En Catán cortaron la ruta 3 para pedir que salven un club de barrio
Funcionó durante 30 años pero desde hace dos está cerrado. Los vecinos dicen que una mujer dice ser la dueña.
Los vecinos y socios del club Alumni de González Catán se movilizaron y cortaron la Ruta 3 para pedirles a las autoridades del partido que se presenten y esclarezcan la situación legal del mismo. El club funcionó por más de 30 años y desde 2019 se encuentra cerrado porque una vecina afirma tener un poder firmado por los titulares del predio pero los vecinos quieren verificar su legalidad.
En el 2019 hubo un acontecimiento similar, donde los vecinos del barrio se acercaron a protestar a la sede de Club Alumni, ubicada en la cale Echauri entre Juan B. Justo y Vidal, de Gonzáles Catán, debido a que sospechaban la certificación de los papeles que asegura tener la mujer que habita en el predio.
Los titulares del predio no se habían acercado durante 30 años y nunca habían tenido contacto con las comisiones directivas del Club. La única persona que afirmó haberse comunicado con los titulares fue esta mujer.
Cuando se acercaron a protestar en el 2019, la mujer llamó a la policía y desde la fiscalía expresaron que el club no iba a funcionar hasta que no se determine y se esclarezca la situación del mismo. En estos últimos días, los vecinos decidieron volver a protestar ya que se habían presentado muchas personas que aseguraban haber comprado parcelas, con la idea de construir casas dentro del predio, pero los vecinos no lo permitieron y les comunicaron que se trataba de una posible estafa.
“Esta mujer decía, en 2019, que esos terrenos eran suyos. Y los compró en 2020, en medio de la pandemia. Compró una parte, no todo. Son trece terrenos, y esta persona compró dos, donde está la estructura más grande del club. Y un tercer terreno lo usurpó, porque rompió una pared y lo tomó. Actualmente interviene la Fiscalía de Laferrere”, expresó uno de los representantes de la comisión directiva de la entidad.
Los vecinos decidieron tomar parte de las instalaciones del club. Argumentaron que ellos fueron quienes pusieron de pie el club y armaron la estructura, las instalaciones e hicieron funcionar el espacio como ayuda solidaria al barrio.
En una primera instancia, quieren continuar en el club como espacio de integración social, pero en caso de un desalojo definitivo, exigirán un resarcimiento económico.
Por consecuencia, según cuentan los vecinos de la localidad van a realizar una próxima manifestación junto a organizaciones sociales para seguir visibilizando y para poder encontrar una solución a este problema que atenta contra la cultura y el acompañamiento que recibían los vecinos del barrio. ■