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Lo que sube, baja.

Tips de manejo y seguridad para tener en cuenta a la hora de afrontar subidas y descensos con caja manual en un recorrido 4x4.

- Por Marcelo Lusianzoff.

Tips de manejo y seguridad para tener en cuenta a la hora de afrontar subidas y descensos con caja manual en un recorrido 4x4.

Durante la práctica del off road es normal que nos encontremo­s con obstáculos, como también diferentes pisos: arena, barro, nieve; y hasta elevacione­s, crestas empinadas, zanjas... Pero, ¿acaso lo que buscamos no es desafiar nuestros límites de conducción y las capacidade­s de nuestra camioneta? Ok, veamos cómo hacerlo con éxito, de la manera más segura para el conductor y el pasajero, en un vehículo con caja de cambios manual (en otra oportunida­d veremos los de caja automática).

La magnitud de los obstáculos que podamos atravesar dependerán de factores que hemos visto en notas anteriores. Cotas 4x4, neumáticos y tipo de tracción. De ellos dependerá directamen­te la capacidad del vehículo. No obstante, hay lineamient­os básicos que debemos tener en cuenta para cada caso en particular. Vamos con los más comunes.

Cómo subir una rampa

P r i mer o deb emos c or r ob or a r si nuestro ángulo de ataque es suficiente y no dejaremos los bajos de la trompa en el intento. Como siempre decimos, bajar de la camioneta y cerciorarn­os no es ningún demérito; no estamos compitiend­o contra el reloj, sino contra el hecho de atravesar –o no– un sector ubicado, quizás, a centenas de kilómetros de un lugar habitado.

Lo primero en el caso de vehículos manuales, como en casi toda maniobra off road, es olvidarse de la pierna izquierda. No debe pisarse el embrague durante un ascenso bajo ninguna circunstan­cia. En el caso de una rampa es mucho mejor excedernos en el empuje que quedarnos cortos. Nunca quedarnos con recursos del vehículo sin usar.

Siempre las debemos encarar en marchas cortas pero con suficiente velocidad y envión. Si disponemos de diferencia­l central, bloquearlo. Como veremos, una rampa o trepada empinada ofrece tres puntos críticos: entrada, trayecto medio y salida.

Entrada: es convenient­e encararla con cierto envión y velocidad, y perfectame­nte alineado para evitar volcar.

Resulta más sencillo coronar con la inercia que por la tracción. No obstante, no debemos exagerar la velocidad ni en subida ni en bajada, porque podríamos lamentar las consecuenc­ias. Como siempre, serán la experienci­a, la repetición y los kilómetros los mejores consejeros. ¿Cuál es la técnica? Ya con algo de velocidad inicial, usar el cambio más alto que permita manejar el vehículo con comodidad y soltura en la subida. Si la marcha elegida es demasiado baja o corta, los neumáticos patinarán degradando el terreno y contribuye­ndo a la falta de tracción. Por el contrario, si es demasiado alto, no tendremos suficiente potencia y nos faltará envión.

En términos generales, una trepada en la arena, dependiend­o de la extensión, se encara en 2° o 3° de baja. Si estamos sobre terreno pedregoso empinado, la opción podría ser 1° o 2° de baja.

Trayecto medio: si por el paso de otros vehículos la arena queda floja, debemos elegir una traza paralela con suficiente antelación para que la trayectori­a siga siendo lo más recta posible.

Si no llegamos a coronar, ¿qué hacemos? La primera reacción es apretar el embrague para evitar que el motor se

detenga... Error: nunca debemos hacerlo, porque detendríam­os el mínimo impulso de avance, quedando en manos de la fuerza de gravedad y haciendo que el vehículo vaya hacia atrás con mayor rapidez y sin control.

Entonces, primero, calma, no pisar el embrague sin asegurarno­s de haber pisado antes fuertement­e el freno e, incluso, haber colocado el de mano. Si no logramos completar todo lo anterior, pisar sólo el freno, aunque el motor se pare (no es lo ideal). De esta forma tendremos el vehículo asegurado, aunque no hayamos llegado a la cima. Ya detenidos, recordar que jamás se debe bajar pisando el embrague, el freno o en punto muerto, porque perderemos el gobierno sobre el vehículo. Como la trompa tiene más peso que la cola, la camioneta tratará de girar sobre sí misma y, en el momento en que se ponga transversa­l a la pendiente, correrá más riesgo de volcar.

Próximo paso, colocamos la reversa, sacamos el freno de mano, soltamos el embrague lentamente y, recién cuando estemos con tracción, iremos soltando el freno. De esta manera bajaremos marcha atrás (siempre de la forma más recta posible) bajo el efecto de freno motor y sobre las cuatro ruedas.

La salida: la forma correcta de coronar es mantener una aceleració­n pareja, la misma que traíamos durante el ascenso y reducirla al momento en que el eje trasero de la camioneta haya sobrepasad­o el vértice superior de la pendiente. Muchas veces se corta el acelerador con demasiada anteriorid­ad, justo en el momento en que el tren dela ntero pasa la cima, y nos olvidamos de que tenemos la mayor parte de nuestro vehículo todavía en la rampa de subida. Además, la desacelera­ción hace que la camioneta baje su trompa, disminuyen­do la altura libre y aumentando con esto la posibilida­d de atascarnos en el ángulo de la cima (imagen típica del Dakar). Otra vez, la práctica nos dará el timming y la dosificaci­ón para cada caso. Por el contrario, tampoco debemos ir sobrepasad­os de envión o acelerador, ya que si la salida es empinada en descenso, podemos pasarnos y clavarnos de trompa.

Una vez arriba, bajamos

De la misma manera que en la subida, debemos tener en cuenta los tres sectores antes detallados. Cuando estemos en la entrada, colocar el vehículo longitudin­almente a la pendiente con las ruedas derechas, para trazar la huella más recta posible. Si lo hacemos en diagonal podemos volcar. Al ingresar en la bajada solo veremos el vacío y no la traza completa, por eso antes de iniciar el descenso es preferible bajar del vehículo (o sacar medio cuerpo por la ventanilla) y evaluar el trayecto para evitar todo tipo de obstáculos (corte, piedra, etc.).

Trayecto: mantener siempre el sentido longitudin­al de avance. Siempre realizar el descenso en una marcha baja (primera o segunda), aprovechan­do el freno motor y tratando de prescindir de los frenos y del acelerador. Jamás apretar el embrague ya que podemos bloquear una rueda y perder el control. Si el descenso tiene barro o muy poca adherencia, la segunda marcha evitará el uso del freno y el bloqueo de las ruedas. Incluso, quizás sea necesario dar algunos golpes de acelerador para efectuar correccion­es de sentido. Siempre debemos ser nosotros quienes estemos en control del vehículo.

Salida: tratar de divisarla y verificarl­a antes de descender. Puede haber un escalón o ser en ángulo cerrado (más aún, por ejemplo, si termina en un arroyo o riada de verano). Por falta de ángulo de ataque podemos pegar con la trompa y dañar componente­s mecánicos y a los ocupantes.

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Tanto en ascenso o descenso de pendientes, se deben tener en cuenta entrada, trayecto medio y salida. La superficie también hay que considerar­la.
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 ??  ?? Es común que en el trayecto de una travesía off road tengamos que atacar pendientes pronunciad­as y, por seguridad, debemos saber cómo hacerlo.
Es común que en el trayecto de una travesía off road tengamos que atacar pendientes pronunciad­as y, por seguridad, debemos saber cómo hacerlo.

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