos de la provincia de Buenos Aires.

Muchas veces creemos que, para viajar en bici, es necesario hacer grandes planes en los que necesitemo­s semanas o meses enteros recorriend­o lugares alejados, lo cual implica mayor organizaci­ón y logística. Pero olvidamos que la esencia de los viajes en bici no trata de grandes distancias o tiempo sino, principalm­ente, de vivencias intensas en las que logremos conectar con el entorno y que, para encontrarl­as, no es necesario irse muy lejos.

En esta nota Gabriel Salerno y Adriana Buchele, ciclistas y viajeros, nos proponen seis recorridos diferentes, de uno a tres días de duración, pedaleando por pueblos y caminos secundario­s de la provincia de Buenos Aires.

Recorrido 1 City Bell - Buchanan - Aeródromo Mouras (Adriana Buchele)

Pensando en hacer una travesía por vías, campos y vacas, un sábado ventoso y poco amigable partimos rumbo a Buchanan montados sobre dos ruedas. Unas pocas semanas atrás había transitado ese mismo destino con la camioneta, despacio, muy despacio, por un camino ancho deteriorad­o y prácticame­nte intransita­ble. Eso no impidió apreciar la belleza del lugar y convencida de que con la bici sería aún mucho mejor, volvimos.

Vimos los restos de una señorial estación ferroviari­a que formó parte del ramal que salía de González Catán y llegaba, por ese entonces, al pujante Puerto La Plata de la Cía. General de Ferrocarri­les. Un puerto del que conocemos su gran historia, a pesar de la sombra del de Buenos Aires.

Campos alrededor de vacas que todavía siguen engordando, de ese suelo que nunca deja de dar La estación que calla las voces de sus paredes contando una historia no muy lejana de horarios de paso, de tractores llegando con la carga, del tanque repleto de agua para abastecer la sed de los peones rurales, de sombras de árboles añejos que hoy permanecen firmes, haciéndole frente a este viento frío del Sur del día de nuestro paseo.

Las bicis transitan en el sendero estrecho, con matas de yuyos duros que hacen que el pedaleo, por momentos, no sea continuo. Cruzamos puentes de madera rotos a nuestro paso, en los que debemos apurarnos para darle lugar a las vacas que vienen delante de su cuidador. Es hora de volver. La tranquera se cierra. Y el viento ocupa los rincones de aquella vieja estación de Buchanan.

Recorrido 2 Olmos - Río Dulce (Gabriel Salerno)

Partimos desde la estación de servicio ubicada en la rotonda de Olmos (RP 36 y RP 215). Hicimos los primeros 10 km por la calle 197 hasta cruzar con la RP 36. Un

Visitamos la antigua estación Buchanan y en el recorrido nos sorprendie­ron dos curiosas llamas de una estancia.

kilómetro antes de la RP 36 se encuentra un monolito que recuerda el accidente del corredor de Turismo de Carretera Pato Morresi. Por la Ruta 36, a 13 km se halla un parador-almacén y, desde ese sitio, hacemos 5 km más para doblar a la derecha y empezar una serie de caminos rurales que primero nos llevarán hasta Oliden, donde nos encontrare­mos con una antigua panadería y, obviamente, la estación de tren. Es el último lugar donde podremos abastecern­os de comida y unos ricos fiambres de campo. Saliendo del pueblo, a unos 10 km encontrare­mos abandonado el viejo Almacén Las

Piñas. Una construcci­ón de las primeras décadas del 1900. Cinco kilómetros más adelante llegaremos a Ferrari, donde solo hay una escuela y algunas casas. Desde allí tendremos que recorrer unos 13 km hasta la estación Vergara. Aquí también hay un viejo almacén, pero no es seguro que esté abierto; además hay un colegio y una estancia donde podemos proveernos de agua. Desde Vergara tenemos 11 km más, un camino que se mete entre las copas de un bosque de acacias negras (ojo con las espinas) hasta llegar a la RP 20. De ahí a la izquierda, a 4 km se encuentra el puente del río Dulce, donde podremos acampar bajo su sombra.

Recorrido 3 Río Samborombó­n (Adriana Buchele)

Día de calor, así se presenta el amanecer. Nuevamente en la ruta para llegar al destino en que nos montaremos en nuestras bicicletas.

El camino es recto, entre campos, con camionetas que van y vienen con las cajas llenas de herramient­as de trabajo, algunas tranqueras abiertas esperando al camión que traslada al ganado, curva y contracurv­a. Las bicis siguen la huella, dejando paso a los lugareños. Las risas espantan a los

pájaros de su habitual tranquilid­ad y, al fin, el camino comienza a bajar para reencontra­rnos nuevamente con el Samborombó­n, esta vez a la altura de los Caños de Vergara.

Marrón, con espuma que va dejando al pasar por este puente que interrumpi­ó el río en forma abrupta, y que en algunos años ha tratado de llevárselo. Cómo faros, dos casitas de horneros custodian el paso.

Tomamos una foto de la orilla del río y emprendemo­s nuestra segunda etapa de la aventura. No hay más camino, solo un sendero pisoteado por las vacas y algunos rastros de pescadores que dejan su impronta, con cenizas del fogón y el caprichoso ritual de dejar las botellas allí, como si por obra de magia fueran a desaparece­r. Si supieran que esa misma botella flotará hasta la Bahía de Samborombó­n rumbo a una contaminac­ión eterna, permanente….

Entre curva y curva remonto el barrilete. El viento de popa y una velocidad baja hacen que vuele en libertad. Un solo árbol se asoma en el horizonte. El rumbo es ese. El nos cobija para un almuerzo tranquilo, bajo sus ramas con espinas observamos a lo lejos grandes colonias de biguás.

Llegamos al paraje Don Julito, no sin antes cruzar canaletas que forman una red infinita de pequeños ríos que alimentan al principal. Su suelo muestra algo de salinidad. En algunas zonas es muy pegajoso y las ruedas suelen enterrarse.

Encaramos, para cortar camino, por dentro de un campo, saltamos alambrados y pronto lo bajo del terreno transforma al lugar en un pequeño pantano, húmedo de matas de paja durísimas, imposible de pedalear. La lluvia comienza a caer, el cielo gris plomo torna al paisaje un poco triste, pero seguimos avanzando y tratando de pedalear en ese laberinto. Y al final una última tranquera nos abriga del agua y, de paso, aprovecham­os para reparar una pinchadura.

El día va terminando, esta vez con pocos kilómetros pero mucha adrenalina y un río que nos sigue tentando, por tierra y por agua, allí… esperándon­os.

Recorrido4 Jepenner-Gral Belgrano (Grabriel Salerno)

Saliendo de Jeppener agarramos el camino asfaltado que nos lleva a Altamirano. Antes de llegar al pueblo se abre una bifurcació­n a la derecha con dirección al pueblo de Alegre por caminos rurales durante 20 km, desde allí tenemos casi 10 km más hasta la ciudad de Ranchos, donde encontrare­mos una laguna ideal para tomar un refrigerio. Allí también suelen haber negocios de comida. Continuamo­s el viaje por la calle Betbeze hasta acercarnos a las vías del tren provincial. Las cruzamos para tenerlas a nuestra derecha y continuamo­s el camino en esa dirección por unos 30 km hasta la estación Río Salado, en el Pueblo de Villanueva. A unos 500 m más adelante tenemos el puente que cruza el río Salado. A los lados del puente hay campings, uno privado y el otro municipal. Desde aquí solo nos restan 10 km para llegar a Gral. Belgrano, donde tenemos para alojarnos camping municipal y cabañas.

Recorrido 5 Portela - Santa Coloma (Adriana Buchele)

Desde la ventana de la pieza de la casa de campo me despierta el hermoso amanecer y los cantos de pájaros que ya estaban trabajando muy temprano. Lejos, los perros le ladran a algún tractor que pasa por la lejana calle rural, dejando su estela de polvo por detrás. Me levanto y luego de una mateada sobre la larga mesa de madera maciza, con la cocina económica cerquita, preparo la bici y me dispongo a rodar.

Hasta la tranquera me acompañan los perros, moviendo la cola y levantando polvareda. Hay poco viento. Las huellas del tractor de la mañana están intactas en el camino. Cerca de unos alambrados, un grupo de caballos me mira curioso. A los costados, mares de trigos se mecen y se cortan abruptamen­te en alguna cañada. Otras veces, grietas de una tierra seca marcan las parcelas como heridas, esperando el agua que hace rato que no llega.

En una intersecci­ón aparece un viejo boliche de almacén “La Sucursal”, un centro de reunión para los viajantes, enclavado al lado del paso a nivel.

Llegó a Irineo Portela. Su estación de tren está prolijamen­te cuidada. La recorro y, para mi

asombro, la Agencia de YPF está abierta, con los surtidores afuera. Entro con la puerta alta de madera y con una pequeña campanilla arriba que la hace sonar anunciando mi ingreso, veo un hermoso almacén de ramos generales.

Me dispongo a cruzar nuevamente las vías y salir rumbo a Santa Coloma. Dos camiones me pasan por la angosta calle de tierra, me bañan de polvo y sigo pedaleando.

Santa Coloma es un poco más grande, dispuesta geométrica­mente casi igual que Portela. Tiene dos carteles que me dan una idea de lo grande que es su fiesta de la Torta Frita y del Mondongo. Las recetas están plasmadas en los mismos carteles, en un parque de una arboleda inmensa que, supongo, cobija a los visitantes para esa fecha, el 1 de mayo de cada año.

Es hora de pegar la vuelta, me quedan unos cuantos kilómetros hasta el campo. A esta hora los tractores van y vienen con maquinaria­s a remolque. En el camino, unos cuantos lagartos overos se esconden rápidament­e. Campos, curvas y más campos. Paisanos con boinas, caballos, manos de trabajo, mujeres con delantales, molinos que giran, trigo que se mece, perros que mueven la cola y corren en busca de la bicicleta, pequeñas f lores amarillas y violetas al costado del camino, galpones abiertos, extrañas maquinaria­s de colores, silos que se levantan como ciudades, cuadradito­s de tierra con diferentes colores, caminos y más caminos por delante… gira… giran los pedales, las ruedas, la mente, los sentidos, en soledad...

Recorrido 6 Gral. Conesa - Nueva Atlantis (Gabriel Salerno)

Salimos de la plaza de Gral. Con esa hacia la ex ruta provincial 56. Desde la calle con boulevard re corremos una traza de ripio por 10 km hasta empalmar con la actual RP 56, asfaltada y futura autovía. Sobre este tramo de asfalto hicimos 12 km hasta llegar al puente que cruza el Canal 2. Recomendam­os tener mucho cuidado sobre este sector, es convenient­e circular sobre el terraplén de tierra donde se está haciendo la otra vía de circulació­n. Al llegar al puente del Canal 2 , lo cruzamos y tomamos el camino de la izquierda que sigue el curso del canal.

Sobre este camino avanzamos 27 km donde a nuestra derecha encontrare­mos una tranquera. En esa tranquera empieza el camino vecinal que recorre una zona de reserva de vida silvestre, son 35 km hasta llegar al antiguo trazado de la Ruta 11.

Allí se encuentra un pueblo Para je Pavón, desde donde el camino es asfaltado y nos lleva a Mar de Ajó. Nosotros fuimos hasta la costa yen sentido sur hicimos unos 4 km hasta el camping de Nueva Atlantis.

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 ??  ?? Almacén Las Piñas, con fecha de 1916. Una reliquia en el camino entre Oliden y Ferrari. Un lugar detenido en el tiempo.
Almacén Las Piñas, con fecha de 1916. Una reliquia en el camino entre Oliden y Ferrari. Un lugar detenido en el tiempo.
 ??  ?? Paraje Don Julito a orillas del río Samborombó­n, con grandes colonias de biguás.
Paraje Don Julito a orillas del río Samborombó­n, con grandes colonias de biguás.
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 ??  ?? A nuestra espalda, el Salado se pierde en el horizonte. Camping municipal de General Belgrano, un hermoso lugar con paseo costero que recorre el cauce del río.
A nuestra espalda, el Salado se pierde en el horizonte. Camping municipal de General Belgrano, un hermoso lugar con paseo costero que recorre el cauce del río.
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 ??  ?? Estación de Santa Coloma. Y antigua agencia oficial de YPF, con sus surtidores añejos, en donde hoy funciona un almacén de ramos generales.
Estación de Santa Coloma. Y antigua agencia oficial de YPF, con sus surtidores añejos, en donde hoy funciona un almacén de ramos generales.
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 ??  ?? El camino que costea el Canal 2 está lleno de fauna y varias veces cruzamos ñandúes. Sobre él avanzamos 27 km hasta una tranquera a mano derecha, donde comienza un sendero vecinal que lleva a la Ruta 11.
El camino que costea el Canal 2 está lleno de fauna y varias veces cruzamos ñandúes. Sobre él avanzamos 27 km hasta una tranquera a mano derecha, donde comienza un sendero vecinal que lleva a la Ruta 11.
 ??  ?? El camping municipal Nueva Atlantis es grande y muy bien cuidado. De noche permite escuchar el mar desde la carpa.
El camping municipal Nueva Atlantis es grande y muy bien cuidado. De noche permite escuchar el mar desde la carpa.
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