Elena sabe: la nueva película de Netflix filmada en Hurlingham
Protagonizada por Mercedes Morán y Érica Rivas sobre un libro de Claudia Piñeiro, se sitúa en una desconocida ciudad del conurbano en los años ‘70.
Para la industria cinematográfica, el escenario de un film es un personaje más. Así como un country le permitió a la directora salteña Lucrecia Martel relatar los conflictos de la clase alta en La Ciénaga, las calles de Hurlingham acompañaron la búsqueda de una mujer por revelar el misterio de la muerte de su hija en Elena Sabe, película nacional que fue estrenada en 190 países en noviembre a través de la plataforma de Netflix.
Basada en la novela homónima de Claudia Piñeiro, la obra fílmica de Anahí Bernerí sitúa a sus personajes (encarnados por las actrices Mercedes Moran y Érica Rivas) en una desconocida ciudad del conurbano bonaerense de los años 70. ¿Y cuál fue el desafío que tuvieron por delante sus productores? Encontrar lugares que sean fieles a los descritos en el libro.
"Nosotros lo que hicimos fue agarrar un montón de municipios diferentes para armar un conurbano que no existe, por eso en la película aparece un espacio que no se reconoce mucho", explicó Sebastían Cerezo, jefe de locaciones de la película. Además de Hurlingham, filmaron en otros distritos bonaeren
ses como Lanús, Remedios de Escalada, San Martín, Villa Ballester, Mar del Plata, Berazategui y Wilde.
El por qué detrás de la elección de Hurlingham está en su "carácter propio", como detalló Vanessa Ragone, productora de la película. "Encontramos ahí lo que buscábamos: una zona de casas bajas, una
iglesia preciosa, una plaza que nos servía de centro neurálgico y calles arboladas que marcaban una diferencia con otros lugares", añadió la presidenta de la Cámara Argentina de la Industria Cinematográfica.
En tres semanas del verano del 2023, los sitios de la ciudad del Oeste que se utilizaron para rodar fueron
el casco histórico, la zona cosmopolita, la Iglesia del Sagrado Corazón y la Comisaria 1ª donde anteriormente se grabaron escenas de El Ángel, cinta de 2018 dirigida por Luís Ortega. Además del interior y el exterior de tres casas habitadas.
Pero el municipio no solo cautivó al equipo de filmación por su arquitectura de estilo inglés, sino también por el trato amable de sus vecinos. "Hurlingham nos dio un maravilloso lugar de filmación y sé que luce hermoso en la película. Es lo mejor que podíamos devolver al barrio", manifestó la CEO de Haddock Films. "Filmamos con temperaturas por encima de los 40 grados y los vecinos nos ofrecieron desde bebidas, hasta el reparo de sus patios entre toma y toma", agregó.
Además, tanto Ragone como Cerezo, destacaron la paciencia que la comunidad les tuvo durante las grabaciones diurnas y nocturnas, jornadas en las cuales la tranquilidad del distrito fue intervenida por camiones, generadores eléctricos y motorhomes que ocupaban más de dos cuadras de estacionamiento. "Charlé con muchos de ellos, hablamos de la novela de Claudia, se sacaron fotos con Mercedes Morán y Erica Rivas, protagonistas de la película", recordó la productora.
Por otro lado, el jefe de locaciones, quien ya trabajó en grandes productos de Hollywood como Operación Finale de 2018, le agradeció a la municipalidad el que les haya facilitado el acceso a algunos lugares así como el armado de sets. "Para una escena necesitábamos torres de agua para hacer efecto de lluvia y nos lo consiguieron", detalló. Actualmente Cerezo se encuentra en el rodaje de El Eternauta, adaptación para Netflix de la novela gráfica de Héctor Oesterheld que va a ser protagonizada por Ricardo Darín.
Para concluir, Ragone reflexionó sobre qué debe tener un barrio para ser considerado como cinematográfico: "Todo barrio puede ser cinematográfico. Cada uno de ellos tiene características que pueden aportar a contar un mundo de ficción, dependiendo de la película que se quiera filmar".w