Tienen que venir de afuera
Los peces nunca paran de crecer hasta su muerte. Por ende, a mayor edad, mayor talla. Así, los ejemplares más grandes son, casi siempre, los más viejos. Hay dos variables para tener en cuenta en el crecimiento: una genética y otra ambiental. La primera fija y la otra no tanto. Para que un pez sea grande lo tenés que dejar ser viejo. En la Patagonia, la mortalidad por pesca es tal que resulta muy difícil encontrar muchos peces grandes. Al matar a los grandes y los no tanto, estás sacando a los que tienen mayores dimensiones y a los que la tendrán. Por eso, los trofeos son los primeros que desaparecen. La solución implica control de la mortalidad, generalmente con fiscalización, lo que es difícil. Sembrar no sirve: solo aumenta el problema. En el caso particular del Grande y otros ríos de aná-dromas, por una cuestión de pobreza del ambiente l os peces bajan al mar a alimentarse que, por ser más productivo y con temperaturas más altas que los ríos, genera crecimientos explosivos que hacen que una anádroma de cuatro años tenga una talla igual a una residente de diez. En los ríos Grande y Menéndez hay baja mortalidad por pesca y, por eso, llegan a grandes tallas. En el Ewan hay mucha presión de pesca y sospecho que los ejemplares que salen cada tanto son de otros ríos. Si esto se confirma, tendríamos un sistema de fuente-sumidero, con fuentes en los ríos conservados adecuadamente y sumideros en los más castigados. Pero no lo puedo afirmar aún. Tienen que venir de afuera; es sólo una hipótesis por el momento.