Abrió el primer pabellón universitario en la cárcel de mujeres de Suárez
Es el segundo de Latinoamérica, y las primeras alumnas cursan poesía, filosofía y oficios en el aula.
Un grupo de internas del Complejo Penitenciario de San Martín transita los primeros pasos de una iniciativa clave para la inclusión social: desde abril pasado, la Unidad 47 alberga el segundo Pabellón Universitario de mujeres creado en Latinoamérica.
La iniciativa replica la experiencia pionera lanzada un mes antes en la Unidad 8 de Los Hornos, en la periferia de La Plata, donde 36 mujeres vislumbran un horizonte más constructivo a través de la educación.
En el caso del proyecto implementado cerca de la base del Ceamse de Camino del Buen Ayre -en el noreste del conurbano-, la oferta académica impulsada por el Centro Universitario San Martín (CUSAM) contempla carreras de grado, como las licenciaturas en Sociología y Trabajo Social y una diplomatura en Gestión Cultural y Comunitaria.
Esta vez, el proyecto de construcción colectiva cimentado por el CUSAM en 2008 recibió el apoyo del Ministerio de Justicia y Derechos Humanos bonaerense, las autoridades del penal, el Servicio Penitenciario provincial y la Universidad Nacional de San Martín, para reunir a 14 detenidas en el Pabellón 3 del Anexo, un desafío que combina la exigencia del estudio con normas de convivencia que continuamente demandan gestos de tolerancia y espíritu solidario.
Ese sector del Anexo es, además, el punto de partida de la rutina diaria, una nueva experiencia académica que arranca a las 8 y se extiende hasta el atardecer en las aulas de régimen cerrado instaladas por el CESAM en la Unidad 48.
“Ustedes han podido ser protagonistas para que estos proyectos educativos sean una realidad”, planteó el subsecretario de Política Penitenciaria de Inclusión del Ministerio de Justicia y Derechos Humanos de la Provincia de Buenos Aires, Diego Rao, a la flamante camada de estudiantes universitarias admitidas, durante la jornada histórica del lunes 19 de abril de 2021.
Carolina, una de las alumnas, aceptó el desafío y asumió el compromiso: “Hoy no es un día más. Es una jornada de lucha y resistencia teñida de