RESPIRACIONES ANTIESTRÉS
Son una herramienta de relax y armonización. Para tener en cuenta ante la ansiedad.
El yoga nos enseña a ponernos en contacto con nosotros mismos, a través del cuerpo y de la respiración. La respiración tiene lugar en estructuras especializadas: los pulmones, la nariz, la faringe, la laringe, la tráquea, los bronquios y los músculos respiratorios, intercostales y el diafragma, que es un poderoso músculo al que se ha llamado “el segundo corazón” debido a sus benéficos efectos sobre la circulación. Muchas de las dificultades respiratorias se deben a una excesiva rigidez del diafragma.
Distintos tipos de respiración • Respiración fraccionada:
Nos ubicamos en Sukhasana, postura fácil de meditación. Colocamos la palma de la mano izquierda en el corazón, la mano derecha dos dedos mas abajo del ombligo. Tomamos un registro de donde está alojada la respiración en el momento presente y de manera consciente llevamos el aire al inhalar a la mano derecha sintiendo la expansión y al exhalar vaciamos de aire la zona baja de los pulmones. Lo realizamos 6 veces. Llevamos ambas manos a la parte inferior de la caja torácica, al inhalar sentimos la expansión lateral y al exhalar los músculos intercostales se relajan, la caja torácica se encoge, el aire viciado es liberado por completo de los pulmones, lo realizamos 6 veces.
Para la respiración clavicular colocamos las manos en las clavículas durante la inspiración. Las clavículas con el cuello y el cráneo se contraen mientras la caja torácica se expande; al espirar la caja torácica se desinfla y el diafragma vuelve a su posición natural, lo realizamos 6 veces.
• Respiración Yóguica:
Las tres secciones de los pulmones operan en toda su capacidad, por los sucesivos movimientos abdominales, el tórax y el cuello, y cada serie de movimientos sirve de preparación para la próxima. Esto permite que los pulmones se llenen a su capacidad máxima y que el intercambio de gases se realice con la mayor eficiencia, cuando la respiración fraccionada se realiza en sucesión directa, se convierte en respiración Yoguica, vaciándonos desde la zona baja de los pulmones, luego media y por último alta y de modo consciente, contemplando el sonido y la temperatura del aire en la inhalación y la exhalación por la nariz.
• Postura de relajación final: Savasana
Acostados boca arriba, en cada exhalación soltamos el peso de nuestro cuerpo. Respirar es natural en los seres vivos, pero con frecuencia la capacidad respiratoria no se utiliza a pleno y puede mejorarse notablemente con la práctica de Yoga. Si este acto rítmico de expansión y contracción se realiza conscientemente, la respiración se transforma entonces en un acto voluntario consciente y controlado por nosotros como cocreadores de nuestro equilibrio emocional, mental y físico.