Es de San Fernando, viaja tres horas por día para patinar y clasificó a la final del mundial
Valentina Botto ganó la semifinal en Paraguay, junto a su compañero. En junio se disputarán la World Cup en San Juan.
Con tan solo 18 años, la patinadora Valentina Botto, de San Fernando, ya tiene en su haber decenas de torneos regionales y empieza a hacer su recorrido internacional. Tal es así que acaba de coronarse junto con su compañero, Nicolás Cerecedo (28), en la semifinal de la World Championship disputada en la ciudad de Asunción,
Paraguay.
Es así que gracias a la destacada actuación de Botto y su compañero, con quien patina desde fines del 2020, lograron clasificarse para la final del torneo que se va a desarrollar durante el mes de junio en la provincia de San Juan, que les va a dar la posibilidad de consagrarse como campeones del mundo.
Aunque está a días de disputar una de las competencias más difíciles del mundo del patinaje artístico, Botto no demuestra ni un ápíce de ansiedad. Y si bien no es la primera competencia de alta exigencia que disputa (ya ganó una copa internacional individual en el 2018, en Uruguay, y
la Sudamericana 2022 con su compañero, con quien salió séptima en la Copa Mundial de 2021), trabaja constantemente en su tranquilidad.
"Cuando disputamos este tipo de competencias, al menos en patín, acostumbramos a ir a psicológos. En mi caso, compartimos la sesión con Nicolás y así aprendemos distintas formas de controlar nuestras emociones a la hora de competir", explica la joven de 18 años.
Es que además de las presiones que implican competencias tan exigentes, Botto cuenta con una rutina sumamente exigente, ya que además de estar cursando el CBC de Medicina en la sede de Tigre de la Universidad Nacional de La Matanza, también debe viajar casi tres horas todos los días para entrenar.
"Generalmente entreno en Aldo Bonzi, La Matanza, donde tardo una hora en llegar si ayuda el tráfico o en Temperley, en el Club ECA, donde ya se me va a una hora y media. Cuando era chica mi papá me llevaba y se quedaba trabajando todo el día por ahí para esperarme", recuerda Botto, que hoy puede ir sola a los entrenamientos.
La patinadora entrena desde los cuatro años (arrancó en el Club El Talar) y salvo por parates debidos a al
guna lesión, nunca abandonó el deporte y aunque hoy solo piensa en tratar de dejar al país en el lugar más alto posible en el Mundial, también trata de equilibrar su vida social. "Es complicado, pero creo que es importante hacerse tiempo. Hay que tener esa parte de esparcimiento con amigos o familia para estar bien mentalmente", recalca.
Hoy, si bien la joven de 18 años disfruta su notable presente, lamenta la situación profesional actual del patinaje, que todavía sigue siendo un deporte amateur. "Es un deporte hermoso pero al ser amateur se torna muy complicado afrontar algunos costos, principalmente en los viajes al exterior que por la situación económica actual son muy caros".
Por ese motivo, se ha vuelto muy común que varios deportistas recurran a colectas en redes sociales o a rifas para costear los viajes, ya que en algunos casos solo cuentan con pequeños sponsors que dan patines o ropa.
"Mi familia me banca mucho con los viajes y todo lo que pueden, así que les debo a ellos este presente. Igual que a los entrenadores y a toda la gente que nos apoya", cierra Botto, que en tan solo días puede ser una nueva "campeona mundial".