Incertidumbre por la vuelta a una cuarentena más estricta
La flexibilización de la cuarentena parece quedar para más adelante. A raíz del aumento de casos positivos, el Gobierno ya anunció que es muy probable que se vuelva a una fase más restrictiva. En ese sentido, en San Isidro las industrias y negocios temen que volverán a cerrar. La medida también afectaría a las iglesias y templos, que recientemente habían abierto sus puertas para los fieles.
La marcha atrás preocupa a todos los comerciantes de la zona. Lejos de los ingresos que alcanzaban antes de la cuarentena, ahora buscan la forma de subsistir. A duras penas, los dueños de los negocios tratan de adaptarse; con herramientas digitales intentan vender lo más que puedan. Mientras tanto, los gastos de alquileres y servicios siguen presentes.
El regreso de una cuarentena estricta genera inquietud en los vecinos. En ese sentido, el ingreso individual a los templos representa un soporte emocional. La medida, recientemente aprobada, permite asistir a los establecimientos para rezar o hablar con un sacerdote. Sin embargo, las misas y ceremonias, que aglomeran gente, aún no estaban habilitadas. Por eso, muchas parroquias comenzaron a transmitirlas por streaming en distintas plataformas.
Pero más allá de la alternativa que ofrece la tecnología, muchas personas pedían ingresar físicamente a las iglesias o centros religiosos. El aislamiento por el coronavirus no sólo provocó una sensación de encierro, si no que también generó angustia en la mayoría de los vecinos.
De concretarse el regreso a fase 1, la apertura habrá durado sólo unos días. Hasta el momento, el ingreso a este espacio de contención, debe hacerse con un protocolo sanitario.
Ahora, los vecinos temen que las decisiones de Provincia provoquen un cierre total. Con persianas bajas y calles vacías, la gente se pregunta cuánto más habrá que aguantar para atravesar esta crisis económica y sanitaria. ■