Ciudad Evita, entre el miedo a los robos y el silencio tras un linchamiento
Buscan determinar con las cámaras si los agresores son de la zona o gente que estaba en un Vía Crucis.
La mayoría de los vecinos no puede dar detalles del episodio de Viernes Santo, cuando un ladrón fue asesinado por un grupo de gente. Y crece el temor por los asaltos constantes. Los investigadores buscan en las cámaras a los que participaron del ataque.
La violencia le dio paso al hermetismo en Ciudad Evita, La Matanza. Cinco días después de que una muchedumbre ató y mató a golpes a Gustavo Marcelo Quispe (25), un ladrón que intentó asaltar una vivienda del barrio, la fiscalía busca a los agresores en las cámaras de seguridad municipales y las privadas de los domicilios.
Los investigadores aún no tienen en claro si los asesinos fueron vecinos de la casa a la que entraron los dos delincuentes en Jume al 2900, o si se trató de feligreses que participan de un Via Crucís que pasaba por la zona y acudieron por el llamado de auxilio de una de las víctimas del robo.
“Estamos revisando las imágenes de las cámaras de seguridad de las viviendas y las que tiene instaladas en la zona el Municipio de La Matanza”, señaló al Zonal Marcos Borghi, fiscal de la Unidad Funcional de Instrucción (UFI) Temática Homicidios del Departamento Judicial La Matanza.
En una recorrida del Zonal por el barrio de chalets se observan distintos sistemas de seguridad privada y alarmas en prácticamente todas las propiedades. Todos hablan de la inseguridad habitual en la zona, y del miedo. Pero ninguno de los vecinos consultados dio detalles sobre el linchamiento. “En el último tiempo hay arrebatos de celular y robo de autos pero no entraderas ni ingresos a las casas para robar, eso no es habitual acá”, comenta Mirta, que vive hace 20 años en esa zona de Ciudad Evita.
El violento episodio fue el Viernes Santo. “Estaba con mi mamá ordenando ropa en mi pieza y escuchamos un ruido en la parte de abajo de la casa. No esperábamos a mi papá hasta el día siguiente. Mi mamá se asomó por el balcón y era una persona desconocida y mi mamá gritó: Abril no es papá. Salí al balcón a gritar”, comentó al canal de noticias TN Abril, una de las víctimas del intento de asalto. “La procesión pasaba por la calle de atrás y tenía la música muy fuerte, y pensé que no me iban a escuchar. El ladrón vio la situación y se escapó por donde entró y empezó a correr”, agregó.
La joven remarcó que aún “no se sabe bien todavía si fue gente de la procesión” y negó que haya un acuerdo para no revelar la identidad de los agresores. “Más que pacto de silencio, en la procesión había gente de toda la ciudad que no se conocen todos con todos”, remarcó Abril. Y sobre el lichamiento reflexionó: “Es la impotencia de toda la gente junta, que alguna vez le robaron. Se juntaron todos, vieron a un ladrón y reaccionaron. Mis papás se lamentan bastante por lo que pasó. lo único que esperábamos es que lo detuvieran, y que la policía y la Justicia actuara”.
Cuando la policía llegó al lugar, uno de los delincuentes había escapado, el otro estaba muerto en la vereda. Los autores del ataque se habían ido del lugar. Según los resultados de la autopsia, Gustavo Marcelo Quispe murió como consecuencia de una “hemorragia intracraneana provocada por politraumatismos”.
Dos ladrones entraron a una casa y al huir, uno fue asesinado a golpes por una grupo de gente.