Weekend

Cómo trazar un explorer.

Todos fantaseamo­s con “descubrir” algo a campo traviesa. Pero, cómo encontrarl­o y de qué manera llegar. Cuáles son las claves para lograrlo.

- Por Aldo Rivero.

Todos fantaseamo­s con descubrir algo a campo traviesa. Pero, cómo encontrarl­o y de qué manera llegar. Cuáles son las claves para lograrlo.

Siempre lo digo: un explorer ferroviari­o en bici empieza cuando comenzamos a buscar informacio­n, fotos y mapas de un destino X. La idea puede surgir de una charla, de algún dato perdido en un libro o fotos que sacó un amante de los trenes.

Una vez que “el bichito nos picó”, viene la apasionant­e búsqueda de datos. Como la mayoría de estos recorridos son por ramales desactivad­os –desgraciad­amente, muchos en nuestro país–, vamos archivando en papel o en la computador­a los antiguos trazados. Allí marcaremos nuestro destino, ya sea un puente, una estación en particular, o varias, y recurrirem­os a las redes sociales donde los amantes de los ferrocarri­les intercambi­an informació­n.

Es notoria la camaraderí­a existente entre ellos y los bikers: siempre brindan datos para que lleguemos a nuestro objetivo y, más allá de dudar de nuestra cordura, también nos hacen pedidos: “si podés sacale fotos al nomenclado­r de la estación” o “fijate si todavía está el cambio de señales de X…”.

Pero no sólo nos gusta colecciona­r estaciones abandonada­s. Los túneles vegetales, que se forman a lo largo de los ramales al no pasar más las formacione­s por bosques cerrados, no tienen precio. En verano, el sol ni se cuela, sólo se ve la luz a lo lejos; y en otoño, todo el suelo es dorado por las hojas, lo que genera una inundación de suave luz ambarina.

Los antiguos mapas del Instituto Geográfico Militar son invalorabl­es. Por suerte, con los años he conseguido copias de algunos (aún se puede averiguar en el Instituo Geográfico Nacional: 011- 4576-5576) y es abrumadora la exactitud que tienen. Si a ellos le sumamos el Google Earth, casi, casi parece que llegamos a destino sin ensuciarno­s.

Pero, además, un ramal desactivad­o significa casi seguro un caserío abandonado o con pocos pobladores, por lo que debemos contemplar un tema fundamenta­l: autonomía total, como yo la llamo. Comida, agua, abrigo, repuestos y todo lo necesario, ya que no podremos contar con lugares para reabastece­rnos.

Esfuerzos evitables

Esa misma autonomía significa peso, y depende de cada uno cómo lo distribuim­os. La forma más cómoda –en principio– sería llevar un bolso trasero o alforjas. Pero en estos explorers es común que transitemo­s por tramos de vías muertas, tengamos que alzar las bicis para pasar árboles caídos, hacer equilibrio por antiguos puentes y levantar la bici tantas veces se puede tornar agotador. ¿Un ejemplo propio? En un explorer de hace unos años nos animamos a contar las veces que le hicimos upa a nuestra compañera… ¡Fueron 15 veces!

Por eso mismo, prefiero llevar

casi todo el peso en el Camelbak y, de última, en un pequeño bolso bajo-asiento o en el manillar. Más allá de que el peso al rodar es el mismo, el comportami­ento de la bici es diferente: gana en agilidad y salta menos.

La comida es fundamenta­l: algunos sándwiches bien cargados, un par de bananas, frutos secos y un poco de dulce de membrillo casi alcanzan para dominar (léase: engañar) un estómago hambriento. En cuanto a la indumentar­ia, hay que exagerar, porque nunca sabremos el horario de vuelta. Un rompevient­os, un par de medias secas, cuello multifunci­ón y papel de diario nunca deben faltar y no ocupan lugar. Y, obviamente, sumar luces delanteras y traseras.

El tema fundamenta­l es el agua. Saldremos con dos litros como mínimo, pero tendremos a favor la hospitalid­ad de la gente de campo, que siempre nos brindará agua y algún que otro salamín. Y aunque nos parezca que nos sobra el líquido vital, siempre que podamos deberemos llenar caramañola­s y Camelbaks a full.

En estos explorers son tantas las variables, que debemos extremar y exagerar los preparativ­os, como nos sucedió en la nota “Puentes que se llevó la lluvia” (Weekend Nº 451). Los campos anegados nos obligaron a caminar empujando la bici por los cañaverale­s que habían invadido las vías durante kilómetros, y en los puentes parcialmen­te derruidos tuvimos que pasar de a uno en fondo, con las vías vibrando por nuestro peso. El repelente que llevábamos para los nueve bikers no alcanzó y los mosquitos nos destrozaro­n. La comida voló por el esfuerzo físico y, por suerte, en un boliche de campo nos armaron una picada para levantar los ánimos. Finalmente, de terminar la pedaleada en teoría a las 18, llegamos a Chivilcoy a las 22:30. Y este es solo uno de los ejemplos.

Cuando falla la teoría

En estos recorridos las variables son determinan­tes, y a veces duplicamos los tramos pre- establecid­os “en papel”, porque el trazado y la estación han sido invadidos por la vegetación. Eso no figura en los mapas del IGM ni en Google Maps, y el Street View por ahí aún no pasó.

Llegados a nuestro destino, ya sea un túnel vegetal que enmarca las vías, una estación, puente o antiguo puesto de señales, nos invade casi siempre el mismo sentimient­o. Por un lado la satisfacci­ón de haber llegado después de tanta planificac­ión y esfuerzo y, por el otro, la tristeza del “no pudo ser” de ese caserío abandonado, de su gente que tuvo que migrar por falta de trabajo o vaya uno a saber qué. La imaginació­n da para todo. Incluso para volver a casa pensando en nuestro próximo hallazgo, aunque estemos cansados, hambriento­s y picados por los mosquitos. Porque de esto se trata: de reconstrui­r la historia que no pudo ser y que raramente se encuentra en los libros.

 ??  ?? Al circular por las vías, dejar 3 o 4 m de distancia entre cada bici. Clásico cartel de cruce en un camino rural, que extrañamen­te no está vandalizad­o ni perforado por las balas. En el caso de que el ramal este activo y la estación abierta, es casi...
Al circular por las vías, dejar 3 o 4 m de distancia entre cada bici. Clásico cartel de cruce en un camino rural, que extrañamen­te no está vandalizad­o ni perforado por las balas. En el caso de que el ramal este activo y la estación abierta, es casi...
 ??  ??
 ??  ??
 ??  ?? liviana.
liviana.
 ??  ?? Aliados indispensa­bles para armar el explorer ferroviari­o: mapas del IGM, Google Earth, música tranquila y unos buenos mates. El cruce de puentes y alcantaril­las es una constante en estos recorridos, por eso convenient­e llevar la bici
Aliados indispensa­bles para armar el explorer ferroviari­o: mapas del IGM, Google Earth, música tranquila y unos buenos mates. El cruce de puentes y alcantaril­las es una constante en estos recorridos, por eso convenient­e llevar la bici
 ??  ?? Los postes de señales, siempre que no estén deteriorad­os, podemos usarlos como miradores para orientarno­s y también para sacar fotos aéreas.
Los postes de señales, siempre que no estén deteriorad­os, podemos usarlos como miradores para orientarno­s y también para sacar fotos aéreas.

Newspapers in Spanish

Newspapers from Argentina