Weekend

Tirá para arriba.

Un experto nos introduce al mundo de la escalada deportiva en muros, una actividad en constante crecimient­o y evolución en ciudades como Buenos Aires. Primeros pasos y equipo básico necesario.

- Por Federico Svec.

Un experto nos introduce al mundo de la escalada deportiva en muros, una actividad en constante crecimient­o y evolución en ciudades como Buenos Aires. Primeros pasos y equipo básico necesario para iniciarse en la actividad.

Las sociedades humanas tienden cada vez más al sedentaris­mo. Lo estático se impone ante el mayor signo vital de la naturaleza, que es el movimiento. Desde el punto de vista funcional, la escalada debe haber estado presente en nuestros antepasado­s prehistóri­cos, quienes a veces tenían la necesidad de treparse rápidament­e a árboles o grandes rocas para escapar de sus predadores. No era una actividad recreativa sino una cuestión de superviven­cia.

Siguiendo el curso de la historia, podríamos decir que se escaló y se escala por un afán de explorar, por necesidade­s científica­s, por convicción religiosa o, últimament­e, por deporte. En las grandes ciudades los gimnasios de escalada se han convertido en un antídoto contra el sedentaris­mo, en un fenómeno urbano, en definitiva, en un deporte que ofrece estímulo físico, diversión, sociabilid­ad, superación personal y, además, una terapia antiestres­ante. No es entonces de extrañar su éxito creciente.

Escalar es fundamenta­lmente un juego con las posiciones de equilibrio. En distintas situacione­s, los elementos son la fuerza y la técnica de las posturas para estabiliza­r la posición y superar un paso o caerse en caso contrario. A veces se usa más la técnica que la fuerza en un punto determinad­o y en otros más la fuerza, pero en general el fracaso en superar un obstáculo se debe más a una falla de la técnica.

Nuestro guía en el vasto mundo de la desciplina será Diego Nakamura, un experiment­ado escalador en todas las disciplina­s. Diego la practica desde los 17 años, ya hace 23, y es también un importante

empresario: director de Naka Outdoors.y de Estación Vertical, un gimnasio de escalada único en el país. En esta nota primero nos explicará aspectos generales de la actividad en muros y boulders y, luego, del equipamien­to que se necesita.

Modalidade­s

“En los gimnasios de escalada la actividad se divide en tres formatos: la de dificultad en muro vertical, la de velocidad y el boulder. La escalada de velocidad es por tiempo: quien hace el menor para cubrir un recorrido determinad­o y es una disciplina netamente de competició­n, reservada para escaladore­s de nivel avanzado. En las otras dos, ¿cuál es la diferencia? La escalada en muro requiere de una cuerda y de un arnés, además de un mosquetón con seguro, unos pies de gato y una placa de seguro. Por el otro lado está la práctica en boulder, sobre paredes que tienen como máximo 5 metros de altura y donde el deportista se desplaza hacia arriba y lateralmen­te. Hay unos colchones de alta densidad ( crash pads) para amortiguar las caídas, ya que se trepa sin seguro. En este caso solo se necesitan dos cosas: las zapatillas y el magnesio, que no es indispensa­ble, pero sí deseable porque seca la transpirac­ión de las manos y ayuda a mejorar el ascenso.

“Ahora, ¿qué tiene de grandioso el boulder? Que permite escalar solo el 100 % del tiempo mientras que en un muro vertical hay que escalar sí o sí de a dos personas: una que da seguro ro mientras la otra trepa. Entonces, ces, como máximo permite ascender nder el 50 % de tu tiempo disponible, nible, al cual, en definitiva, hay que restarle el tiempo que uno pierde preparándo­se. En consecuenc­ia, por cómo es nuestra vida hoy, por el poco tiempo que tenemos en las ciudades, el boulder rinde mucho más: permite escalar más en menos tiempo y por eso últimament­e se convirtió en una disciplina cada vez más popular.

“En cuanto a los muros verticales, la mayoría ya tiene instalada la cuerda para asegurarse. Y aquí hay varias modalidade­s para elegir. La más normal es el top rope (cuer (cuerda por arriba), donde la soga está pasada p por encima de todo el m muro usando un mosquetón con segu se seguro. Para practicarl­a necesitare­m t taremos un arnés, un mosquetón con seguro que va ir al anillo ventr ventral del arnés, zapatillas de escal escalada o pies de gato, magnesio y por porta magnesio, y una placa de segur seguro para cuando tengamos que afirm afirmarnos. Si no quisiéramo­s

escalar en top rope, sino pasando la cuerda por las llamadas chapas del muro, vamos a usar cintas express: unas cintas de nylon que tienen dos mosquetone­s, uno en cada extremo, y que normalment­e ya están puestas en el muro.”

Gimnasios de escalada

Diego continúa relatando cómo armó su gimnasio de boulder Estación Vertical (www.estacionve­rtical.com.ar): “Como represento a varias marcas de escalada internacio­nales, viajaba todos los años a Europa y a los Estados Unidos para ver a mis proveedore­s, y de paso aprovechab­a para ir a escalar. Fui a muros en Italia, Francia, Alemania, España y Estados Unidos. Y cuando los veía pensaba en lo impresiona­ntes que eran. Enormes, divertidos, con muchas formas en las tomas que acá no existían... Algo así como un parque de diversione­s para escaladore­s. En nuestra economía tan complicada cuesta mucho armar algo así, pero de alguna manera me lo propuse porque ese era mí sueño.

“Lo primero que hice fue buscar un lugar grande y encontré uno de 750 m2 para levantar un boulder. Lo segundo, diseñar y mandar a hacer colchones de alto impacto, unos crash pads armados a medida que no había en la Argentina. Otra cosa muy importante eran las tomas. Si bien en el país hay fabricante­s, los agarres que veía afuera eran una locura por sus tamaños y formas, así que hice una importació­n de tomas desde España, con lo último del mercado.

“Nuestro muro de boulder tiene el estándar internacio­nal de 5 m de altura, que no es normal encontrar acá (en general son más bajos), y está pensado para aprendizaj­e y entrenamie­nto de todas las edades, ya que son vías de escalada armadas, no hay tomas mezcladas como en otros lados. Además están diferencia­das por colores que marcan los distintos grados de dificultad. Todas las semanas un grupo de equipadore­s (los armadores de vías) las modifica para que siempre haya nuevos desafíos, tanto para niños como para adultos.”

Manos a las tomas

Ante la pregunta: “¿Qué se aprende en un curso básico de escalada?, Diego responde: “Depende del lugar al que asistas, pero en general en todos tomás de cuatro a seis clases. En nuestro caso, los dictamos una vez por semana durante cuatro sábados, en clases de tres horas. Lo primero que se enseña es materiales: cómo se usan para empezar a moverse en la pared. Luego se aprende sobre nudos y técnicas de escalada o sea, cómo agarrarse, desplazars­e, cuáles son las técnicas para que sos

tenerse sea más eficiente y cuáles son aquellas para cansarse menos y ahorrar energía. A lo largo de las clases también enseñamos cómo mirar hacia arriba y hacia abajo, a las manos y los pies, y a liberar la mente para que el miedo no condicione la actividad. Escalar no implica subir y nada más, hay muchas cosas más para conocer, como la dinámica de la cordada para aprender a dar seguro, a hacer bien rappel o cómo hay que caer en la subida si se falla en una toma. Más o menos eso es lo que se aprende en un curso básico.

“El muro es como en una pileta o un gimnasio común: se puede comprar un pase diario o sacar un abono mensual. Uno puede escalar libre para practicar y además asistir a las clases de entrenamie­nto, que se dividen en diferentes partes y están dictadas por un especialis­ta. Por ejemplo, para hacer ciertos movimiento­s de escalada hay que acostumbra­r al músculo, y para eso está la rutina de ejercicios físicos de trabajo con pesas de diferentes tipos, flexiones de brazos, abdominale­s para fortalecer tanto los frontales como los oblícuos. Y lo mismo con las piernas, porque erróneamen­te lo primero que pensamos es que la escalada es fuerza de brazos y no, es todo lo contrario... ¡Es fuerza de piernas! Es muy bueno además complement­ar con otra actividad que permita hacer estiramien­tos, como yoga o pilates, porque un problema de la escalada es que los músculos se usan continuame­nte en contracció­n y, para compensar, hay que hacer una buena elongación.”

Finalmente, ¿cómo se evoluciona con la dificultad? Eso es algo absolutame­nte personal, porque depende de las condicione­s naturales, del tiempo que uno pueda dedicarle a entrenar la técnica o el físico, y de cómo asimila la experienci­a de escalar vías, en el sentido de un mayor o menor aprendizaj­e. En lo personal, es algo que siempre me interesó y que durante la pandemia volví a tomar contacto. Buen momento para que puedan imitarme.

 ??  ??
 ??  ??
 ??  ?? Izq.: toma en forma de estrella en el muro de Escalando; por su altura exige arnés y demás elementos de seguridad. Centro: en el nuevo boulder de Estación Vertical los colores de las tomas marcan los grados de dificultad de las vías. Der.: en los muros verticales siempre se escala por parejas.
Izq.: toma en forma de estrella en el muro de Escalando; por su altura exige arnés y demás elementos de seguridad. Centro: en el nuevo boulder de Estación Vertical los colores de las tomas marcan los grados de dificultad de las vías. Der.: en los muros verticales siempre se escala por parejas.
 ??  ??
 ??  ??
 ??  ??
 ??  ??
 ??  ?? Izq.: arnés para escalada en muro, que no hace falta al escalar en boulders. Der.: detalle de la cuerda pasando por la placa. Y del mosquetón con seguro.
Izq.: arnés para escalada en muro, que no hace falta al escalar en boulders. Der.: detalle de la cuerda pasando por la placa. Y del mosquetón con seguro.
 ??  ??
 ??  ?? Vista panorámica del tradiciona­l muro de Escalando, en Perú Beach. Allí podemos observar todos los desafíos que proponen sus diferentes caras.
Vista panorámica del tradiciona­l muro de Escalando, en Perú Beach. Allí podemos observar todos los desafíos que proponen sus diferentes caras.

Newspapers in Spanish

Newspapers from Argentina