Ir en combi a Capital desde zona Norte cuesta casi un 90% más que antes de la pandemia
Desde Escobar el viaje individual pasó de $290 a $530 y desde Tigre, de $440 a $825. Ir en auto también es un 55% más caro.
Trasladarse desde la zona Norte del Conurbano hasta Capital Federal en vehículo propio puede costar hasta un 56% más que antes de la pandemia. Según un relevamiento de Clarín, además, la inflación, los aumentos de combustibles y de peajes también impactaron en el valor de los viajes en combis o empresas de charters: la suba es de casi el 90% para llegar desde el Conurbano hasta el microcentro, donde terminan sus recorridos la mayoría de las empresas. El transporte público sigue siendo el medio más económico, pero aún está reservado para esenciales.
En el comienzo de la pandemia, debido a las restricciones de circulación y a la tendencia del home office y el trabajo a distancia, el tránsito sobre el Acceso Norte disminuyó de forma notable. En la actualidad, la mayoría de los rubros de trabajos volvieron a estar permitidos y el caudal vehicular no deja de aumentar sobre la Autopista Panamericana.
En las empresas de servicios como combis y traffic que ofrecen combos mensuales a empresas desde Pilar, Escobar o Tigre reflejan aumentos que van desde el 83% hasta el 87%, dependiendo del servicio y la distancia. Un pasaje individual antes de la pandemia desde Tigre a Capital, con una empresa que hace diferentes paradas en los barrios antes de salir a la Panamericana, valía $440, mientras que en la actualidad sale $825. Desde Escobar a Capital, otra compañía que viaja desde un punto fijo cercano al Acceso Norte subió de $290 a $530.
Muchas de las compañías dejaron de prestar servicio y otras se encuentran en la “lucha” para poder mantenerlo. “No nos recuperamos del año pasado. Antes de la pandemia iban completas tres combis por día, ahora no estamos llevando ni el 10% de los pasajeros”, comenta una empleada.
El incremento del costo del viaje se ve plasmado por la actualización de tarifas de peaje de casi el 10% de todos los corredores viales de jurisdicción nacional que se llevó a cabo el 1 de julio. Según destacó la Dirección Nacional de Vialidad, es el primer incremento desde marzo de 2019.
Las cabinas de las calles Debenedetti y Márquez aumentaron de $60 a $66, mientras que las estaciones Tigre, Capitán Juan de San Martín, Buen Ayre, Ruta 202, Camino Real, Belgrano y Ruta 197, en hora pico, pasaron de $65 a $71, las de Campana y Pilar de $75 aumentaron a $82. El cobro al personal de salud y fuerzas de seguridad continúa suspendido desde el 29 de mayo del año pasado.
Esto incluye la suma en el combustible que aumentó un 67%. Antes de la pandemia el litro de nafta súper costaba $54, mientras que en la actualidad está $90,40. En mayo de este año se incrementó otro 5%, acumulando 15% en el trimestre de marzo a mayo. Dicha actualización de precios conforma la sexta en lo que va del año y desde la petrolera de YPF aseguraron que va a ser la última en 2021.
Teniendo en cuenta estos valores, los vecinos de Pilar y Escobar a una distancia de 59 y 56 kilómetros respectivamente de la Ciudad de Buenos Aires, registrando un litro de nafta cada 12 kilómetros y el peaje de la Panamericana (Ramal Pilar), el costo total es de $526,47 y $503,87. Mientras que antes de la pandemia era de $340,5 y $327: un incremento del 55% y 54%.
Por su parte, los ciudadanos de Tigre y San Fernando, al ubicarse unos 30 kilómetros más cerca de Capital Federal, tienen un costo menor. Para ellos, la suba de gastos para llegar a Capital arañó el 50%: de valer de $209 en 2020 a $312,07 ahora.
Llegar a Capital desde Pilar en vehículo particular cuesta $526. En 2020, se gastaba $340.
De todas las opciones, el transporte público es lo más económico. A pesar de que hasta el momento sólo pueden utilizarlo los trabajadores esenciales y dependiendo de las combinaciones, los vecinos de Escobar, Tigre, San Fernando y San Isidro gastan aproximadamente $48,50 tomando el Tren Mitre con el boleto a $18,50, y después el subte a $30. Claro: la demora es en promedio de dos horas para llegar al Microcentro porteño, y el riesgo de bajar apretados en vagones con poca circulación de aire es alto a la hora de prevenir contagios. ■