Máximo confort en trekking.
Cómo elegir el diseño correcto y estibar la carga. Comparativo de cinco modelos inspirados en “La casa de papel”.
Cómo elegir el diseño correcto y estibar la carga. Comparativo de cinco modelos de mochilas Bamboo, inspirados en "La casa de papel".
Por qué para largas travesías a pie elegimos llevar todo nuestro equipo en mochilas y no en grandes bolsos de mano? Simplemente por una cuestión física: para transportar cargas pesadas durante largos períodos de tiempo, los hombros soportan mejor el peso que las manos. Y, además, las mochilas de más tamaño descargan la mayor parte del peso en cinturones que rodean las caderas, dejando así las bandas que pasan por los hombros sólo para estabilizar la carga. De esta forma se libera a la columna olumna vertebral de potenciales tensiones, ensiones, y se mejoran la agilidad y el equilibrio.
Si nos remontamos siglos atrás, la mochila surge como una necesidad prehistórica del hombre nómade de transportar los enseres sobre la espalda para mantener sus manos libres. Con el tiempo y las guerras (grandes impulsoras de varios aspectos del desarrollo) los modelos y materiales han ido evolucionando, al punto de existir mochilas para cada necesidad puntual: trekking, montañismo, carreras de aventura, mountain bike, hidratación y un largo etcétera entre los que se incluye, por supuesto, el combate.
La clave, sin duda, está en la correcta elección del modelo según la actividad a realizar: volumen de carga, correajes, cantidad y ubicación de bolsillos; materiales de construcción, estructura y ventilación del espaldar... Sin olvidar dos premisas fundamentales: el peso óptimo de carga y su distribución correcta. A modo de síntesis, una persona sin entrenamiento previo no debería transportar sobre sus espaldas más del 15 al 20 % del peso corporal propio (entre 12 y 16 kg para alguien que pesa 80). Y, a modo de referencia, en e una mochila de 60 a 90 litros se pueden estibar entre 20 y 30 kilos de carga, según el contenido. ¡Pero nunca es necesario llegar al extremo! extrem Siempre, cuanto más livianos via viajemos, mejor, por eso hay que ad adquirir equipos de última tecnología tecnologí que ocupan poco espacio. Y replan replantearse lo que realmente es fundam fundamental llevar: todo el placard no cab cabe y no es necesario. La estrategia es e lavar y secar (no acumular) la ro ropa sucia, comprar a medida que hace h falta mientras se avanza en la r ruta (alimentos, bebidas e indumen indumentaria), prescindir
de elementos triviales y distribuir entre varios el equipo de uso común (carpa, marmitas, comestibles). No existe la fórmula perfecta, pero el sentido común es un buen comienzo y la experiencia, el resto.
En cuanto a los volúmenes, en general, las de hasta 40 litros se llaman de ataque y resultan ideales para las actividades de una jornada, sin pernocte. En la escala siguen las de 40 a 65 litros, diseñadas para llevar carpa, bolsa de dormir, aislante, calentador y otros elementos. Y el tercer escalón se compone de los modelos de 65 litros en adelante, ya pensados para travesías de varios días o para efectuar porteos.
Qué detalles observar
Las mochilas de 45 litros en adelante es recomendable que cumplan con ciertos aspectos técnicos.
Acceso directo independiente a la parte inferior mediante un cierre. De esta forma, si precisamos algo de abajo no tendremos que vaciar todo. Correaje acolchado en hombros, espalda y cintura (ideal de espuma de poliuretano de celda cerrada y de diferentes densidades). Correaje externo: necesario para llevar crampones, piolets, aislantes, bastones de trekking, abrigo. Bolsillos exteriores: allí se estibará el equipo adicional de rápido acceso: GPS, cámara de fotos, celular, barritas energéticas, botiquín, mapas. Bolsillos del tipo riñonera en el cinturón (posibilitan llevar algo de comida para
picar mientras caminamos). Portabotellas y/o compartimiento para bolsa de hidratación. Costuras de correas dobles o triples realizadas con hilo de alta resistencia y sistema de refuerzo eficaz.
Adaptar la mochila a nuestra espalda es fundamental, y en eso no sólo influye la correcta distribución del peso (los elementos más livianos, como la ropa, deben ocupar las partes inferiores, laterales y superiores; y los más pesados ir en la parte del medio más cercana a nuestro cuerpo), sino en la elección y ajuste del espaldar a nuestra talla. En los buenos modelos para largas travesías esta parte es regulable, anatómica, reforzada con materiales sintéticos de alta densidad y, en algunos casos, hasta con canales de ventilación que evitan el contacto contra la piel para evaporar rápidamente la humedad. También hay modelos que poseen flejes metálicos que ayudan a mantenerlas armadas.
Modelos Bamboo
Las mochilas de este Review están construidas con materiales antidesgarro, y son resistentes al agua y la abrasión. Todas tienen cubremochila oculto en un bolsillo inferior, para protegerlas de la lluvia y evitar que se manchen al ser despachadas en micro o avión. En el mismo sentido, los cinco modelos cuentan con bolsillo frontal superior, son aptos para bolsas de hidratación, y en los cuatro de mayor capacidad se puede regular el espaldar para adaptarlo a la contextura física de quien la transportará. Helsinki, Nairobi, Berlín, Oslo y Moscú –cinco de los integrantes de la la popular serie de Netflix “La casa de papel”– inspiraron estos modelos que ya se encuentran en la Argentina integrando el catálogo 2019 de la marca Bamboo.