Clarín - Zonal Oeste

La argentina más joven en cruzar el Río de La Plata nadando, orgullo de Ituzaingó

Pilar Tellería cubrió 42 kilómetros, de Colonia a Punta Lara. Salió pasadas las 6 de la mañana y tras casi 12 horas y media de esfuerzo, abrazó a sus padres en la costa argentina.

- Francisco Ledesma fledesma@clarin.com

Todo fue alegría en las costa de Punta Lara cuando Pilar Tellería, nadadora de 19 años de Parque Leloir, Ituzaingó, logró cruzar a nado el Río de la Plata desde la ciudad uruguaya Colonia del Sacramento hasta las orillas argentinas del Partido de Ensenada.

Allí sus padres, algunos de sus amigos y familiares la esperaron para ver cómo Pilar cumplía el sueño que tenía desde los 15 años. Una prueba de 42 kilómetros que supo cruzar de acuerdo a lo planificad­o, largando a las 6.08 de la madrugada del lunes y llegando a la costa argentina unos minutos después de las 18.30, con el sol sobre el horizonte.

Si bien algo que en este tipo de pruebas no es relevante es el tiempo de cruce, ya que depende mucho del nadador, las condicione­s climáticas y sobre todo de poder seguir un rumbo que no la desvíe tanto de su objetivo, la joven del Oeste logró un tiempo de 12 horas y 18 minutos y 40 segundos.

La perseveran­cia en la natación es el punto más importante para llegar a cumplir los sueños, tal es así que para Pilar este fue su segundo intento, alentado por "Coco", que la joven nadadora lo considera como un abuelo. Fue uno de los grandes motivos para volver a tirarse al agua y, esta vez, lograrlo bajo su atenta mirada desde el barco guía acompañado por el entrenador.

Lo más emotivo del cruce se dió al finalizarl­o. Tuvo el reencuentr­o con sus familiares y un emotivo abrazo con su madre. Algo que hizo que explotara en llanto luego de la durísima prueba que había terminado minutos antes.

"Es un sueño que tengo desde los 15 años, creo que me sirve para entender que nada es imposible y que nada fue en vano, porque hace un año yo tuve un intento de cruce y no lo pude completar; entiendo que doy un mensaje de perseveran­cia: sinceramen­te siempre estuve convencida que esta vez lo iba a lograr", cuenta Pilar.

"En mi cabeza buscaba no rendirme pese a que los últimos 10 kilóme

tros fueron durísimos, como me habían anticipado. Solo me enfoqué en terminar la travesía, en disfrutar cada minuto y me decía a mi misma 'dejate de joder, tenés que llegar'. Mi familia estaba esperando y "Coco" me acompañaba, estaba convencida que era esta", relata la joven cómo fue la etapa más dura en el recorrido y cómo se alentaba para llegar.

La joven atleta se inició en el mundo de la natación cuando era muy pequeña a nivel recreativo y luego tuvo un impasse en el que probó otras disciplina­s como gimnasia artística y baile. Ninguna le gustó y a los 11 años terminó volviendo a su deporte de origen.

"Desde los 11 hasta los 15 nadé en el club CAVA de Ituzaingó y tuve algunas competenci­as contra clubes de barrio, pero rápidament­e me di cuenta de que lo mío eran las aguas abiertas: a los 14 tuve mi primera

competenci­a de la especialid­ad y no paré más", detalla Pilar.

La primera prueba importante que realizó en aguas abiertas fueron los 20 kilómetros de Vuelta de Obligado a San Pedro cuando tenía 15 años y actualment­e sigue compitiend­o en el calendario argentino, aunque también tiene como objetivo pasar a nadar a nivel internacio­nal.

Pilar realizó un entrenamie­nto riguroso para cruzar el Río de la Plata: al que le dedicó unas seis horas a ponerse a punto físicament­e en el Centro Argentino de Excelencia Deportiva (Cenared) de Ituzaingó, divididas en pileta y gimnasio.

"Sabemos todo lo que sacrificó Pilar por este sueño, confíamos plenamente en que todo lo que se proponga lo va a lograr. Sabemos las salidas, las comidas y todo lo que dejó de lado para estar en plenitud al momento del cruce, verla llegar fue muy

emocionant­e", cuenta su madre con la voz entrecorta­da y el pecho lleno de orgullo de lo que su hija había logrado.

Antes de esta dura prueba, estuvo en Colón, Entre Ríos, donde recorrió 37 kilómetros del río Uruguay en 10 horas y demostró que estaba muy cerca de la performanc­e que necesitó para unir Colonia con Punta Lara. De noche y con una boya luminosa "Me siento muy conforme con lo que vengo realizando y no creo que tenga muchas cosas para mejorar, pero lo que sí es importante a partir de ahora es nadar en horarios nocturnos, porque la travesía que voy a realizar en el Río de La Plata segurament­e arrancará de noche: voy a tener atada una boya luminosa que me sacaré cuando amanezca", había detallado la nadadora cómo sería parte del inicio de su travesía.

Hasta el momento el nadador más joven que cruzó el Río de la Plata fue el argentino Lautaro Lasagna: en 2013 empleó 13 horas y 59 minutos para cruzar el curso de agua y su fin fue solidario: ayudar a los chicos maltratado­s que en ese entonces vivían en la ex Casa Cuna de Buenos Aires.

Ahora, 10 años después, Pilar Tellería repitió la gesta, que es muy costosa porque no puede nadar sola en el río y debe contar con su propio equipo, compuesto por su entrenador y su profesora de meditación y "Coco", un experiment­ado en estas travesías, que estarán en una lancha y serán los encargados de alimentarl­a, hidratarla y darle indicacion­es técnicas para

realizar la travesía.

Tuvo el apoyo de un grupo organizado­r de travesías en aguas abiertas, se trata de Open Water Argentina (OWA Argentina), "Fue una organizaci­ón ejemplar, me sentí muy cómoda y ellos siguieron minuto a minuto con fiscales que tomaban el tiempo de nado. Además cada tanto hacían vivos en Instagram para que la gente que no pudo estar me siguiera", explica la joven.

Además, durante todo el trayecto tuvo una lancha de la Cruz Roja que la escoltó con médicos y guardavida­s y en ciertos tramos estará acompañand­o la comitiva la Prefectura Argentina y en otros, la Prefectura Uruguaya.

"Por el momento mis viejos me están ayudando a costear gran parte de los gastos y también tenemos apoyo del Municipio y de la marca de mallas Quickly, que me diseña modelos a medidas y también me apoya económicam­ente. El Cenared también está colaborand­o, poniendo su predio a mi entera disposició­n para que pueda entrenar todo lo que preciso", cierra la nadadora de Ituzaingó.w

En mi cabeza buscaba no rendirme, pese a que los últimos 10 kilómetros fueron durísimos. Me decía a mí misma: ‘Dejate de joder, tenés que llegar”.

 ?? ?? Emoción. El llanto de Pilar, de 19 años, luego de nadar de sol a sol y cumplir el sueño que perseguía desde los 15 años: “Me sirve para entender que nada es imposible”, dijo después.
Emoción. El llanto de Pilar, de 19 años, luego de nadar de sol a sol y cumplir el sueño que perseguía desde los 15 años: “Me sirve para entender que nada es imposible”, dijo después.
 ?? ?? Brazadas. Pilar empezó a los 11 en el club CAVA y a los 14 descubrió su vocación: nadar en aguas abiertas.
Brazadas. Pilar empezó a los 11 en el club CAVA y a los 14 descubrió su vocación: nadar en aguas abiertas.
 ?? ?? Misión cumplida. El abrazo con su mamá, en la llegada a Punta Lara.
Misión cumplida. El abrazo con su mamá, en la llegada a Punta Lara.
 ?? ?? De sol a sol. La partida, desde Colonia, poco antes del amanecer.
De sol a sol. La partida, desde Colonia, poco antes del amanecer.

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