Está en Adrogué y no es la casa de los Transformers, pero parece
Un artista de Quilmes construye esculturas con desechos y un especialista en robótica las exhibe en su casa.
No faltan los vecinos que al pasar, se detienen y agarran el celular para sacar fotos. A diferencia de las casas que la rodean, esta se lleva toda la atención con sus extraños robots.
Federico tiene en su casa un taller de robótica para niños y adolescentes. En su jardín delantero, ubicado sobre la calle De Kay al 300, decidió combinar su pasión con el arte y compró tres robots hechos a mano por otro artista de Quilmes.
Con plásticos reciclados, alambres y mucha pintura, estas obras toman la forma de esculturas impresionantes que llegan a medir hasta dos metros. Su creador, Marcelino Gámez, detalla que "todo se realiza con diferentes objetos que ya no sirven".
El artista plástico es estudiante de la Escuela Municipal de Bellas Artes “Carlos Morel”, y dedica parte de su trabajo a la creación de obras con estilo futurista. "Es algo distinto a lo que se estudia en la escuela", explica Gámez, que se encarga de buscar y recolectar cosas tiradas en las calles para darles un nuevo uso.
Alguno de sus robots están inspirados en series y películas, y muchos otros son inventados por él. Lo que antes eran partes de computadoras, paragolpes y hasta televisores, pasan a ser "Transformers" -por su parecido con los personajes de la películacon todo detalle.
Cada uno lleva un proceso diferente. "La estructura puede ser de hierro o tubos de plástico duro, según el tamaño de la obra", explica el artista. Para ensamblar utiliza alambre galtor,
T-800 de la película Termina
El más llamativo es uno inspirado en Terminator que parece encontrarse colgando del techo.
fortalece la creatividad y crea nuevas ideas", explica.
El nombre de cada robot fue elegido por los alumnos del taller. "Queremos que los chicos se involucren en el armado, y aunque no los hayan hecho ellos directamente, les dimos la palabra para que los bauticen", cuenta Federico. Este año, su casa contará con más obras del artista quilmeño. Una de las próximas es una imitación de RoboCop, y se estima que va a ser instalada en el techo.
"Para mi es un honor que a la gente le guste mis obras y se saque fotos", detalla Marcelino Gámez sobre sus trabajos, que también formaron parte de exhibiciones de museos locales.La presentación de sus robots en ferias y museos fue suspendida. "Me estoy preparando para volver, no paro de trabajar y muchos chicos y adultos quieren que vuelva a exponer", concluye el creador de los robots hechos con plásticos reciclados. ■