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Claves para evitar un mal momento.

Qué cuidados se deben tener al comprar y usar este tipo de embarcacio­nes. Reglamenta­ción vigente. ¿Los menores pueden conducirla­s?

- Por Francisco Savino.

Qué cuidados se deben tener al comprar y usar moto de agua. Reglamenta­ción vigente.

Con la época estival comienzan los deportes acuáticos, entre ellos el uso de las motos de agua y los jets ski. Si bien se puede discutir acerca de si las motos de agua pueden ser considerad­as buques, conforme a lo indicado en el RIPPA (Reglamento Internacio­nal para Prevenir Abordajes), la Prefectura Naval Argentina los define como artefactos acuáticos deportivos e indica normas específica­s para su uso.

Pa ra conduc i rl a s se debe tener la habilitaci­ón mínima exigida por Prefectura, que es la de conductor náutico, y que sólo pueden gestionarl­as los mayores de 18 años, o sea que los menores no están habilitado­s legalmente para conducirla­s.

En cuanto a las distancias, no existe un límite definido de navegación, ya que eso dependerá de la habilitaci­ón náutica de quien las conduzca, aunque sí se fija un límite de cinco mi- llas de alejamient­o de las costas con una aclaración: en las zonas costeras del mar, la Prefectura podrá modificar esta limitación conforme a las condicione­s meteorológ­icas u otras razones.

Ahora bien, como en toda actividad, hay mitos y costumbres que no son exactos. Por ejemplo, cuando alguien dice: “Mi hijo, que tiene menos de 18 años, puede navegarla bajo mi responsabi­lidad”. En realidad, una sola cosa es cierta, la responsabi­lidad es del dueño, que puede no ser el padre, pero bajo ningún concepto un menor puede pilotear estos artefactos. En caso de que lo haga, el dueño se hace acreedor de las multas y responsabi­lidades por lo que suceda.

En cuanto a la compra-venta, deben seguirse los mismos pasos que con cualquier otra embarcació­n y hacer la transferen­cia ante la Prefectura, recordando que, en caso de no realizarla, las responsabi­lidades atinentes a cualquier suceso que se produzca recaerán sobre el propietari­o original.

Primeras considerac­iones

Antes de comenzar a usar una moto de agua o jet ski hay que considerar algunos aspectos:

En cuanto a la seguridad, no debemos equivocarn­os en el manejo de los distintos controles del manillar, hay que familiariz­arse con ellos antes de salir.

El dispositiv­o de hombre al agua detendrá la moto en caso de caída del conductor. Es fundamenta­l llevarlo colocado.

Antes de salir, practicar a velocidad reducida durante un tiempo, hacer ochos y tomarle confianza al aparato a distintas velocidade­s.

En nuestro Delta, los usuarios saltan cortando la ola a 90°, esto lo hacen normalment­e en zonas donde hay mucho tránsito de embarcacio­nes. Una caída al agua del conductor o del pasajero puede hacer

que sea embestido por la embarcació­n que viene atrás, que puede no verlo. En los cruceros siempre hay un ángulo muerto cerca de la proa que es la zona ciega.

La aproximaci­ón a zonas de playas debe hacerse con especial cuidado y atención, procurando no atropellar a los bañistas (sucede con más frecuencia de lo que se cree). Buscar los lugares delimitado­s por los municipios, por lo general bastante separados de la gente.

Cuando uno conduce a alta velocidad, la escasa visibilida­d es un tema a considerar. El spray que se desprende de la embarcació­n que nos precede produce un dolor muy intenso en la cara y en los ojos. Es convenient­e usar antiparras para protegerse.

Resulta fundamenta­l conocer por dónde se navega y evitar sectores de baja profundida­d. En caso de varadura, la moto o jet ski se desplazará un buen trecho sobre una zona con poca profundida­d, con lo cual difícilmen­te pueda ser rescatada por otras personas. Además, al varar, la desacelera­ción es muy brusca y se puede salir despedido con fuerza hacia adelante, con los consecuenr­tes daños corporales. Y si lo que golpea es la cabeza, esos daños serán mucho más graves porque se cae en una zona poco profunda.

Los muelles también son un problema. En los riachos del Delta, sobre todo cuando se gira a alta velocidad, es probable desplazars­e de costado horizontal­mente, perdiendo el control y pudiendo chocar.

L os restos de muel les y troncos a flor del agua son otros de los obstáculos más comunes.

Golpear contra uno de ellos puede ocasionar severas heridas.

No es convenient­e navegar solos. Ante las dificultad­es para obtener señal de celular y el hecho de no llevar VHF, cualquier problema puede significar quedar abandonado­s sin la posibilida­d de solicitar ayuda. Las señales con las manos muchas veces se confunden con otras expresione­s.

Al final del día es común ver barcos que traen las motos a remolque. El largo del cabo debe ser del mínimo que nos permita navegar y maniobrar con seguridad, porque al atardecer es factible que ese cabo no sea visto por otros navegantes y ocasione una tragedia en caso de que sea embestido por una lancha u otra moto de agua. Por eso además es convenient­e ponerle boyas. Las razones: una para que se vea a lo lejos; la otra, para que en caso de que el cabo toque el agua no se hunda y, de esa forma, evitar que se enrede en las hélices del propio barco.

La vestimenta del conductor debería ser un traje de neoprene que, además de resguardar­lo del frío, lo proteja en caso de que caiga de la moto a velocidad para lastimarse menos.

Carga de combustibl­e: cuidar de no derramar nafta en el sector del motor porque podría provocar una explosión.

En caso de que la Prefectura nos detenga, la documentac­ión exigida será: carnet habilitant­e, DNI y matrícula original. Si el artefacto no es de nuestra propiedad, también un permiso de manejo expedido por escribano y posteriorm­ente colegiado. En ambos casos se suman todos los elementos de seguridad. Tener en cuenta que, como organismos de contralor, pueden efectuar tests de alcoholemi­a y que, en caso de ser positivos, nos multarán y secuestrar­án el artefacto.

Estos artefactos superan los 120 km/h y son para varias personas. Es por ello que deben ser usados con racionalid­ad, más aún cuando vayan las familias. Nunca sobrepasar la cantidad máxima que pueden transporta­r.

Lo señalado hasta acá son las medidas de seguridad que los que conducen estos artefactos deben contemplar. Ser siempre respetuoso­s de los demás y evitar hacer oleaje innecesari­o en zonas de fondeo y amarre. Recordemos que el conocimien­to y la seguridad son la diferencia entre un buen y un mal momento. Disfrutemo­s lo que el Delta y el mar nos dan.

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 ??  ?? El dispositiv­o de hombre al agua hay que llevarlo siempre colocado. En caso de caerse, el motor se detendrá. Jamás superar la cantidad de personas permitidas a bordo. Y no olvidarse que, ante un accidente, la responsabi­lidad siempre será del dueño.
El dispositiv­o de hombre al agua hay que llevarlo siempre colocado. En caso de caerse, el motor se detendrá. Jamás superar la cantidad de personas permitidas a bordo. Y no olvidarse que, ante un accidente, la responsabi­lidad siempre será del dueño.
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 ??  ?? Cuando se trae una moto a remolque, lo correcto es hacerlo con un cabo no muy largo. Es ideal que tenga una boya en el medio para que la cuerda no se enrede en nuestra hélice y para que otras lanchas lo vean.
Cuando se trae una moto a remolque, lo correcto es hacerlo con un cabo no muy largo. Es ideal que tenga una boya en el medio para que la cuerda no se enrede en nuestra hélice y para que otras lanchas lo vean.

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