El imitador de Bendita no se queda quieto e hizo estallar TikTok
Abrió la cuenta para seguir activo en cuarentena y en dos meses sumó casi un millón y medio de likes.
Coronavirus, pandemia, cuarentena, aislamiento y, de pronto, el contacto con el mundo se llenó de pantallas de celulares, de TV, de computadoras. No es el mundo ideal, tampoco para Iván Ramírez, pero sí que puede sacarle jugo.
Lomas de Zamora, hace 15 años: Iván tenía seis y ya era el personaje de la familia. Cuando pasaban Gran Cuñado en el antiguo ShowMatch de
Marcelo Tinelli, se disponía a hacer reír a sus padres con imitaciones de los políticos y famosos que aparecían en pantalla. La chispa la tenía, la perseverancia lo acompañó y hoy, con 21, disfruta del reconocimiento.
A la edad en que muchos empiezan, Iván ya recorrió canales de aire, de cable, radio y el teatro. Pero son las redes sociales, quizá, donde se catapulta el éxito y el fruto de su talento: en sólo dos meses acumuló 217 mil seguidores en TikTok, la red social "oficial" de la cuarentena, y 75 mil en @ivanramirezok, su cuenta de Instagram.
"Siempre me gustó hacer reír a la gente. Pero era muy tímido: cada vez que tenía que actuar en una fecha patria, faltaba", recuerda el artista. "A los 12 años tuve mi primer trabajo 'oficial'", agrega Iván. "Fue en una fiesta de 15 -continúa- en la que imité a Lía
Crucet". La plata que le daban para los recreos escolares la guardaba. "Con eso me compré una peluca, el maquillaje, el vestuario y unas lolas de plástico". Ya no había nada que fuera a detenerlo.
Lo que vino después fue meteórico. Primero consiguió que lo llamaran desde la producción de uno de los programas de Guido Kaczka en El Trece. Fue para una participación y terminó apareciendo decenas de veces. Luego vino el noticiero de Canal 26. Y finalmente, la de participar de la conducción de un programa de radio -Dale que Vale- acompañando a Laurita Fernández en Vale 97.5.
Así llegó a Bendita, su lugar actual, entre paréntesis por el coronavirus. Con 21 años y casi una década de experiencia arrancó al lado de Beto Casella y durante 2019 hizo reír con decenas de personajes.
Después vino el stand by obligado ara el trabajo habitual. No tenía perfil de TikTok. Lo abrió a partir del aislamiento. Y comenzó a grabar remixes con las voces de diferentes personajes ficticios y reales. "Los produjeron dos amigos que me ayudaron a darle cimientos a esto. La repercusión fue genial. Me encanta aportar cierto grado de positividad", dice. La cosecha no fue poca: en estos dos meses, su cuenta acumula 1,4 millón de likes.
"No puedo dejar Lomas", dice Ramírez. Es un chiste de cuarentena pero también la realidad: aunque trabaja en Capital sigue viviendo en su barrio. El feedback y el contacto con la gente pasan por otro lado.w