El Hollywood de San Isidro: un sello que pasó de Tita Merello a Sandro
Los estudios de Argentina Sono Film fueron fundados por Ángel Mentasti. Protagonizaron la época dorada del cine y produjeron grandes éxitos.
Si los directores estadounidenses se mudaron a la entonces desértica tierra de Los Ángeles para fundar Hollywood, los primeros grandes estudios de cine del país se situaron lejos del ruido y de los terrenos caros de las grandes ciudades para establecerse en lo que en aquel momento era campo. Así, San Isidro se convirtió en el Hollywood argentino, hogar incipiente de productoras que marcaron el cine nacional. Una sigue viva hasta hoy, y es la mítica Argentina Sono Film.
La fachada es muy diferente ahora y también sus dueños: hoy son las modernas oficinas de Telefé, emplazado a la altura 1101 de la Avenida Sir Alexander Fleming, en Martínez. Pero casi 90 años atrás aquella zona era muy diferente. Recién se estaba construyendo el Hipódromo de San Isidro y un empresario llamado Ángel Mentasti, de mente visionaria, compró varios terrenos de la zona por casi unos centavos.
Un emporio cinematográfico
Él fue uno de los tantos que fueron parte de las grandes inmigraciones de fines del siglo XIX y principios del siglo XX. “Era fundamentalmente un buscavidas que vino de Italia con sus hijos a probar suerte a Argentina”, relata el investigador cinematográfico Alejandro Ojeda. Con un ojo hábil en los negocios, primero se embarcó en la distribución de vino, para luego pasar a la industria cinematográfica.
Empezó comercializando películas de la distribuidora New York Film para luego ser socio de la empresa Germania Films y más tarde empleado en Film Reich. Pero decidió hacer su propio camino con la
fundación de su propia productora, Argentina Sono Films. Y su primera película fue nada más ni nada menos que la primera película sonora del país, ¡Tango!. Fue un largometraje que funcionaba a modo de musical, con intervalos protagonizados por grandes estrellas como Pepe Arias, Libertad Lamarque, Luis Sandrini o Tita Merello. Sin embargo, si quería competir con la industria local necesitaba de estudios físicos.
Así fue que la piedra fundacional se colocó el 2 de octubre de 1937. Ángel había fallecido unos meses antes, pero sus hijos, Atilio José y Ángel Luis, lo sucedieron en su rol
y fueron partícipes de una particular ceremonia: hubo una bendición por parte de un Monseñor y un gran almuerzo en medio de los terrenos vacíos que incluyó la presencia de celebridades como el actor Pepe Arias y la cantante mexicana Fanny Anitúa, la cual interpretó tanto el Himno Argentino como el mexicano.
Desde el año de su fundación, en el año 1938, hasta fines de los cincuenta, fueron uno de los grandes estudios de la era dorada del cine argentino. Madreselva fue la película que inauguró el funcionamiento del lugar, pero le siguieron muchas más cintas, tanto con reco
nocidos actores como directores.
Mario Soffichi, Luis Saslavsky, Carlos Borcosque, Hugo del Carril y Daniel Tyner fueron algunos de los directores que filmaron en sus galerías, aunque se podría decir que Luis Cesar Amadori fue la gran estrella del estudio: “El, junto con Zully Moreno, su esposa, eran la realeza de su tiempo”, comenta Ojeda.
Y es que el sistema cinematográfico de Argentina no difería mucho del de Estados Unidos. Funcionaba el llamado star system, el cual implicaba que los actores eran endiosados y las multitudes se agolpaban para ir a ver sus películas. En ese sentido, tanto Zully Moreno como Niní Marshall o Libertad Lamarque se transformaron en las estrellas de Argentina Sono Film.
En el medio, en 1943, hubo un incendio que ocasionó graves daños en el establecimiento. Pero eso no fue ningún contratiempo para la familia Mentasti: “Redoblaron la apuesta y no sólo reconstruyeron el lugar, sino que lo expandieron hasta tener 5 galerías de más de 30 metros de alto, comparables a cualquier estudio de Hollywood del momento”, comenta Ojeda. De alguna forma, transformó el lugar en una fábrica autosustentable, en la cual había talleres de carpintería, vestuario y técnica y hasta un piso que se corría y en el cual se podían hacer escenas acuáticas.
El lugar jamás se perdió, pero sí fue mutando. En el año 1977 se realizó un gran remate de las existencias del estudio y se alquiló como depósito. Ya no era propiedad de Argentina Sono Film, pero durante los años 80 y 90s la familia Macri se asoció con Goar Mestre y fundaron Televisión Independiente S.A. (Teleinde). Bajo su dirección —y
En 1977 se remató el estudio y se convirtió en depósito.
luego bajo la de Raúl Lecouna y su productora Sonotex— se produjeron allí famosas telenovelas como Amorgitano,Amoyseñor o MuñecaBrava. Luego, a fines de los noventa, el establecimiento se vendió a Telefé.
Hoy los estudios están en Palermo, y de estar presidido por la familia Mentasti pasó a pertenecer al productor Luis Alberto Scalella. “Desde el 92 hasta ahora hicimos alrededor de 35 películas, entre las cuales hubo 14 con más de 1 millón de espectadores”, cuenta Scalella.
Su logo figura en varias producciones argentinas como UnargentinoenNewYork (1998), Corazón de León ( 2013) o Inseparables (2016). Sin embargo, entre la pandemia y el clima actual políticoeconómico se estancó la producción: “Tenemos un montón de proyectos pero hasta que no estén las reglas claras no podemos retomar”, afirma Scalella.