Crece la preocupación en bares y restoranes en el Oeste: aseguran que recaudan hasta un 70% menos
En medio de la suba de contagios y los porcentajes de ocupación de camas, los intendentes anticipaban mayor control. Los gastronómicos dicen que no resistirán.
La ocupación de camas en clínicas y hospitales del Oeste continuó creciendo, y ayer a la tarde, al cierre de esta edición, mientras esperaban anuncios de mayores restricciones algunos intendentes del Oeste ya diagrambana un incremento en los controles. Apuntaban a evitar un colapso en el sistema de salud. Y en paralelo, la preocupación crecía fuerte entre los dueños de bares y restoranes, que según repetían, sólo en el primer fin de semana con líite horario perdieron un 70% de clientes.
El Hospital Posadas se quedó el martes sin camas en la sala COVID y comenzó a usar las de la unidad coronaria, mientras estudiaban suspender cirugías programadas y habilitar un sector exclusivo para infectados con coronavirus.
En el resto de hospitales públicos del Oeste la ocupación ronda el 90%, mientras que las clínicas privadas superan este porcentaje y algunas están en su máxima capacidad, como el Sanatorio del Oeste, de Ituzaingó.
“Hemos pedido que sumen la mayor cantidad de camas posibles al sistema, que se expandan. Hay temor porque es finito y el personal está acotado y agotado. Recurrimos a la responsabilidad social de la comunidad”, aseguró Néstor Porras, presidente de la entidad que agrupa a los sanatoriios privados de la regió.
Con el objetivo de poner freno a este fuerte incremento en los casos, desde el Gobierno Nacional impusieron nuevas medidas que regían hasta el 30 de abril y que ayer se esperaba que fueran incrementadas: se hablaba de un límite horario para los locales gastronómicos cercano a las ocho de la noche, el que rige para el resto de los rubros, lo cual impactaría fuertemente en el sector, que perdería el turno de la noche.
Los comerciantes gastronómicos están preocupados porque aseguran que en el primer fin de semana del nuevo horario vendieron hasta un 70% menos. Y ante el panorama sanitario, además temen que se endurezcan las restricciones, como piden algunos intendentes de la región.
“El cierre de las 23 es una locura. Nos reventó porque perdemos un turno completo de los que iban a cenar a las 22. Vamos a hacer marchas para pedir que nos dejen cerrar al menos a las 12 ó 1”, lamentó Nicolás González Milano, dueño de Ribbon, el bar temático de Los Simpsons que se encuentra sobre Santa Rosa. Y aseguró que para aumentar ventas van a empezar a abrir los fines de semana desde el mediodía.
Otro de los ejes de reclamos de los dueños de bares es que, mientras a ellos los controlan, proliferan las fiestas clandestinas en las que no se respeta ningún tipo de medida sanitaria.
“Hay fiestas en quintas que cobran 5 mil pesos a los hombres y 2 mil a las mujeres. Mientras tanto, nosotros estamos pensando en reducir la nómina de empleados porque facturamos menos al trabajar menos horas”, explicó el dueño de otro de los bares de la zona.
En Ciudadela, por ejemplo, el domingo a la noche desbarataron una fiesta clandestina en la que había 200 personas gracias al aviso de un vecino que utilizó el sistema de alertas por WhatsApp. Los organizadores podrían pagar una multa de hasta $3 millones.
A pesar del importante perjuicio económico que causaron estas medidas en el sector gastronómico, uno de los más golpeados por la pandemia, muchos intendentes apoyaron en las últimas horas la posibilidad de tomar medidas más restrictivas.
Desde los Municipios del Oeste coinciden en que en los primeros días hubo buen acatamiento de las nuevas medidas y que se incrementaron los controles de fiscalización y tránsito. No ven problemas de implementación.
Desde Morón, en una rueda de prensa virtual Lucas Ghi incluso anticipó que era “inminente” un refuerzo de los límites. "El viernes nos reunimos con los jefes comunales del Oeste porque entendemos que la región funciona como una unidad epidemiológica conjunta. Es probable que se tomen algunas otras medidas", dijo. También contó que había conversado del tema con el gobernador Axel Kicillof. Como la mayoría de sus pares, avaló ante él la implementación de más restricciones.
Por su parte, el secretario de Gobierno de Ituzaingó, Juan Manuel Álvarez Luna, dijo: “Hay que restringir más de lo que plantea Provincia o nos vamos a quedar sin camas”. En este Distrito ya tienen al 90% el Hospital del Bicentenario y el Sanatorio del Oeste llegó el lunes a una ocupación del 100%.
En consonancia con este pedido, la intendenta de Moreno, Mariel Fernández, dijo que habló con el gobernador Axel Kicillof para pedirle “medidas más restrictivas”, que incluyen también el fin de la presencialidad de las clases, al menos por 15 días (ver página 4).
Tres de Febrero, uno de los Municipios que registra menor ocupación de camas con un 80%, reabrió el hospital modular de Martín Coronado para sumar plazas, conformó una mesa de telemedicina Covid para seguimiento de casos y planea incorporar un kit para que los vecinos puedan hacer su seguimiento en internación domiciliaria. “La situación es delicada y los casos están aumentando más rápido que el año pasado”, aseguró el intendente Diego Valenzuela, quien sin embargo continuamente menciona la necesidad de "sostener la actividad económica y el empleo" y que "por ahora, se puede sostener la presencialidad" en las escuelas.
Por su parte, el jefe de Gabinete bonaerense, Carlos Bianco, había dicho que quieren “un cierre fuerte durante 15 días” y ya había advertido que podría ser antes del 30 de abril, cuando en lo formal caducan las medidas anunciadas inicialmente por el presidente. El punto pasaba ya por la implementación de las medidas. ■