En Hurlingham arranca la última etapa de obras en la red de cloacas
Llegará a tres barrios de Morris, para unos 10 mil vecinos. Cuando la terminen, casi todo el distrito tendrá servicio.
Como parte de un plan que comenzó a principios de año, con el fin de terminar de ampliar la red de cloacas Hurlinghaminstalarán cañerías para garantizar 2.086 nuevas conexiones domiciliarias al servicio, benficiando a unos 10 mil vecinos de William Morris.
En este tramo, los trabajos abarcan tres grandes barrios de la localidad y según explican, cuando esten concluidos ya casi todo el territorio del distrito contará con el servicio.
La nueva ampliación -anunciada en este año electoral- traerá mejoras para los habitantes de San Alberto, Los Patitos y parte del barrio Luna. A ellos, se suman los de El Destino, que habían podido conectarse a las cloacas a partir de la primera etapa de estas obras.
En total, harán el tendido de 24.500 metros de cañerías subterráneas para abastecer las viviendas que están en la zona delimitada por las calles Tokio, Poeta Risso, Valentín Alsina, Eva Perón, Williams, Perez Galdós, Aguirre, Gorriti, Magaldi y Amberes
También se realizaron seis empalmes en bocas de registro ya existentes, las cuales corresponden a la primera etapa de las obras llevadas a cabo por el municipio junto con la empresa estatal AySA. Concluido ese tramo, más de 25.000 habitantes pudieron dejar de usar pozos ciegos y taparlos.
Las 2.086 instalaciones nuevas en los domicilios harán que casi el 100% de las viviendas en la localidad tengan la posibilidad de estar conectados a cloacas. El plan trazado es que para finales de 2023 todas las casas de Hurlingham, Villa Tesei y William C. Morris puedan conectarse a la red.
Estas obras pertenecen al plan para mejorar la Red Secundaria Cloacal Soto, la cual lleva una inversión de $ 198.000.000. Los trabajos fueron iniciados en mayo de 2018, pero por falta de presupuesto se paralizaron en noviembre de 2019 y fueron retomados en abril de 2020, en los primeros meses de la pandemia.
Hurlingham tuvo un lugar clave desde que la compañía estatal empezó a planificar el tendido de cloacas en el GBA, entrada la década del 2000.
En el distrito se construyó una planta purificadora que fue clave para la extensión del servicio en buena parte de la zona Oeste.
“Estábamos esperando hace años las cloacas, porque estamos desagotando el pozo cada tres meses, y eso es 1.000 pesos cada vez. La cloaca nos alivia un montón, en salud y en lo económico ”, expresó Nestor, un vecino de William Morris, al momento en el que se llevó a cabo la primera etapa de instalación. ■