Juntan donaciones para ayudar a las víctimas del temporal
Los vientos y la mayor crecida del Río de la Plata en 13 años destruyeron el hospital y aeropuerto de San Fernando, escuelas de Tigre y varios clubes.
Después del trágico temporal que azotó a Buenos Aires, en la zona Norte del Conurbano bonaerense la solidaridad colectiva no se hizo esperar. Clubes, ONG e instituciones intermedias piden colchones, frazadas y recaudan fondos para arreglos. Organizaciones como Cáritas y Fundación Sí están recibiendo aportes económicos para convertirlo en ayuda para las zonas y personas más afectadas por el temporal, entre ellos vecinos de Zona Norte.
Se puede donar a caritas.org.ar/emergencia o a fundacionsiaargentina por Mercado Pago. La organización de Manu Lozano también recibe alimentos, colchones, artículos de limpieza, pañales, materiales de construcción y herramientas en su sede de Ángel Carranza en Palermo.
La agrupación estudiantil EEPA está juntando agua potable, chapas, colchones y alimentos, y por otro lado, las agrupaciones políticas locales también llamaron a la solidaridad: es el caso del Movimiento Evita de San Fernando, de La Campora y de Argentina Humana.
Los fuertes vientos provocaron voladuras de techos en todo el Conurbano pero en el caso de Tigre, hubo un agregado, en casas de Nordelta con enormes ventanales se desprendieron y estallaron los vidrios, dejando a las casas desamparadas ante la lluvia.
También se volaron garitas de vigilancia sobre la Ruta 27 y se volaron techos de escuelas: como en el colegio Santa Teresa y en la escuela media n°4 de Benavídez. Los edificios de Tigre fueron gravemente afectados con roturas de ventanas, caídas de chimeneas, filtraciones y caídas de protección de balcones y cocheras. Todo esto concluyó con nueve vecinos heridos, uno de los cuales está internado en grave estado al ser golpeado por un árbol que se cayó, miles sin luz ya que se cayeron 420 columnas de sumninistro eléctrico. En total se cayeron 1206 árboles, 132 postes de alumbrado público y se desprendieron 392 techos. Treinta autos fueron destruídos por las caídas y hubo destrozos en dependencias municipales.
San Martín anunció que los arreglos de los destrozos llevarán varias semanas. No hubo heridos ni evacuados y lo que más impactó en el municipio fueron los 308 árboles caídos y las 76 voladuras de techo.
Si bien en Vicente López la tormenta afectó a la mayoría de los barrios, fue con el corte de luz, internet y el destrozo de los autos estacionados por la caída de los árboles, ya que no se reportaron heridos.
En el centro de Pilar, el temporal causó la caída de varios árboles que arrastraron condigo cables de electricidad a pocos metros del piso, por lo que durante el domingo y lunes no se pudo transitar la zona. Se cayó un árbol sobre una señora mayor pero resultó ilesa. Por otro lado, la situación más llamativa resultó de la rotura de vidrios en una casa funebre cerca de la Ruta 8, donde terminaron volando ataúdes hacia la calle.
En Malvinas Argentinas más de cien familias tuvieron que recibir asistencia por la destrucción de sus viviendas y la falta de luz y agua que provocaron.
El hospital de San Fernando sufrió graves roturas en sus exteriores, con voladuras de techos y chapas. Por otro lado el fuerte viento
volteó a seis aviones en el Aeropuerto de San Fernando. Si bien no hubo heridos ni evacuados por la caída de árboles, postes y cables, Desarrollo Social mantuvo contacto con las familias que lo necesitaron.
Los centros municipales de salud de Escobar tuvieron que poner en marcha grupos electrógenos propios para continuar con su labor habitual. Hubo inundaciones en algunos barrios, además de las caídas de árboles y postes de luz y voladuras de techos.
San Isidro continuó sin luz durante el lunes por la rotura de los cables de media y alta tensión por la caída de árboles. El intendente pidió "paciencia y solidaridad" mientras el municipio se encargaba de limpiar y solucionar, junto a Edenor, la luz.
Los municipios están solventando los arreglos con fondos propios, sin ayuda de Nación o Provincia, y con sus propias cuadrillas, mientras Kicillof centra sus esfuerzos en las localidades más golpeadas, como es el caso de Bahía Blanca.